Uno de los principales temas de los mensajes de La Verdadera Vida en Dios es la Unidad de las Iglesias Cristianas, una llamada a la conversión y a la reconciliación, donde «la verdadera Unidad está y estará en los corazones».Que todos sean uno, Padre, como tú estás en mí y yo en ti, para que el mundo crea que fuiste tú quien me envió.(Jn 17: 21)

¡Ortodoxos! ¡Católicos! ¡Protestantes! ¡Todos Me pertenecen! ¡Ustedes son Uno frente a Mis Ojos! No hagan ninguna distinción… Vassula mía, dibuja tres barras de hierro con una cabeza en la parte de arriba

ellas reprensentan a los Católicos Romanos, los Ortodoxos y los Protestantes, Yo quiero que se doblen y se unan(27 de octubre de 1987 / 26 de octubre de 1989)

Una Fecha

Uno de los mayores pecados contra la unidad, es celebrar la Pascua en fechas diferentes. La Resurrección está en el centro de la fe cristiana, sin ella no hay Cristianismo, sin embargo, casi todos los años las iglesias orientales y occidentales celebran la Pascua en fechas diferentes. Algunos años las iglesias católicas, anglicanas y protestantes lo celebran con hasta cinco semanas de diferencia con sus hermanos ortodoxos, mientras que otros años puede caer en la misma fecha.

«¿voy a pasar, hermano, una vez más por el dolor que vengo pasando año tras año? ¿o Me darás descanso esta vez? ¿voy a beber una vez más el Cáliz de tu división? ¿o darás descanso a Mi Cuerpo y unificarás, por Mi causa, la Fiesta de Pascua?»

Unificando la fecha de Pascua, aliviarás Mi dolor, hermano, y te alegrarás en Mí y Yo en ti; y a muchos les devolveré la vista;(14 de octubre de 1991)

«Dile a los que trabajan por la unidad que miren a los cielos; ¿ven lo lejos que están de la tierra?… así de lejos están sus corazones el uno del otro; así de apartados están; ¿cuándo firmarán todos un decreto por unanimidad para celebrar la fiesta de la Pascua todos juntos en una misma fecha?» (21 de diciembre de 1992)

Más mensajes sobre la unificación de las fechas de Pascua: haga click aquí

Reconciliación

El Señor le dio a Vassula una visión interior de las tres barras de hierro que simbolizan los tres principales cuerpos Cristianos -Católicos, Ortodoxos y Protestantes-, llamando a sus cabezas a reunirse doblegándose. Pero para encontrarse, deben doblegarse. Y doblegarse significa reconciliación.

«Necesito ante todo reconcialición, y una verdadera metanoia, de todas las Iglesias;»(18 de mayo de 2013)

Al Señor le disgusta mucho cuando nos diferenciamos unos de otros y que no nos aceptemos mutuamente. Al no reconciliarnos, sólo estamos demostrando al resto del mundo que falta Amor en nosotros y que no queremos doblegarnos humildemente para obtener el fruto de la unidad.

Todos nosotros debemos doblegarnos en humildad y amor. Cada persona de cada iglesia debe estar dispuesta a morir a su ego y a su rigidez y entonces, a través de este acto de humildad y obediencia a la verdad, la presencia de Cristo brillará en ellos.

“¡inclinaos! inclinaos para poder reconciliaros y uniros, humillaos para uniros;”(21 de junio de 1988)

mientras no os reconciliéis con humildad entre vosotros y os améis como Yo os amo, vuestra separación permanecerá; (27 de marzo de 1992)

La reconciliación y la unidad también van más allá de la iglesia…
El Señor llama a la unidad y a la reconciliación entre la familia y los amigos porque todo lo que es división NO es de Dios

Como cristianos, también debemos respetar la libertad de las personas y evitar el uso de medios poco éticos para conseguir conversiones. Los encuentros interreligiosos deben ser auténticos, con el objetivo de promover la comprensión y el respeto de las tradiciones religiosas de los demás y abstenerse de denigrarlas. Con esto ganamos también la reconciliación y la paz.

Todas las religiones tienen un importante papel que desempeñar en el mantenimiento de la paz y la reconciliación. Porque el fruto de la reconcialiación trae la paz, el amor y la aceptación del otro.

«todos aquellos que no se han reconciliado Conmigo, vengan, vengan y Reconcíliense y tengan Mi Paz»(3 de diciembre de 1988)

Un Altar

Unificar las fechas de Pascua es sólo el primer paso para responder al llamado de Dios. El centro de nuestra plena unión, entre el Este y el Oeste, entre los Católicos, los Ortodoxos y los Protestantes, será cuando podamos partir el pan juntos y compartir la Eucaristía que es la vida de la Iglesia.

«¡uníos! ¡reuníos! ¡invoquen Mi Nombre juntos! ¡consagren MI Cuerpo y Mi Sangre juntos!»(14 de octubre de 1991)

«La unidad no es diferenciarse bajo Mi Santo Nombre, la unidad es compartir la Santa Comunión y creer en Mi Presencia real en la Santa Eucaristía; la unidad, hija mía, es compartir las propias riquezas con el otro;»(13 de abril de 1991)

«piensa la alegría que tendré cuando os reunáis entorno de Un Altar y alrededor de ese mismo Altar me alabeis, reconociendo vuestras faltas, arrepintiéndoos de vuestra rebelión, recordando Mi Amor por vosotros y amándoos los unos a los otros como Yo os amo; «(19 de abril de 1988)

Hay mucha gente alrededor del mundo tratando de vivir los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios e intentando practicar la unidad del modo en que Dios nos lo está pidiendo. Dos formas en que esto se está logrando son las peregrinaciones ecuménicas de la Verdadera Vida en Dios y los grupos de oración.

Grupos de Oración

Aunque existen innumerables motivos para que los Lectores se reúnan y oren juntos, la misión y el propósito principal de un grupo Ecuménico de Oración de la Verdadera Vida en Dios es orar por la unidad y por la unificación de las fechas de Pascua, ya que éste es el gran deseo de nuestro Señor Jesucristo. Podemos ser los primeros frutos de la unidad juntándonos para rezar con un sólo corazón y a una sola voz.

Se han hecho muchos pedidos a Vassula para que rece por la unidad de los Cristianos:

«ven, juntémosnos en oración, una oración al Padre por la Unidad» (20 de mayo de 1987)

«por lo tanto oren, amados Míos, oren por esa Unidad la cual Yo, el Señor, estoy en plena preparación»(19 de junio de 1989)

«Hoy os invito a todos vosotros a orar por la Unidad; para uniros debéis amar, para uniros debéis ser humildes y obedientes»(Mensaje de Nuestra Santa Madre del 8 de enero de 1991 para el grupo de oración que se reuniría el 19 de enero de 1991)

Es Dios mismo quien convoca reuniones de oración por la unidad, como dijo en un Mensaje dirigido a Bélgica el 20 de octubre de 1991, donde la oración de corazón, unida al Corazón de Jesús, es el fundamento para reconstruir Su Iglesia:

«Los he convocado, reuniéndolos hoy aquí para orar juntos; deseo que Mis hijos estén unidos; deseo que toda Mi Iglesia esté unida; los que persisten en permanecer separados ya han separado Mi Corazón del suyo; dense cuenta de la gravedad de su división, de la urgencia de Mi Llamado y de la importancia de Mi pedido; Yo necesito tu corazón para unirte, y reconstruir Mi Iglesia y unirla en una sola, dentro de tu corazón; todo lo que pido es amor, para romper las barreras de tu división; reza, tú que Me has ofrecido tu corazón y une tu corazón con Mi Sagrado Corazón para la unidad de Mis Iglesias;» (20 de octubre de 1991)

Las guías de oración -para los grupos de oración- fueron diseñadas para que se compartan las ricas oraciones de distintas tradiciones Cristianas, incluyendo el Santo Rosario: «Yo deseo que reces el Rosario» (25 de enero de 1988)

Peregrinaciones

Cada dos años nosotros, los lectores y grupos de oración de La Verdadera Vida en Dios de todo el mundo, organizamos Peregrinaciones Ecuménicas en lugares santos -a menudo de origen bíblico- como Tierra Santa, Egipto, Grecia, Roma, Líbano, Turquía, Siria, Jordania. Asimismo realizamos una peregrinación histórica a Rusia porque el Señor habló tanto de Rusia y su rol en la Unidad.

Durante estas peregrinaciones, contamos con personas de todo el mundo -de más de 60 países- que representan normalmente a más de 16 confesiones cristianas, incluyendo a varios clérigos, como Cardenales, Metropolitas, Arzobispos, Obispos, Archimandritas, Sacerdotes y religiosos.

Estas peregrinaciones Ecuménicas nos dan la oportunidad de practicar la unidad de una manera única. Nos referimos a esta experiencia como un «diálogo de vida». Nosotros, de diferentes Iglesias y sin hacer distinciones, comemos juntos, caminamos juntos, visitamos lugares Santos juntos, oramos juntos, celebramos juntos. Haciéndolo de este modo, nos CONOCEMOS y presentamos nuestras riquezas y tradiciones al otro.

VIVIMOS la unidad porque nos juntamos con un sentimiento de reconciliación y unidad en nuestros corazones. Estamos viviendo la unidad.

Un interesante Mensaje del Señor nos invita a experimentar algo realmente inusual: «permíteme ofrecerte un retiro y peregrinación en Mi Cuerpo… ven, tendrás tu descanzo en Mi Cuerpo» (18 de enero de 1997). Su Corazón, Su Boca, Sus Pies, Sus Manos, Sus Oídos y Sus Ojos nos permiten ser otros Cristos al recibir Verdadera Vida de Él. Un lenguaje ciertamente simbólico, pero contiene la promesa de gracias para nuestra vida, no sólo personal si no que también eclesial. El Señor nos recuerda: «He venido a deciros que Mi Cuerpo es Mi Iglesia» (8 de marzo de 1987). Y que «la unidad de Mi Iglesia será la Gloria de Mi Cuerpo» (10 de junio de 1987). Por tanto, es también en la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, donde tiene lugar esta peregrinación. Las peregrinaciones organizadas por los lectores de La Verdadera Vida en Dios son la ocasión perfecta para glorificar su Cuerpo, para permitir que su Cuerpo sane de las heridas de nuestra división: «reúnanse, amados míos; fortalezcan Mi Iglesia; únanse, amados míos, júntense nuevamente, sean uno» (12 de diciembre de 1987)