7 de julio de 1992

(Mazatlán — México)

No hemos sabido apreciar Tu gran Amor y no cesamos de profanar Tu Espíritu Santo que ahora trata de adoptarnos y traernos a la Verdad, basada en el Amor. La Apostasía se ha casado con el Racionalismo y ha dado a luz al Ateísmo. Te hemos fallado y continuamos fallándote. Algunos están desafiando deliberadamente Tu Santidad. Tú estás hablando, pero ¿quién escucha? La aflicción consume Tus Ojos, pero todo lo que recibes es desprecio.

La paz esté contigo. Transmite Mi Paz a Mi queridísima alma1.

Debéis creerme cuando os digo que, debido a la gran apostasía de vuestra generación, Mi Espíritu Santo es más perseguido que nunca. Él se ha convertido en la piedra de tropiezo de vuestra era. Yo he dicho, hijitos Míos, que os expulsarán de la Casa de vuestro Padre y os condenarán, ¡pensando que están cumpliendo un sagrado deber hacia Mí! No dejéis que vuestros pequeños corazones se perturben, amadísimos Míos. Yo, vuestro Redentor, estoy ante vosotros.

Hoy hablo en atención a todos los que están heridos. Os doy Mi Paz. Que esta Paz os envuelva, no temáis y no digáis: “¿Qué debo hacer, Señor?”. Yo os digo: orad incesantemente para santificar vuestra propia alma y las de otros. Orad de corazón y haced huir al demonio. Estad unidos a Mí y nadie ni nada se interpondrá entre vosotros y Yo. Ha llegado el momento en que no debéis vacilar más.

Extended los viñedos dondequiera que podáis. No tengáis miedo de las tempestades que estallan de vez en cuando. Mi Sagrado Corazón es vuestro Refugio, así que venid y consagraos, vosotros y vuestras familias, a Mí y al Corazón Inmaculado de vuestra Madre.

Yo, Jesús, me propongo permanecer en vuestro país y santificarlo, por eso os pido que consagréis vuestro país a Nuestros Dos Corazones. Os bendigo a todos desde lo más hondo de Mi Corazón.


1 El P. Masi de Mazatlan, Méjico.