3 de julio de 1992

(México)

Yo soy vuestro Santísimo que baja del Cielo para inundaros a todos con el rocío de Mi Amor. ¡Ojalá se aleje de la maldad el corazón de la humanidad! Os estoy dando poderosas señales de Mi Amor, pero ¿quién hay que reconozca Mi Amor? ¡México! Tu Rey está aquí para tomarte en Sus Brazos.

Yo estoy aquí,

inclinándome hasta ti para susurrarte al oído la grandeza de Mi Amor.

¿No habéis comprendido que Nuestros Dos Corazones eran los que velaban por vosotros? Nuestros Dos Corazones están aquí para establecerse en vuestros hogares y protegeros de la ira feroz de Satanás. Hoy estoy llamando a vuestra nación más que nunca para que vuestros corazones se fijen en Mí, vuestro Señor. Cada pequeño de entre vosotros es preciosísimo para Mí.

Venid, venid y amadme. Humedeced Mis labios resecos con vuestro amor. Yo sanaré toda la deslealtad de vuestra nación y vuestro Rey os dará descanso. Os bendigo a cada uno y os digo desde lo más hondo de Mi Corazón.

El Amor os ama,
sed uno en Mi Amor.