28 de noviembre de 2000
«Celebrad anualmente la fecha de hoy, en que os traje, a vosotros y a tantos otros, para que vengáis a Mi Corazón y descubráis esos innumerables tesoros que guardé para vuestros tiempos; tened en cuenta este día …»28.11.95
Vassula escribe:
Jesús nos pregunta, a todos los que vivimos una Verdadera Vida en Dios: «¿Estás contenta de haber estado Conmigo de esta manera todos estos años?» Él continúa: «Vosotros os habéis convertido en parte de Mí y Yo en parte de vosotros; vosotros habéis hecho vuestro hogar en Mí, como Yo he hecho Mi Hogar en vosotros…» Más adelante en este mensaje, Jesús dice: «Mi camino es recto; Mis formas de acercarme a ti son encantadoras… Tu Rey es perfecto y hermoso».
Estas palabras de Cristo son para ser vividas; aún más por aquellos que han sido llamados a ser apóstoles de la Verdadera Vida en Dios. Cuando Él dice “Mi camino es recto”, nuestro Señor espera que nosotros también enderezcamos nuestros caminos y seamos un ejemplo para los demás, ya que nos hemos convertido en parte de Él y lo somos. Por lo tanto, ningún vicio debe permanecer con nosotros. Donde hay virtud, hay Luz; donde hay amor, está Dios. Así que hago un llamamiento a todos aquellos que han sido llamados a la Verdadera Vida en Dios para que hagan un acto especial de reconciliación. Si acaso tienes en este día o hasta el día de hoy algún rencor contra alguien, por favor, por el amor de Jesús, ve y reconcíliate con él en esta fiesta de la Verdadera Vida en Dios y ofrece tu acto a Jesucristo. Sé que Él recibirá este gesto tuyo como un ramo de flores, como un incienso apaciguador. Por lo tanto, ve y haz las paces con tu hermano, para poder decir a Dios, con toda honestidad: «Tu siervo está viviendo Tu mensaje, porque ahora me he reconciliado y he hecho las paces Contigo». Habiendo hecho las paces con tu hermano, también las has hecho con Dios.
Vive el mensaje de Cristo, porque permanecer sin reconciliarte y, sin embargo, predicar la reconciliación, es hablar de la boca para afuera cuando estás en oración a Dios. Nuestra Santísima Madre dijo un día: » Vine a vosotros para pediros que os reconciliéis con Diosy con los demás… Vine a recordaros a todos que un verdadero apóstol de Dios es el que hace la Voluntad de Dios. Amar es hacer la Voluntad de Dios». (6-8 de diciembre de 1993). No decepciones a Nuestra Santísima Madre guardando rencor en tu corazón, como una serpiente enroscada. Seguramente no querrás escuchar que tu Santa Madre te diga un día: «Cuando llamé a la reconciliación, ya que todos vosotros erais parte unos de otros, no fui escuchada». (6-8 de diciembre de 1993)
Recibí un llamado de Dios; y Le respondí. Él habló; y creí. Cuando Su Obra comenzó a expandirse y Su Cosecha se hizo rica, se necesitaron obreros. Así que el Padre, que ve todas las cosas, te miró y te llamó. Has respondido a Su Llamado, tú respondiste y Él Se complació…
El haber respondido a Su Llamado fue una Gracia que te hizo florecer. Esta gracia fue un regalo de Dios que salió de Su Infinita Misericordia. Y como dijo Nuestro Señor, en ese momento nos formó para convertirnos en apóstoles de este Fin de los Tiempos. El Señor nos dijo:
“Se había dicho que al final de los tiempos, Nuestros Dos Corazones suscitarían apóstoles, que serían llamados apóstoles del fin de los tiempos. Éstos serían instruidos por la Reina del Cielo y por Mí Mismo, para ir a cada nación a proclamar sin miedo la Palabra de Dios. Aunque estén empapados de sangre, debido a los sañudos ataques del Enemigo, no se derrumbarán.
Su lengua atravesará a los enemigos de Mi Iglesia, como una espada de doble filo, al exponer sus herejías. Nunca vacilarán, ni conocerán el miedo, porque Yo los proveeré de un espíritu de valor. El látigo destructor no los alcanzará. No dejarán una piedra sin remover. Perseguirán a los pecadores, a los predicadores arrogantes, a los grandes y a los orgullosos, a los hipócritas, a los traidores de Mi Iglesia. Los perseguirán con Mi Cruz en una mano y el rosario en la otra. Y Nosotros estaremos a su lado. Destrozarán las herejías y edificarán en su lugar la fidelidad y la verdad. Serán el antídoto contra el veneno, porque brotarán, como capullos, del Corazón Real de María.” (3 de abril de 1996)
Pero también Nuestra Señora, que ha preparado varias cosechas de Paz en todo el mundo, ha estado llamando a sus hijos a reunirse y orar con un solo corazón. A algunos a quienes Ella llamó, les ha dado la tarea especial de difundir Sus mensajes. No sabemos cuándo vendrá el Señor a buscarnos. Así que tenemos que vivir cada día como si fuera nuestro último día en la tierra.
Nuevamente Jesús nos recuerda que:
“He venido a tu ignorancia y te he cargado con una tarea muy por encima de tus posibilidades, y te he dado a conocer Mi Sagrado Corazón, y seguiré dándolo a conocer en este mundo frío y empapado en sangre por sus crímenes. Yo dejaré que esta Fuente de Mi Sagrado Corazón invada ese mundo frío, dando vida por donde pase, y Mi Promesa se cumplirá, porque Mi Espíritu Santo, el Dador de Vida, gobernará esta sociedad malvada y la convertirá en un pueblo recto. Entonces, la santidad y la justicia serán su consorte”. (28 de noviembre de 1996)
Regocijémonos en el Señor para que el Paraíso nos invada. Que el Espíritu Santo eche raíces en medio de nuestros corazones para transfigurar nuestra alma, impregnándola de la Imagen de Cristo, una Imagen Divina. Oremos y digamos estas palabras que nuestro Señor nos ha dado:
“Señor, danos Tu Reino,
para que podamos obtener la incorruptibilidad
y la divinidad, a fin de tener Vida Eterna. Amén.”