28 de noviembre de 1995

(Décimo aniversario de La Verdadera Vida en Dios.)

La paz esté contigo, Vassula Mia. Ah, dime, dime, ¿estás contenta de haber estado conmigo de esta forma durante todos estos años? Mera criatura de carne, pero con un corazón, ¿estás contenta?

Corona-de-mi-alegría,
¿cómo podría no estar contenta?
He sido transportada a las nubes por Tu Aliento,
para avanzar en las alas del viento,
para hacerme parte de los vientos1.
Así, ¡cómo podría no ser feliz!

Y te has hecho parte de Mí2 y Yo parte de ti, y has hecho tu morada en Mí, como Yo he hecho Mi Morada en ti, transfigurando tu alma en un Edén para poder ser glorificado. Sigue adelante y avanza en alas del viento, porque tienes un lugar especial en Mi Sagrado Corazón.

¡Fiesta-de-mi-corazón!
¡Ungüento-de-mis-ojos!
¡Luz tres veces Santa!

Mi alma se alegra
porque has rescatado a los “Deshabitados.”
Bendito sea Tu Nombre tres veces Santo.

Si soy la ‘Fiesta-de-tu-corazón’, celebra anualmente esta fecha en que os he traído a ti y a tantos otros a Mi Corazón y descubre los innumerables tesoros que guardé para vuestros tiempos. Acuérdate de este gran día. Permanece a Mi lado como has estado durante estos diez años pasados: NUNCA te apartes de Mi lado. Camina Conmigo tal como lo has hecho todos estos años. ¿Ves cómo te he educado? ¿Ves lo que he realizado? ¿Ves Mi Sabiduría? Adoptándote a ti, he adoptado a muchísimos otros. Mi senda es recta, Mis maneras de acercarme a vosotros son deliciosas… Vuestro Rey es perfecto y hermoso.

“Reaviva Mi Iglesia, embellece Mi Iglesia, unifica Mi Iglesia”, fue la Orden que te di. Y todo lo te que pedí para poder trabajar contigo para Mi gloria fue tu consentimiento en hacer Mi Voluntad. Y así te has ganado Mi amistad.

Mi Iglesia se beneficia ahora de tantas almas que han vuelto a Mí… Y ahora sus alabanzas a Mí se unen con las de Mis ángeles en el cielo. Y he hablado a través de tu boca, indicando lo que Mi Corazón más desea para la Unidad. No te has esforzado en vano. Te pedí que transmitieras Mis Palabras y Mi deseo: la unificación de la fiesta de Pascua, y así lo has hecho. ¿Ves? Haberme reconocido, hijita Mía, ha sido verdaderamente la perfecta virtud y la luz de tu alma. Hija de Egipto, te he estado velando constantemente. La aurora que anhelaba para tu alma te ha sido concedida por Mi Espíritu tres veces Santo, para que se cumpliera plenamente todo Mi propósito.

Mis palabras: “Llena, seréis muchos”, eran un enigma para ti, y te hice comprender lo que significaban: “Cuando estés llena de Mi Espíritu Santo, tres veces Santo y dador de vida, convertirás y llevarás al arrepentimiento a muchos, con el poder de Mi Espíritu”.

He cultivado tu suelo con Mi Propia Mano y he hecho añicos las rocas para allanar Mi camino en ti. Luego he sembrado Mis Propias semillas celestiales en ti. Para honrar Mi Nombre, he hecho voto de derribar a cualquier intruso que se interpusiera en Mi entrada a Mi nuevo jardín. Noche y día Me deleité cuidando de ti. Hoy puedo decir, Vassula, que Yo no Me he esforzado en ti para nada. Mi Espíritu te liberó para que fueras un lugar adecuado en el que Yo pudiera vivir en ti. Que Mis hijos e hijas se acerquen a Mí y los liberaré para que se unan también a Mi asamblea. IC.


1 “Los vientos te sirven de mensajeros” (Sal 104,4).
2 Alusión a Jn 15.