28 de noviembre de 1996

(11º aniversario de La Verdadera Vida en Dios)

Bendita sea mi Roca,
Bendito sea mi Salvador,
Bendito sea Su Sagrado Corazón,
ese Corazón que manifiesta su Amor
por toda la humanidad.
Ese Corazón que es más deseable
que el oro más puro,
porque los tesoros1 que contiene
son más dulces que la miel.

Bendito sea Su Sagrado Corazón,
ese Corazón que me levantó y me formó.
¡Oh, Señor, ven a manifestar a la humanidad
Tus maravillas,
ven a manifestar Tu maravillosa bondad!

Yo nunca te fallaré. Mi Sagrado Corazón se te ha ofrecido para convertirse en el sol radiante de tu alma, el deleite de tu corazón y la alegría de tu vida.

Mi deseo fue revivirte y oírte…Acaríciame con tu amor. Tu sed de Mí es un bálsamo que alivia Mi Corazón herido…Ven, permíteme derramar a través de ti un espíritu de bondad y oración para que Yo recuerde al mundo Mis maravillas y el poder de Mi Misericordia por Mi entrañable bondad.

Mi Corazón está inflamado de amor por toda la humanidad y cuanto más avancen leyéndome, más gracias santificantes derramaré sobre ellos, para introducirlos más profundamente en las llamas de Mi Corazón. Yo soy infinitamente rico en gracia y quiero introducirlos en este2 Corazón, este Corazón que se deleita estando con los hijos y las hijas de los hombres.

En Mi Sagrado Corazón se hallan las riquezas y el honor, la abundancia y la lealtad duraderas. Mis tesoros os harán caminar por la senda de la virtud. Dichosos los ojos que advierten lo que ven en Mi Corazón, y lo obtienen. Su poseedor obtendrá la vida y se ganará el favor de Mi Padre, y Nosotros estaremos a su lado, deleitándole día tras día, derramando bendición tras bendición sobre él y sobre toda su casa. Mi Sagrado Corazón es como una fragancia apaciguadora. Es como el sol brillando en vuestra oscuridad. Mi Sagrado Corazón es más dulce que la miel e invito a todas las bocas a saborear Mi dulzura. Mi Sagrado Corazón es como un macizo de rosas selectas. Mi Sagrado Corazón está lleno de benignidad. Sí, es como un manantial de vida.

Volved vuestros ojos a Mi Sagrado Corazón y Su resplandor llenará vuestra oscura noche con la luz del pleno día. Mi Sagrado Corazón y abrazadlo, y su proximidad os pondrá una corona de gracia santificada sobre la cabeza, que llevará vuestros pasos por la senda de la lealtad, hasta aceptar incluso el derramar vuestra sangre por Mi honor. La santidad Invencible de Mi Sagrado Corazón puede ser vuestro escudo cuando el mal sea glorificado por el mal.

Mi Sagrado Corazón es como un árbol cargado de fruto, con un rico follaje bajo cuyas ramas podéis encontrar abrigo. El fuego de Mi Corazón es el poder para daros luz en vuestra alma. Ni las más refulgentes estrellas podrían jamás iluminar la espantosa noche de vuestra alma como el fuego que sale de Mi Corazón. Ciertamente, el fuego de Mi Sagrado Corazón es mil veces más resplandeciente que el sol. Es como poner más de mil veces todas las constelaciones del universo juntas. Conmigo están el amor divino, la misericordia divina, el fruto divino, la luz divina, la dulzura divina, los manantiales divinos, la riqueza divina, enriqueciendo a los que se acercan a Mí, llenando sus tesorerías de Mi pureza. Ansioso por salvar a Mi pueblo de la muerte, dije: “Vendré a ellos con Mi Corazón en la Mano y abriré Mi Corazón como un dique y los inundaré de Mis Tesoros divinos. Vendré sobre ellos como un inmenso océano, para fortalecerlos.”

¿Con qué podéis comparar Mi Corazón, este Corazón que puso los Cimientos de Mi Santuario? ¿Con un manojo de incienso en verano? ¿Con la melodía de un arpa? ¿Con una joya de diamante cristalino? Nada puede compararse a la invencible santidad de Mi Sagrado Corazón, pues dentro de Mi Corazón hay gracias santificadas, porque es único en Su esplendor, múltiple en Sus gracias y virtudes, sutil, suave y compasivo, incluso con el más miserable de vosotros.

Mi Corazón está activo porque Yo soy la Palabra, y la Palabra de Dios es algo vivo y activo. Mi Corazón es invulnerable en Su Gloria. Es benevolente y lleno de misericordia cuando estáis necesitados de ayuda. Puesto que Mi Corazón es el trono de la gracia, tened confianza en Mi benevolencia. Yo Me compadezco de vuestra ignorancia. No perdáis el ánimo, sabed que tenéis un lugar permanente en Mi Sagrado Corazón.

Yo soy la Palabra de Dios y de Mi Boca sale una espada incisiva. Yo estoy aquí, y Mi Corazón se encargará de todo lo que no está bien y lo enderezaré con Mi espada. Mi Sagrado Corazón no es complicado, Yo no soy un Dios complicado, porque soy como una lámpara que brilla por dentro y por fuera, y totalmente claro. Por lo tanto, nunca seréis engañados, y os garantizaré todo el tiempo que la santidad será premiada al final.

¡Mi Sagrado Corazón es tan claro y puro! Es la Luz del mundo. Mi Sagrado Corazón es divino e irresistible, porque contiene todas las riquezas de vuestra salvación. Aquel que reciba este Corazón desinteresadamente, Nos reconocerá como tres veces Santo, con reverencia, fidelidad y honor y, por Mi divinidad, le conduciré a la vida eterna.

Mi Sagrado Corazón late de amor por la humanidad, porque está enamorado del hombre. Si te acercas a Mí como un niño, pondré Mi Sagrado Corazón en la palma de tu mano, y cuando veas Mis Tesoros, revelando Mis misterios y Mis secretos con sabias palabras, te embargará tu santo temor por Mí porque te darás cuenta de que Yo soy Dios, Trino, pero Uno en la unidad de esencia, más preciado para ti que toda la riqueza del mundo, e incluso que tu vida.

Ah, Vassula… La misericordia se halla en Mí, sin embargo, muchos de Mis hijos abandonan y desprecian este Corazón misericordioso. Aunque estés exiliada en esta tierra, creación, abre tus ojos para contemplar Mi Sagrado Corazón, abre tus ojos y tu corazón a las maravillas grabadas en Mi Corazón. Yo no te ocultaré Mis inestimables Tesoros. Aunque estés en el exilio, abriré la puerta de Mi Corazón y cuando tus ojos contemplen, en medio de tu miseria, la majestad de Mi Corazón, tu alma se verá dominada por un incesante anhelo de Mis leyes, y Mis decretos serán tu deleite y tus consejeros.

Entonces, voluntariamente, Me pedirás convertirte en víctima de la Víctima, en crucifijo del Crucificado, y proclamarás al mundo Mis decretos, sin temor a la deshonra, recordando Quién te había encontrado, a ti, una exiliada en el exilio. Entonces, Me dirás, mostrándome Mi Sagrado Corazón: “Maestro, ahí es donde me quedaré para siempre, ése es el hogar que he elegido”.

La fidelidad es la esencia de Mi Palabra, y se Me conoce por ser fiel y veraz. No hay engaño en Mi Corazón. Mi Sagrado Corazón es vuestro cielo, lleno de justas decisiones. Dichoso el hombre que descubre la constancia de Mi Sagrado Corazón, que está por encima del valor de las perlas. Nada de lo que podáis codiciar Le iguala. Hijos Míos, hijas Mías, no hay nada igual a Mi Sagrado Corazón, porque Yo soy el Alfa y la Omega. Y los caminos de Mi Sagrado Corazón son caminos deliciosos, que conducen a la intimidad tan deseada por Nosotros3.

¿A qué podéis comparar Mi Sagrado Corazón? ¿A una Fuente que hace fértiles los jardines? Sí, por tanto, si un hombre está sediento, ¡que venga a Mí! Que venga ese hombre y beba. Mi Corazón es un pozo de agua viva. Venir a sumergiros en esos torrentes4 que fluyen de Mi Sagrado Corazón. Mi Sagrado Corazón es vuestro fiador y el Árbol de Vida para aquellos que Lo posean. No permitáis que vuestros pies os lleven a la muerte. Aprended que Mi tierno Sagrado Corazón es glorioso y majestuoso, seguro, fiel y veraz. Está enmarcado en constancia, y transciende los cielos. Vassula, Él levanta a los pobres del polvo,5 y les saca de su miseria, para darles un lugar en Sus profundidades, en las profundidades de la Infinita Misericordia. Que Mi Sagrado Corazón sea la Raíz que os sostenga. Y vosotros, vosotros habéis sido injertados en Mí para compartir Mi rica savia que os proporciona vida, vida eterna. Así pues, permaneced injertados en Mí para ser parte de Mí, y vuestra vida será preservada.

Vassula, he venido de nuevo para reavivar la devoción a Mi Sagrado Corazón. Dichosos todos los que sigan esta devoción. El mundo está muerto al amor, porque se ha distanciado de Nosotros6. Y al abandonar la Fuente de la Sabiduría, ha muerto en su sequía. Por esto he venido a vosotros, con Mi Corazón en la Mano, para que sintáis los latidos de Mi Corazón. No os sorprendáis, ¿no habéis leído que brotará una Fuente de la Casa de Yahveh?7 Y esta agua viva8 manará a torrentes de Mi Corazón…

Sí, para que todos vosotros obtengáis la libertad, esa libertad que sólo se encuentra en Mi Espíritu, he venido a ti, no por tus méritos, porque no tenías ninguno. No sólo te he elegido a causa de tu miseria y tu nulidad, como dices a la gente, sino también por tu insignificancia y tu total ignorancia de todo lo referente a Mi Sagrado Corazón. ¡Sí!9 Y también, de Mi la Iglesia. Empapada de pecado y no de virtud, retrato de tu sociedad y lejos de Mis Propios rasgos, ¡eras espantosa, incluso a los ojos de Mis Ángeles! Sin embargo, he venido a ti, enclenque criaturita, para mostrar al mundo el Poder de Mi Sagrado Corazón y Mi Infinita Misericordia. He venido a tu ignorancia y te he cargado con una tarea muy por encima de tus posibilidades, y te he dado a conocer Mi Sagrado Corazón, y seguiré dándolo a conocer en este mundo frío y empapado en sangre por sus crímenes.

Yo dejaré que esta Fuente10 de Mi Sagrado Corazón invada ese mundo frío, dando vida por donde pase, y Mi Promesa se cumplirá, porque Mi Espíritu Santo, el Dador de Vida, gobernará esta sociedad malvada y la convertirá en un pueblo recto. Entonces, la santidad y la justicia serán su consorte.

Vassula, en el pasado di a Mi bienamado discípulo Juan una fugaz visión de los Tesoros de Mi Corazón, que le condujo, en medio de los terrores de ese momento, hasta Mi Cruz. Más tarde, él invitó a Gertrudis a reverenciar Mi Sagrado Corazón, mostrándole el valor de los Tesoros ocultos en Mi Corazón. Sus ojos lloraron de alegría cuando vio esos divinos Tesoros. He estado deseando revelaros a vosotros, en vuestros días y vuestra época, las Riquezas de un misterio guardado secreto durante edades interminables. Así pues, honra Mi Sagrado Corazón y sé inocente, sé la sal de la tierra y la luz, para que brilles en el mundo como una estrella radiante, porque le11 estarás ofreciendo la Palabra de Vida.

¡Cae de rodillas ahora y alábame! ¿Ves cuán poderosos son Mis prodigios? ¿Ves cuán grandes son Mis maravillas? Que Mi yugo sea ligero para ti y no una carga, y no tendrás ni rastro de fatiga… Prosigue la senda que he trazado para ti y di a Mi pueblo que nadie puede sobrevivir sólo con su intelecto, y que Yo no Me revelo jamás a los que pretenden tener conocimiento únicamente de cosas terrenales, porque ése no es el verdadero conocimiento que viene de Dios. El verdadero conocimiento es conocernos a Nosotros, en Nuestra Santidad Trinitaria y vivir en una unión íntima con Nosotros. Yo no tengo favoritos, por tanto, que la devoción a Mi Sagrado Corazón sea conocida por todo el mundo12.

Sé uno en Nosotros. Nosotros te amamos, querida hija. Recibe Nuestras bendiciones

(Más tarde:)

¡Sí! Esto13 te ha sido dado en el undécimo aniversario de Mi Mensaje salvador. Continuaré llenando tu boca y alimentándote de Mi Palabra. Tú seguirás obteniendo de Mi Corazón abundantes gracias santificantes para cumplir tu misión. Y como dije a Mis otros Apóstoles de Mi Sagrado Corazón, también te digo a ti: “Ama a este Corazón, que es tan poco amado, reaviva la devoción de Mi Sagrado Corazón y diles14 que todos los que practiquen esta devoción obtendrán gracias santificantes, no sólo para ellos mismos, sino también para toda su casa”.

Y tú, amadísima Mía, sé uno Conmigo. IC.


1 Los ‘tesoros’ significan “las Palabras de Dios”
2 Jesús señaló Su Corazón.
3 La Trinidad.
4 Jesús hablaba de Su Espíritu.
5 Jesús estaba aludiendo a mí: al modo como me resucitó y me dio un lugar en Su Corazón.
6 La Trinidad.
7 Jl 4,18.
8 El Espíritu Santo.
9 Yo pensé, también de la Iglesia…
10 Jesús habla de Su Espíritu Santo.
11 Al mundo.
12 Jesús se refiere no sólo los católicos sino también todos los demás.
13 El Mensaje anterior.
14 A la gente.