Jesús mío, Divina Misericordia,
me ha faltado confianza en Ti
y así he causado aflicción a Tu
Corazón. Ahora Te ruego,
en mi. desnudez, y con total humildad,
que me perdones, para que puedas,
por Tu Misericordia
y Bondad infinitas, restaurar mi alma·desfigurada
y herida, desfigurada
y herida por los actos del mundo
contra mí y por sus palabras.

2 de noviembre de 1997