Mi Señor,
que las palabras de mi boca
encuentren favor y sean consuelo para Tu Sagrado Corazón.

Redentor del mundo,
¿por qué tejen ellos planes contra Ti, una y otra vez?
una y otra vez?

Consolador de Tus allegados,
¿por qué Te siguen ellos cargando
con la pena y el dolor?

Amigo de la humanidad,
¿por qué los propios Tuyos niegan a Tu Corazón
herido y en pecado plantan estandartes
de confusión durante toda su vida?

Los Cielos abiertamente declaran Tu Gloria
y Tu Voz es oída hasta los confines del mundo,
gritando:

«Regresad a Mí y Yo os daré
una nueva vida para vuestra alma”;

pero escarnio es lo que Tú recibes,
mi Redentor.
Y, ¡ay!, ¡tantos se mofan de Tu Llamada.,
mi Consolador!

Amigo de la humanidad, Belleza Perfecta,
Luz Tres veces Santa,
Tu Amor es de nuevo traicionado,
negado y puesto a prueba.
Tus enemigos se multiplican
y su violencia aumenta.

Cordero sacrificial,
acusado por Tus acusadores,
atacado constantemente por Tus agresores,
¿cuándo aparecerás sobre Tu caballo
como Guerrero de Justicia?»

1º de mayo de 1995