2 de enero de 2023

¿Señor?

¡YO SOY! No tengas miedo, deja que vuelvan los recuerdos de Mi primera visita a ti y revivan en ti, así como las cosas que sucedieron porque serán también para beneficio de todos aquellos que lean Mis Mensajes; que cada cual sepa cómo Me encuentro con los Míos con las bendiciones más escogidas, cómo sondeo los corazones, porque la inocencia y la integridad atraerán siempre Mi amorosa Mirada hacia eso corazones;

escúchame: recuerda a cada uno que Mi perdón no tiene límites, aunque en vuestros días estoy siendo constantemente ofendido por Mis propias criaturas, a las que quiero con locura; Mi Misericordia hacia ellas es testigo de esto, porque como sabes, en Mí se encuentran ambas cosas, la Misericordia y la Ira, de modo que en el momento de la venganza, el mundo sufrirá; miraos a vosotros mismos, considerad cuántos pecados se están acumulando sobre vosotros, generación, porque al pecar, el mal se abate sobre vosotros;

estoy aquí, hablándoos en vuestros tiempos para conducir vuestros pies con ternura hacia los Portales Reales de Mi Reino; no seáis como un holgazán sin sensibilidad, descarado y altanero; no fluctuéis con cada ráfaga de viento, fortaleced vuestra fe en Mí porque soy vuestro Consejero y Aquel que os ha engendrado; he sido desde el principio vuestro Protector y vuestro Apoyo;

ah…hija Mía, ¡hoy están tantos de ellos cerca de los Portales de la Muerte! Si al menos hubieran sido conscientes de quien los ha estado llamando todos estos años, hubieran caído de bruces, adorándome atemorizados, porque se habrían dado cuenta de que Yo Soy el que Soy, el Altísimo, el que los está llamando;

“temed a Dios y alabadlo, porque ha llegado la hora de que Él se siente a juzgar; ¡adorad al Hacedor de del cielo y de la tierra, del mar, y de cada manantial de agua! 1

La senda que conduce a mí os llevará a la seguridad y a la Vida Eterna; Yo os he engendrado, de modo que vivid como mis retoños ¡no debéis pecar! déjame recordarte que, al principio, Vassula Mía, Mi Espíritu Santo, una vez posado en ti, te ungió para que fueras capaz de ser instruida con Sabiduría y para conducirte a la Verdad. Él 2 abrió los ojos de tu alma para que Me reconocieras y Me acogieras como tu Padre, tú, la carne de Mi Carme y el hueso de Mi Hueso y mucho más allá de esta Verdad; desde entonces te he educado, a ti y a muchos más, gozosamente y con indulgencia; te he permitido recrearte en la abundancia de Mis Atrios y reconocer la grandeza de Mi Nombre, permitiendo que tu vista alcance más allá dentro del cosmos, y cómo Yo soy Señor y Rey en el más allá también;

pero aquí estoy, en tu habitación, para consolarte mientras te manifiesto Mi amistad, confiriéndote bendiciones eternas, alegrando tu corazón como hacen los padres con los hijos, colocándolos en sus rodillas; ¡oh sí! desde el vientre de tu madre, donde Yo te coloqué, ya eras Mía; estoy justo delante de ti , para velar por ti, diciéndote que no necesitas nada más ni a nadie más, salvo Mi Presencia que te bastará;

escucha, hija Mía, estate atenta a Mis palabras y escúchalas; te he cortejado y te he otorgado dones, he revestido tu alma de Mi Presencia, he bordado tu ser con las joyas de Mi Hijo, Jesús, joyas que se utilizaron para crucificarle; en Mi pasión por ti, te arranqué de la casa de tus antepasados para colocarte en Mi jardín de delicias, en Mi propia Morada Real, para dirigirte Mi poema; este poema que he escrito para ti y para todas las generaciones venideras; y continuaré pastoreando a Mi pueblo…

Acaso no has leído “vosotros también sois dioses, hijos del Altísimo, ¡todos vosotros! 3 de modo que no os quedéis en silencio, desganados y apáticos; despertad, generación, ¡porque Yo soy Dios, vuestro Padre, que está aquí entre vosotros por los siglos de los siglos, para recordaros la inmensidad del Amor que os tengo!

 


1 Ap. 14, 7

2 El Espíritu Santo.

3 Sal 82, 6.