19 de enero de 1995
La paz esté contigo. No temas, junto a ti, Yo Estoy.
La Palabra de Dios te será dada de nuevo este año. Tu generación está subestimando Mi Palabra1. Algunos de vosotros están incluso confiscando Mi Palabra. Otros están demasiado impacientes por condenar cualquier cosa que digo y ellos no entienden. En medio de su maldad, piensan mal y son campeones cuando se trata de destruir.
Te lo digo solemnemente: Hoy se está ofreciendo la Gracia a todos, pero, como en Mi Parábola del sembrador, son esa semilla que cayó al borde del camino. Sí, escuchan Mi Palabra, pero el demonio viene y se lleva lo que han oído, no sea que crean y se conviertan. Entonces, haciéndose presa de las tentaciones de Satanás, son finalmente llevados al camino de la destrucción.
Mi Gracia está sobre ti, generación, mas no por mucho tiempo ya. En lugar de atizar la llama de amor que os estoy ofreciendo a todos, gratuitamente, a través de estos Mensajes, y permitir que Mi Amor se extienda e inflame cada corazón, tantas de Mis almas sacerdotales están haciendo lo contrario. La Misericordia es vuestra esperanza de hoy, pero vosotros os contentáis con llenar vuestro espíritu del “conocimiento” que no es en absoluto conocimiento, y rechazáis la Misericordia que os estoy concediendo hoy.
Os estoy dando señales y maravillas. Os estoy dando estos prodigios por el poder de Mi Espíritu Santo. ¡Estoy levantando al débil para que dé testimonio de Mi Gloria y os recuerde que Yo soy tres veces Santo! Pero no hay tal cosa como paz en vuestro corazón, pues habéis estado rechazando a Mi Espíritu Santo, el Portador de Paz… La Noche está casi aquí, con vosotros, ¡y estás tan lejos de la conversión, generación!
Pronto, y es vuestro pronto, cuando estéis cubiertos de vuestra propia sangre, Yo, como Juez entonces, os recordaré la sangre que llevabais en vuestras manos por haber prohibido a tantos recibir Mis gracias a través de este Recordatorio de Mi Palabra. Sois como los romanos, coronándome de espinas diariamente. ¿Vais a decir entonces, como Pilatos: “Soy inocente de esta sangre” y a lavaros las manos con agua perfumada? Os negáis a aceptar el antídoto de la muerte, os negáis a reconocer Mi Palabra dada en vuestros días por Mi Espíritu Santo, y en vez de ello tomáis Mi Palabra con frivolidad.
¡Hombres sin ninguna fe en absoluto! ¡Escucháis y escucháis sin entender, miráis y miráis, pero no podéis percibir la Gloriosa e Infinita Misericordia que estoy derramando sobre vosotros! ¡Ingrata generación, has trasformado Mi testimonio sobre Mi Espíritu Santo en un mito! Has trasformado Mis Misterios en un mito y tu cayado pastoral se ha convertido ahora en un cetro de falsedad. Así pues, ¿a quién tengo que compararte en tu absoluta desnudez? ¿a Caín? ¿al Faraón? ¿a los Fariseos? ¿o a Judas? ¿Te asombras cuando levanto Mi Espada2 ante tus ojos, generación desleal? ¿No sabías que portar espada tiene su significado? ¿No has oído que soy también el guerrero de la Justicia3 y no sólo de la Paz? ¿No has leído que soy Fiel y Veraz, el Amén, el Juez con integridad, conocido bajo el Nombre de “el Verbo de Dios” ?4 Pero está dicho que tu era, Episcopal5 de la Bestia, levantará la espada contra Mí y contra Mis santos6.
Mi Reino sobre la tierra está a vuestras mismas puertas, pero no lo queréis, como tampoco queréis oír Mi Palabra…Vuestro malvado corazón no presta atención a Mis advertencias porque habéis renunciado a vuestro humilde cayado de pastor y habéis preferido el cetro de falsedad, y cuando oís La Palabra de Mi Boca, no advertís a vuestro corazón ni pensáis advertir a otros. No, estáis viendo venir la Espada7 pero no prestáis atención… Ponéis reparos y animáis a otros a hacer lo mismo: “Todo esto es necedad, no hagáis caso, es histeria. No escuchéis a ese montón de maníacos. No escuchéis ‘La Verdadera Vida en Dios’, invención del Maligno”, diréis para acallar Mi Voz. Y os apresuráis a llamar “malo y mentira” lo que es divino y santo.
Un baño de sangre te perseguirá, generación. Cada barranco, cada colina, cada mar, cada montaña será golpeado por Mi Espada. Un baño de sangre te perseguirá a causa de tu pecado, y morirás. Pero si, incluso hoy, renuncias a tu pecado y te arrepientes de corazón y prometes vivir con caridad, unión y paz, vivirás y no Me acordaré más de tus pecados. Vuelve a Mí, generación, ¿por qué estás tan deseosa de morir con tu pecado? Vuelve a Mí, ¡renuncia a tu pecado y vivirás!
¿No has leído8: “Yo soy el Amén: el Testigo Fiel y Veraz9, el Origen Último de la creación de Dios, el verdadero guerrero de la Justicia ?”10 ¿Cómo puedes tú, que predicas diariamente Mi Palabra, no discernir los tiempos ni los signos? A ti, que persistes en declarar que no soy el Autor de este Mensaje, Yo te digo: juzgas con criterios humanos, y te glorías en tu gloria… Ten cuidado, pues, y guarda tu lengua de hacer juicios. Yo soy el único Juez, y tú estás verdaderamente en Mis Manos… Con Mi Espíritu he fortalecido lo que era frágil, para que, a través de ella,11 Mi Nombre sea alabado y aclamado en todas las naciones, a fin de que el hombre débil encuentre su fuerza.
Yo te he ordenado ser el Eco de Mi Palabra, un rollo de pergamino que se ha de leer, para que, una vez oigan y coman12, tengan gozosamente el valor de confesar y arrepentirse.
He dicho en la Asamblea de Mis santos13: “No privaré a nadie de Mi Luz, nadie debe seguir preso en la oscuridad. Mi Padre está afligido de infinito dolor, y la retribución que ha reservado a esta generación sin fe y apóstata está ahora a sus mismas puertas. En medio del caos en el que viven, enviaré el Vaso14 que Me llevó en la carne, para que los lleve de nuevo Mi Palabra, a fin de que Yo venga a ellos como una gota de rocío matutino en su desierto.
“Enviaré a Mi Madre a enseñarles poco a poco Mis caminos y corregir a aquellos que Me ofenden. Mirad, Yo Mismo descenderé también a este desierto para reanimar a los muertos. Se les dará gratuitamente Instrucción y Sabiduría. Vendremos con Nuestro Corazón en la Mano para ofrecérselo a ellos y, como Dos Lámparas, una junto a otra, resplandeceremos sobre ellos.
“No voy a ser lento en ejecutar Mi Plan y un tiempo de Misericordia les será concedido a todos. Por eso suscitaré discípulos, en este fin de los tiempos, para construir lo que ahora yace en ruinas. Los enviaré a dar testimonio en Mi Nombre. Los enviaré donde hay arbustos cuyo fruto no madura nunca, y donde se descuida la senda del Verdadero Conocimiento.
“Mis preciosos15 serán enviados a las entrañas de esta tierra, donde el pecado está enroscado como una serpiente en su nido, para extirpar y desarraigar el mal. Los enviaré para desarraigar el gran Plan de la Bestia. Les otorgaré poder en su misión especial y sus acciones serán coronadas de éxito. Con Mi Espíritu Santo resistirán a temibles demonios. Con valor y perseverancia no tomarán en consideración la lapidación que sufrirán. Mi Espíritu Santo será su guía y su compañero, guiándoles prudentemente en sus empresas. “Cumpliré Mi Promesa sin tardar y enviaré a Mi Espíritu Santo desde los Cielos a trabajar con ellos y enseñarles todo lo que ya les he comunicado. Abriré sus bocas y las llenaré de Mi Palabra, y su lengua será como una espada. En esos días guardaré muy de cerca a Mis preciosos de Mis enemigos16, los opresores. Les libraré de las trampas preparadas para ellos y de las duras y fatales piedras dirigidas contra ellos. No, Mi Mano todopoderosa no carecerá de medios para salvarles. Trataré a esta generación con clemencia, a pesar de su maldad.”
Esto es lo que he dicho hoy en Mi Asamblea del Cielo. Aunque he estado hablando y profetizando por sus bocas, los ricos de espíritu no sólo Me están oprimiendo a Mí, sino que además están blasfemando de las Obras de Mi Espíritu Santo. Yo os digo: ¡llegará el Día en que vosotros también acabaréis admitiendo la verdad de Mi Palabra!
Hija, aunque muchos unan fuerzas contra ti, Yo estoy contigo, y también tu Madre. No te canses, permanece en Mí a fin de que la obra que te he encomendado resplandezca sobre todos vosotros y sobre todas las cosas. Ruega por la unidad, la reconciliación y la renovación de Mi Iglesia. Sed uno en Mi Nombre.