13 de diciembre de 1993
Dios, Señor Todopoderoso,
átame más a Ti,
átame a Tu Eterno Amor.
Yo Soy estoy contigo y nunca te fallaré. Estás unida a Mí… Te he llamado ahora y Me has respondido. Escribe, Vassula Mía: tu hermana Rusia Me honrará al final, y un día se la llamará santa, porque Yo seré su Soberano. Una vez más, la Integridad habitará allí…
¿Sí?
Señor, la corrupción está ahora penetrando en ella…
Yo la haré bajar los ojos…
No entiendo, Señor, de qué forma le harás bajar los ojos.
Muy bien, entonces, te lo diré: con el brillo de Mi Majestad1. En ese momento, vendré y descansaré en su corazón…
Señor, todavía vive en la oscuridad del pecado y de la angustia.
Los que han tomado el camino equivocado, caerán. Destruiré las fuerzas del lujo con Mi Fuego, y los orgullosos serán humillados. Me propongo reconstruir Mi Casa y adoptaré a sus hijos e hijas para que Me honren. Vassula, no te quedes ahí, aturdida y sin comprender. Yo te digo que tu hermana Rusia será la cabeza2 de muchas naciones y, al final, Me glorificará. Escucha con atención y comprende:
Sus pastores se reunirán.
Mientras que en otros lugares se romperán tratados, y mientras que la rebelión se estará abriendo camino en otras partes, para abolir el Sacrificio Perpetuo, los pastores de Rusia se reunirán para restaurar Mi Casa, reverenciando el Sacrificio Perpetuo, adorándome y honrándome.
Cuando en los últimos días, nación tras nación caiga en la decadencia y se pervierta por haber erigido la desastrosa abominación en el Lugar Santo, los pastores de Rusia se reunirán para santificar sus altares.
Y mientras que otros3 reverenciarán una forma sin vida, una invención del ingenio humano, una imagen sin aliento, los pastores de Rusia se reunirán, glorificándome, porque Yo, Dios, preservaré su Integridad.
Y mientras en otros lugares se emplean diabólicamente los mayores esfuerzos para acortar los días de Mis portavoces, ya que son la esperanza de este mundo, los pastores de Rusia se reunirán para proteger Mi Santo Sacrificio. Y Yo, por Mi parte, estableceré Mi Trono en ella, y congregaré, para Mi Gloria, a todos aquellos que lleven Mi Nombre.
Repararé sus altares destrozados porque, al final, muchos de los que viven bajo Mi Nombre se pondrán de su lado, y sus pastores reedificarán Mi Casa tambaleante, con una sola mano y un solo espíritu. Lo que una vez se torció, se enderezará ahora, y Yo adornaré a Rusia con impresionantes vestiduras, debido a su celo por Mí. Situaré a sus pastores a la cabeza de innumerables naciones. He grabado en ella el sello de la consagración para que Me ofrezca, una vez más, incienso y una fragancia apaciguadora. Por eso voy a colmar a sus pastores de milagros.
“Rusia, Mi Lealtad y Mi Mansedumbre te santificarán. Rusia, hija Mía, reconóceme por entero y Yo te prometo bajo juramento que exaltaré a tus descendientes como estrellas y les daré vestiduras sagradas. Reconóceme por entero, Rusia, y aniquilaré a todos tus oponentes. Si Me reconoces plenamente, haré nuevos prodigios en ti, para probar, a todo el que vive bajo el sol, Mi Misericordia y Mi Santidad”.
Estoy preparado para mostrar Mi Compasión hacia ella, y no seré remiso si ella Me acoge con entusiasmo. No Me demoraré en mostrarle cómo Yo, el Todopoderoso, puedo eliminar a los arrogantes y romper sus cetros ilegales. Pero4, si ella pervierte la libertad que acabo de darle y Me aparta de su mente, aunque sea por un momento, permitiré que un enemigo la invada… Si Rusia no regresa a Mí con todo su corazón y Me reconoce como su Salvador, con un corazón indiviso, enviaré a ella un vasto y poderoso ejército y, desde ella, a todas las naciones. Un ejército como nunca ha existido antes y como nunca existirá otra vez hasta las edades más remotas; y el cielo se volverá negro y temblará, y las estrellas perderán su brillo…
“Hoy estoy preparado para compensarte, Rusia, por los años que has sufrido y aún puedo arrebataros a todos de las llamas, si Me reconocéis plenamente. Busca el bien y no el mal. ¿Te has olvidado ya de tu hambre y de tu sequía?5 …He hecho retroceder al dragón rojo y he destruido la exuberancia de su imperio. He humillado a los soberbios, he abierto las puertas de las cárceles y liberado a tus cautivos. He derrocado el reino del dragón rojo que se había enroscado en tu vientre, ese dragón que hizo temblar la tierra convirtiendo tu país en un yermo. Para honrar Mi Nombre en ti, de nuevo, he abierto tus Iglesias una tras otra, te he llamado ese Día por tu nombre:
Rusia6
para alegrarte y que estés contenta, y para celebrar la Fiesta de Mi Transfiguración7. Yo transfiguré tu imagen instantáneamente. La miseria de tu opresión fue tu castigo por los crímenes del mundo. Y ahora estoy esperando a ser clemente contigo, Rusia, porque, al final, tú Me glorificarás. Te digo que, mientras otros estarán destruyendo, tú estarás construyendo. Mientras muchos estarán cayendo, tus pastores se estarán levantando, si pones tu confianza en Mí. Y, mientras algunos de los Míos, que están sentados a la mesa Conmigo, estarán traicionándome alevosamente, tú, tú serás la que extiendas tu mano para defender Mi Nombre, Mi Honor y Mi Sacrificio, y así, todos tus pecados se habrán saldado.
“Entonces darás un paso al frente, con lealtad, y salvarás a tu hermano, tu hermano que fue presa del maligno. Resucitarás la Iglesia como Una, y la Justicia llegará para vivir en Ella. La Justicia traerá la Paz y una seguridad perpetua. Serás dichosa, cantándome alabanzas. Serás rica, pues, por la lealtad que demostraste hacia tu Rey, Él te devolverá el ciento por uno. Y allí donde los tratados se rompieron y los profetas fueron despreciados y asesinados, allí donde se sembraron muchas ofensas y se pronunciaron amenazas que llegaron con gran alboroto hasta los Cielos, allí, amadísima Mía, allí las nobles voces de tus pastores gritarán:
“¡Salvación! ¡Sacerdotes y ministros del Altísimo, la salvación sólo la encontraréis en el Amor! ¡Paz! Pastores del Reflejo del Padre, la paz sólo la encontraréis en el Perdón. ¡Unidad! Unidad, hermanos de la Luz tres veces santa, Aquel que es Uno en Tres, Tres en Una Luz, ¡sólo la encontraréis en el intermatrimonio! Que nuestro Señor Todopoderoso, el Irresistible, nos haga dignos de Su Nombre, que nos conceda ser uno en Su Nombre. Padre Eterno, permítenos ser tan completamente uno, que el resto del mundo comprenda que fuiste Tú quien envió al Cordero Sacrificial para glorificarte a Ti y para dar a conocer Tu Nombre.”
“De este modo, tú destruirás al Divisor y repararás lo que había sido deshecho. Rusia, tu cometido es honrarme y glorificarme. La Festividad tiene aún que llegar, pero depende de ti de qué manera llegará ese Día:
No Me obliguéis
a haceros regresar a Mí
por medio del fuego,
sino con vínculos de Paz.”
Vassula, permíteme escribir por medio de tu mano. Eres imperfecta, pero, en tu imperfección, Yo glorificaré Mi Nombre, Mi Casa y Mi Herencia. El Amor te ama y está contigo cada minuto de tu vida. ¡Alégrate! Yo, Jesús, estoy contigo.