15 de mayo de 1992

Fuiste Tú, Señor mío,
quien me dio verdadera educación
sobre muchos de Tus Misterios,
puesto que Tú Mismo me criaste
y eres mi guía de Sabiduría.

Tu Sabiduría
me ha hecho intimar Contigo.
“Concédeme hablar como Tú quieres
y expresar pensamientos
dignos de Tus dones”1.

Yo, Yahveh, te amo. Quédate cerca de Mí. Quédate cerca de Mí y camina con tu Padre.

Repite Conmigo esta oración:

Oh Padre Eterno,
Autor del Himno de Amor,
Rey desde el principio,
Te has alzado, oh Dios, para decir algo
a todos los habitantes de la tierra.

Fiel a la grandeza de Tu Misericordia
y de Tu Nombre,
has hecho llover sobre nosotros
bendición tras bendición.
Sobre las olas del mar y sobre la tierra entera,
se ha extendido Tu fragancia.

Poderoso Dios,
nunca ha habido antes
cosas tan hermosas en nuestra generación.
Autor del Himno de Amor,
Tus Obras son una soberbia ornamentación,
un adorno magnífico
para deleitar los ojos y el corazón.
Yo quiero alabarte, Padre Eterno,
toda mi vida,
y cantar para Ti, Dios mío,
mientras viva. Amén.

Y Yo te digo: extiende Mi Himno de Amor Conmigo, tu mano en Mi Mano. Pequeña, camina Conmigo, eso Me agrada. Me propongo, en los próximos días, regar Mis macizos de flores. Espera, hijita Mía, y verás Mi Gloria. Mi Himno de Amor crecerá volviéndose un río y este río se convertirá en un mar de Amor.

“Haré brillar la disciplina,
entonces derramaré la enseñanza como profecía,
como un legado para todas las generaciones futuras”2.

Sí, esto es lo que digo Yo, el Creador de cielos y tierra. Y sabed que pronto se cumplirá Mi designio por entero, ciudad3 tras ciudad será habitada por Mí, y reconstruida4. Yo levantaré vuestras ruinas y reconstruiré Mis altares5 uno tras otro. Una vez levantado el interdicto, toda la humanidad será entonces consagrada a Mi Sagrado Corazón y al Corazón Inmaculado de vuestra Madre.

Ecclesia revivirá.


1 Sb 7,15.
2 Si 24,32-33.
3 Es decir, alma tras alma.
4 Es decir, convertida.
5 Los fieles que fueron perseguidos y heridos.