18 de abril de 1992

Fraude y opresión llenan su boca,
rencor e iniquidad están bajo su lengua;
allí, entre las cañas,
se emboscan al acecho
para matar al inocente
donde nadie los pueda ver1.

Mi pobre y miserable instrumento, crece en Mi Amor. Yo soy El que te adopta, así que permanece en Mi Amor y crece en Mi Amor. Comerás de Mis Riquezas para revelarme y glorificarme. Bendita de Mi Alma, escribe:

Donde hay desconfianza y pensamiento racional hay también disputa y contienda. Esta clase de gente vive intelectualmente en la oscuridad y está alejada de las Obras del Espíritu. Hija, ellos no han percibido aún Mi Belleza…

Yo he elegido tu corazón, hijita Mía, para que fuera Mi Tablilla en la que escribiría Mi Cántico de Amor a todos Mis hijos. He hecho de ti un Himno de Amor. Mis Palabras no están solamente impresas, Mis Palabras en ti están vivas y son Espíritu. Te he dado una enseñanza sólida.

No te preocupes por los que vienen a ti con argumentos sin fin y con la manía de cuestionarlo todo y discutir sobre palabras. Esas personas son presa del Tentador y, dándole pie, le permiten atraparlas por la ambición. Impón tus manos sobre esas personas y bendícelas: “En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Me honrarás y Me glorificarás.


1 Sal 10,7-8 (Samek-Pe).