2 de mayo de 1991

(Mensaje para una persona determinada.)

La paz esté contigo.

El advenimiento de Mi Reino en la tierra está al alcance de la mano y Mi Voluntad se hará en la tierra como en el Cielo1, y en vuestros corazones reconstruiré la unidad de Mi Iglesia. Ya no esperaré más tiempo la aprobación humana y Mi Esposa será una vez más revestida de una Gloria resplandeciente. El interdicto de la división será levantado y la Mujer revestida del esplendor del sol, a quien estoy enviando delante de Mí para educaros, os dará ánimos. Yo Le he dado poder sobre toda raza y todo territorio para que abra una ancha senda para Mí.

El humo que ha penetrado en el corazón de Mi Santuario, mancillando el Cáliz, el Tabernáculo y todo lo que es santo, se disipará con un soplo de Mi Aliento. Entonces las naciones hablarán un solo lenguaje y todas ellas Me adorarán alrededor de Un Solo Tabernáculo, el Tabernáculo del Cordero Inmolado, el Tabernáculo del Sacrificio Perpetuo que Mis enemigos están tratando de abolir y reemplazar por su desastrosa abominación. Muy pronto ya, amigo Mío, estaré de nuevo con todos vosotros, y Mi oración sacerdotal al Padre se cumplirá: seréis uno como Nosotros, en la Santísima Trinidad.

Todavía guardo ocultas en Mi Sagrado Corazón muchas cosas que anunciarte y mostrarte, porque los Tesoros que tengo dentro de Mí son innumerables, pero ahora resultarían demasiado para ti2. Tu alma no sería capaz de asimilarlo todo, pero poco a poco te revelaré los Tesoros de Mi Sagrado Corazón, y paso a paso te guiaré hacia lo que parece un Faro: un Misterio de Insondables Riquezas que han estado ocultas durante generaciones y siglos. Yo te revelaré, amigo Mío, la exuberante gloria de la Esperanza, la Sabiduría y el Conocimiento. Arráigate en Mí y darás fruto. Permanece en Mí y vivirás. Te he dicho todo esto, amigo Mío, para que cuando lleguen las pruebas no vaciles.

El Amor está a tu lado. Ámame.


1 Jesús, al decir esto, miraba al Cielo. Lo dijo muy majestuosamente.
2 Jesús hablaba con humor.