3 de mayo de 1991

Señor,
inúndame con Tu Espíritu Santo.
Ven a invadirme con Tu Espíritu Santo,
para que el enemigo no encuentre
ningún espacio dentro de mí.
Que Tu Espíritu Santo descienda
a lo más profundo de mi alma
para regarla y colmarla de riquezas,
de esas riquezas que no son del mundo.
Bendito sea Dios.

Yo Soy está contigo. Recibe Mi Paz. He descendido a tu habitación para hacerme tu amigo. Entonces era un extraño para ti, pero ¿ves? Mis Enseñanzas te han levantado hasta Mi Corazón y hoy he convertido tu aridez en una tierra fértil. Paloma Mía, Me deleito en ti. Pequeña Mía, vivo en ti. Mi cabezal, descanso en ti. Glorifícame ahora y restaura Mi Casa. Glorifica a tu Padre que está en el Cielo, tratándolo como a un Rey.

Ah, hija Mía, Mi Boca está seca por falta de amor. Estoy sediento por falta de amor. Venda Mis Llagas con tu amor, arráncame Mis espinas y consuélame. Alábame todo el tiempo desde el corazón. Háblame y no esperes hasta mañana. Deléitame permaneciendo pequeña. Permíteme, Vassula Mía, utilizar tu pequeña mano. Ofréceme tu tiempo y Yo te saturaré de Mi Fuente, y los Tesoros que te daré no podrán nunca evaluarse, ningún hombre podrá sondear su magnificencia.

Yo, el Señor, Me haré un Trono en ti para gobernarte. Y Me permitiré, puesto que Me has dado tu consentimiento, seguir los impulsos de Mi Corazón. Estoy en Mi Dominio y tengo ahora plena autoridad sobre ti.

Alábame a menudo y bendíceme. El Amor está contigo.