13 de abril de 1990
(Viernes Santo – Mensaje para todos los que trabajan para difundir estos mensajes.)
La paz esté contigo. Yo soy Quien estimula a Mis instrumentos. Deja de preocuparte. Yo estoy a tu lado, hijita Mía.
¿Señor? Invádeme.
Lo haré si tú Me dejas. Hazme sitio. Yo te amo. ¿Te das cuenta de que a través de Mí se dará a conocer Mi Mensaje? Yo tengo las llaves de todas las puertas. Si sobreviene algún impedimento, recuerda que Yo lo he permitido para Mi Gloria. Sé sutil con Mi Obra, y digo lo mismo a todos los que he escogido para esparcir Mis semillas. Los que Me fallen serán reemplazados.
Sed inteligentes como serpientes, pero inofensivos como palomas. No temáis a nadie. Estad alerta a los peligros. Confiaos los unos a los otros, compartid los unos con los otros, permaneced todos en Mi Amor. Recordad que no sois vosotros los que Me habéis buscado. Soy Yo quien os ha escogido y soy Yo quien os ha formado, transfigurado y llenado de celo. Os he dado una tarea a cada uno para que vayáis y deis fruto. Soy Yo quien os ha encargado este trabajo.
Os amo y os guiaré hasta el final. Perseverad hasta el fin. No os durmáis para no dar pie a Satanás. Permaneced despiertos. Descansad cuando tengáis que hacerlo, pero no descuidéis Mi Obra. Haced todo lo que podáis y Yo haré el resto. Yo soy la Puerta y nadie puede entrar en Mi Reino a menos que pase por Mí.
Por favor, Señor, nombra a las personas a las que te estás dirigiendo.
Vassula, todo el que transmite Mi Palabra, transmite Mi Luz. Yo los he escogido, y ellos mismos lo saben. Os bendigo a todos, a todos los que difundís Mi Mensaje.
Vassula, Mi cordero, siempre he sabido que eras débil y por eso te he escogido. La debilidad Me atrae. Mi Poder se manifiesta como nunca en la debilidad. Pruebas las tendrás siempre, pero son para tu crecimiento. Yo te quiero fuerte, te quiero capaz de hacer frente a las dificultades con prudencia. Quiero que Me glorifiques.
Por tanto, Vassula Mía, no permitas que te tiente la serpiente. Te está rondando de cerca y tratando desesperadamente de hacerte caer. Mantente siempre alerta. Yo estoy contigo y te sostendré en tus caídas. Ora incesantemente para que el tentador no tenga ocasión de acercarse a ti. Ésta es Mi recomendación: ora, ora, ora y recuerda siempre Mi Presencia. Ayuna, confiésate y adórame. Cómeme y bébeme. Retribuye el mal con el amor y alégrate de todo lo que Yo te estoy dando. ¡Ah! ¡Vassula!… Deléitame permaneciendo pequeña.
Señor, tritúrame si tienes que hacerlo, pero consérvame pequeña.
Yo te mantendré pequeña… Toma ahora Mi Mano y subamos.
Yo, Jesús, os amo a todos. Recordad que Yo soy la Resurrección.