4 de junio de 1988

¿Señor?

Yo soy. Jamás te fallaré. Te instruiré más sobre la Confusión en Mi Iglesia. Esfuérzate por escucharme y agradarme, rezando el Santo Rosario. Siente los Misterios. Contémplalos a través de los ojos de tu Santa Madre: esos Misterios, que vuestra era trata de racionalizar. Hija, aún no han entendido que Yo los quiero como niños, inocentes, con una fe-de- niño.

He imbuido de riquezas y de Gloria a Mi Iglesia, para alimentar a muchas almas, a naciones enteras. Es rica en sus Misterios, esos Misterios que muchos de vosotros no aceptan como tales. Mi pueblo hoy carece de humildad, de sencillez, carece de pureza de Fe. Hoy vuestra era trata de racionalizarlo todo, ¡¡incluso Mis Misterios!!1 ¿Cómo se atreven a creer que pueden quitarme el velo a Mí su Dios, tratando de describir racionalmente Mis Misterios?

Esos, hija Mía, son los “cuervos” de los que te he hablado en la parábola sobre el Sembrador y los cuervos2. Esos cuervos, que han perdido la Fe, se esfuerzan en establecer sus propias teorías para acomodarlas a su propia inteligencia humana, intentando complacer a los medios de comunicación. Pero la verdadera razón es su propia pérdida de fe en Mí. Mis Misterios deben permanecer inalterables, dejándolos en su pureza. Esos “cuervos” han difundido ERRORES en Mi Iglesia, corrompiendo la Verdad y Mi Palabra, esa rica cosecha de Mi parábola. Mi Palabra y Mis Misterios deben permanecer irrevocables.

Mi Iglesia yace hoy en la oscuridad y la confusión. Ésa es la herejía que ha penetrado en Mí Santuario, induciendo a errores a muchos de Mis sacerdotes. El Espíritu está llamando y diciendo a todas las Iglesias: Rebatid la falsedad, corregid el error, llamad a la obediencia, pero hacedlo todo con paciencia y con intención de enseñar3. Ha llegado el momento. Lejos de contentarse con la sana doctrina4, la gente está ávida de la última novedad y colecciona toda una serie de maestros, conforme a sus propios gustos, y en lugar de escuchar la Verdad, se dejan llevar por mitos5. Dime, Vassula, ¿puede el Evangelio ser fragmentado y dividido?

No, Señor, es imposible.

Toma esto como ejemplo también para Mi Cuerpo. Mi Cuerpo tampoco puede ser dividido y, sin embargo, ellos lo han dividido… La Rebelión ha penetrado en el corazón mismo de Mi Iglesia. Primero una rebelión interior, infundida por Satanás, se aposentó en el alma de algunos de Mis sacerdotes, obispos y cardenales, ofuscándolos. Nublados por las alas de Satanás, cayeron en sus trampas. Esta rebelión está ahora en medio de ellos, lacerando Mi Sagrado Corazón.

Al principio, esas almas sacerdotales, después de absorber de Satanás la Semilla de la Rebelión, se obsesionaron con esa semilla, elaborando malvados designios, intrigando. Han fomentado la Oposición, contradiciendo al sucesor de Pedro, ese Pedro-de-Mis-Corderos escogido por Mí. Esa Semilla de Rebelión, llegada ahora a su madurez, les ha dado la fuerza de declarar abiertamente su rebelión, para dividirse de nuevo y lanzar flechas envenenadas contra Mi Iglesia… Me han traicionado6. Han traicionado a este Corazón-lleno-de-Amor, exactamente igual que Judas en Getsemaní… Me están arrastrando para flagelarme… Me están flagelando. Oh, Vassula, ¡cuánto sufro!

¡Oh Señor, no!

(En una visión interior podía ver a Nuestro Señor sufriendo la flagelación, atado a una columna. A cada latigazo que desgarraba Su Cuerpo, se estremecía, jadeante y sin respiración. Su cuerpo no era más que una pura llaga.)

¡Oh, Señor! ¿Cuándo van a parar de una vez?

No van a detenerse. Me flagelan salvajemente, ebrios de Vanidad y Desobediencia. ¡Sólo obedecen y son leales a Mi enemigo! Están arruinando Mi Fundación, están dispersando a Mis ovejas y están pisoteando a Pedro, empujándolo a un lado, están tratando de silenciarlo…

Caín jamás ha comprendido a Mi Abel. Oh, Abel… Yo no te abandonaré, tu Dios está cerca de ti. Tu Dios está llegando con una legión de ángeles, para defenderte y pisotear a Mi enemigo, que es tu enemigo. Estoy preparando a Mis ángeles, y Caín no te golpeará. Tendrá que levantarme la mano a Mí, su Dios. Yo, el Señor, le sorprenderé.

Mi Iglesia será unida por Mi Sagrado Corazón y por el Corazón Inmaculado de vuestra Santa Madre. Así como Nuestros dos Corazones están unidos, así estará unida Mi Iglesia. Mi Iglesia será Una.


1 Dios parecía asombrado por nuestra necedad.

2 Ver el 16 de mayo de 1988.

3 2Tm 4,3-4.

4 Jesús me pidió que abriera la Santa Biblia y escribiera ese pasaje.

5 2Tm 4,3-4

6 Cuando Jesús dijo ‘traicionado’, lo dijo muy herido.