9 de febrero de 2016
Señor, Dios mío, nos has dicho tantas veces que se Te conoce por derrocar reinos, por arrasar ciudades cuando éstas te provocan e impiden Tu paso entre Tu pueblo; con todo mi respeto hacia Tu Santidad, hace ya más de 30 años que has estado diciendo que tengamos paciencia para la llegada de nuestra redención y Tu triunfo venidero, y que ‘ningún país ha nacido en un día’, ‘ni tal ciudad fue construida en un día’, como expresión de espera y no de prisa; ¿pero seguramente, al cabo de 30 años, la ciudad estaría ya construida y probablemente un país tendría habitantes de 30 años de edad, además de sus hijos?
¡Vassula! ¿acaso tienes razón de estar impaciente?
el mal está aumentando; nos están persiguiendo;
¿debo quitar ahora la vida a tres tercios de los habitantes de la tierra para que perezcan en Mi Fuego? ¿o debo más bien ablandarme?
Señor, ¿ves algunos esfuerzos por nuestra parte para renunciar a nuestros pecados y arrepentirnos?
estoy conteniendo Mi ira;
¿pendiente de un hilo?
no, de corazones que están rogando ansiosamente por la conversión del mundo y que Me están ofreciendo amor sacrificial; y que están siguiendo Mis Huellas Ensangrentadas; esas almas se han consagrado enteramente, en cuerpo y alma, al bienestar y a la conversión de sus compatriotas; Yo voy a visitaros pronto, pero emitir un Juicio prematuro no sería provechoso para nadie; no obstante, Mi Juicio mediante el Fuego no está lejos de vosotros; ¡no he encerrado Mi Juicio en un sótano! Mi Juicio se dará a conocer; ves, Vassula, la compasión del hombre es limitada y también lo es su paciencia, ambas no se extienden más allá de su propio yo, pero Mi compasión se extiende a todo ser viviente; ¡ánimo! ¡paciencia! ¡no te van a hacer estallar!
Señor, trae la paz al mundo, vuelve a traer la unidad a Tu Casa, y la reconciliación.
mira, en honor a Mi Santo Nombre, uniré la Casa de Oriente junto con la Casa de Occidente; ¿no te lo había anunciado? 1 te he dicho que deberíais consideraros bienaventurados, porque pronto Mi Padre obrará milagros y os concederá, a los que buscáis la unidad, una victoria sin precedentes; esto sería el resultado, hija, de esos corazones sinceros que rogaron por la unidad; ¡sí! efectivamente, el favor de Dios, como he dicho, se manifestará pronto…
por consiguiente, Mis Murallas serán reconstruidas, erigidas como lo fuero una vez, y tú, pequeño brote de la Casa de Oriente, mantente firme, sé igual que un diamante incrustado en Mi Corona; nadie puede ser más verídico en sus palabras que Yo, Jesucristo, que soy la Verdad; comparte Mi Amistad y no seas como una valla entre tú y Yo: Me deleita tu proximidad a Mí; recompénsame continuando siendo fiel a tu misión, recordando a las naciones Mi exuberante Amor, Mi Infinita Misericordia y Mi Ternura; revélame…ora y ámame; Yo, Jesús, soy todo lo que necesitas; ic