14 de diciembre de 2009
Vassula escribe:
El sábado pasado tuvimos aquí, en Rodas, nuestro encuentro de oración. No todo el mundo estaba presente ese día, sólo algunos. Hacia el final tomamos la oración del 28 de noviembre y la rezamos juntos. Después tomamos la Biblia en griego (que era completamente nueva) y la abrimos. Mi dedo se posó en Ezequiel, 7, 1-14. ¡Mientras lo leía todos sentimos que era como si estuviésemos leyendo de nuevo la oración! A continuación, cuando abrí la Biblia en inglés para leerla (puesto que mi griego no es demasiado perfecto) tenía un marcador de libro justo ahí. Lo que entendimos de esto es que el Señor estaba tratando de enfatizar la gravedad y la urgencia de Su mensaje anterior, que es esa oración.
Al día siguiente, domingo, estando sentada en la Iglesia, al cabo de unos 5 minutos, oí la voz del Señor llamándome para hablarme. Mi preocupación era no acordarme luego de escribir lo que había dicho. Nuestra Señora dijo al final unas pocas palabras. Pero el Señor me dio a entender que no tenía que preocuparme porque Él me recordaría Sus palabras cuando las escribiera; de hecho, me llevó de nuevo la mano. Así que esto es lo que Jesucristo dijo ayer y Sus Palabras han sido escritas hoy lunes, 14 de diciembre.
da testimonio, hijita Mía, de Mi parte y en Mi Nombre, y habla diciendo a esta generación:
no escuchéis a falsos profetas que os siguen cubriendo de caricias, diciéndoos que todo está bien y que habéis mejorado, sólo porque estáis alardeando de cristianos, cuando de verdad apenas estáis actuando de acuerdo con Mis Palabras; ¡os digo que si vuestra virtud de ser cristianos no va más al fondo que la de los impíos, Mi Padre, al no reconocerme en vosotros, no os permitirá jamás entrar en Nuestro Reino!
la ira de Mi Padre se desatará sobre vosotros; ¿no habéis aprendido que Mi severidad es tan grande como Mi Misericordia? Tú que te vendes a los de tu alrededor como un buen cristiano, dándoles esa falsa imagen del cristianismo, serás puesto al descubierto y también tu pecado; y tú, cuya lengua no paró jamás de juzgar injustamente, tu pecado recaerá sobre tu propia cabeza; Mi ira se inflama contra la gente como tú y te juzgaré por tu conducta como lo merece;
¡y tú, que no puedes perdonar y olvidar como Yo perdono y olvido, Mi Padre también retendrá ese pecado contra ti! Yahveh está cerca, llegando a toda prisa, así que, dime, ¿dónde te esconderás? llevar una vida de pecado es pertenecer al demonio; has aprendido cómo y de qué manera serás juzgado cuando no estés dispuesto a reconciliarte con aquel al que guardas rencor; Yo te digo que este pecado de negarse a llegar a un acuerdo y hacer las paces, será amargamente pagado por ti hasta el último céntimo;
¿acaso no he dicho: debes amar a tu prójimo como a ti mismo e incluso más: debes aprender a amar a tus enemigos? Bien, ¿de qué han sido testigo Mis Ojos? He sido testigo de un exiguo grupo que sigue verdaderamente Mis caminos, pero la mayoría está en pecado y haciendo la labor de Satanás; no os engañéis a vosotros mismos, ya que a lo largo de los días venideros os dirigiréis a la destrucción porque no estáis siguiendo Mi Palabra 1; si alguno de vosotros se sigue negando a obedecer Mis principios, Mi Padre también le negará una morada en el Cielo; y tú que has tomado Mi Nombre 2 y sin embargo actúas con violencia, cólera y soberbia, el mismo azote que tu afilada lengua utilizó contra tus hermanos, será utilizado igualmente contra ti para condenarte; y tú que sigues durmiendo en tu apatía y letargo, no pienses que no Me he fijado en ti, serás considerado entre los paganos y cosecharás lo que has sembrado;
¡en cuanto a los apóstatas, probarán el fuego del infierno! la ira de Mi Padre se ha encendido contra esta malvada y perversa generación; ¿cómo puedo retener por más tiempo Su Brazo de caer con fuerza sobre vosotros? “volveos atrás de vuestro malvado proceder” fue Nuestro tema constante, pero buenos y malos se han estado negando a abandonar su modo de vida; los buenos por no tomar en serio Mis Palabras en estos Mensajes ni actuar de acuerdo con ellos, los malos por negarse a ser salvados, rechazando Mi Misericordia, rechazando Mi Mano; decidme qué haréis cuando os deis cuenta ese Día de que sois mera arcilla y que esa arcilla, sin Mi Presencia en vuestro interior, no era más que polvo…
el desastre está justo a la vuelta de la esquina y el follaje se secará pronto; tenéis poco tiempo para enmendar toda vuestra conducta y vuestras acciones, no dejéis que la destrucción os alcance; tomad el buen camino y cortad con vuestras abominaciones y vuestras perversiones; poned todo vuestro afán en Mí, vuestro Señor, si no, os pulverizaréis en cenizas como una ciudad incendiada;
ahora bien, si os he afligido, siquiera por un momento, ha sido debido a la inmensidad del amor que os tengo; quiero conduciros al arrepentimiento y salvaros; quiero labios que estén limpios cuando invoquen Mi Nombre, especialmente estos días en que Mi Santo Nombre será profanado y no significará nada para muchos, mientras celebran Mi nacimiento sin honra y sin alabanza; arrepentíos todos y centraos en Mí; rogad para que la culpa de esta generación no sea la causa de vuestra destrucción, de otro modo la ira del Padre le llevará a exclamar:
“¡basta!”
y Su abrasadora ira cubrirá muchas naciones y el mundo se desintegrará; dichoso el hombre que Me escucha ahora y se purifica; Yo le sostendré:
Yo soy Jesucristo, el Autor de estos Mensajes, conocido por gobernaros con indulgencia; se Me conoce por haceros florecer y saturaros de Mi Amor y, si es necesario, regaros con Mis Lágrimas; se Me conoce como el Buen Pastor que jamás abandona Sus ovejas, que conduce Sus ovejas a verdes pastos, pero cuando se rompen los acuerdos, negándoos a aflojar las ataduras de maldad que habéis creado, y a cortar de cuajo los interdictos de traición, para poner fin a vuestro frenesí contra aquellos que os estoy enviando y dejar de despreciarlos, ¿he de permanecer en silencio? cuando sé que debido a vuestras tan malvadas acciones os estáis dirigiendo a una destrucción fatal, ¿acaso no he de reaccionar? ese Día de la ira de Mi Padre, los que me hayan olvidado, Me recordarán; y serán tratados en consonancia con todos vuestros pecados;
muchos, desde luego, preguntan: “¿qué pecados?” pecados que he mencionado, pecados de blasfemia contra Mi Espíritu Santo, pecados de vuestra rebelión y vuestra división, pecados de perversión que son una abominación a Mis Ojos, pecados de prejuicio, pecados de desprecio, de corrupción, de altanería, de orgullo, de rencor, de resentimiento y cólera, de hostilidad, de degradación y letargo, de difamación, de falso juicio, de calumnia, de falta de perdón y falta de caridad, – el mundo está polucionado de pecado y por eso hay esa ausencia de felicidad; porque se blasfema del Nombre de Dios.
¿puede alguien decir que Dios es injusto cuando inflige Su cólera? No hay nadie justo, no, ni uno solo; todos son pecadores y han pecado y se privan de la Gloria de Dios; comprended como Me duele Mi Sagrado Corazón; sin embargo, a cada hombre dispuesto, con un corazón contrito, se le concede gratuitamente la rectitud por la gracia de Dios, mediante la salvación que está en Mí; mediante la fe en Mí, seréis salvados; así que dominad vuestros pensamientos y no pequéis más,
– no Me olvides nunca, Vassula, y da a conocer a Mi pueblo Mis avisos; Yo estoy aquí; ic
(Luego dijo Nuestra Señora:)
sigue y escribe todo lo que Mi Hijo, Jesucristo, te ha dicho — no tengas nunca miedo.