1 de marzo de 2010

¡Señor!

¡Yo Soy! Mi Presencia está contigo; Yo curaré tus heridas; Vassula Mía, te he elegido entre toda la humanidad para revelar Mi Palabra a esta generación; no debes desalentarte; Yo vendré en tu ayuda;

¡Me están poniendo a prueba! Cobra ánimo, hijita Mía… digo esto a las Iglesias:

rechazar en vuestros tiempos los mismos dones del Espíritu Santo para beneficio y progreso de la Iglesia, como hicisteis en el pasado, es una abominación a Mis Ojos; ¡una muerte espiritual que se ha deslizado en vuestro interior! ¡apóstatas que irritáis a Mi Espíritu Santo! son los que han caído en la apatía espiritual y la herejía; ¿lo ves? ¿cómo puede Mi Espíritu Santo habitar en ellos cuando están dominados por la apatía y otros vicios? ¿cómo llegarán jamás a ver con la Luz de Mi Espíritu Santo, cuando llevan hostilidad en sus corazones y también abrazan tantísimos vicios?

os digo que sólo a través de la gracia de Mi Espíritu Santo podrá revelárseles la Verdad; Mi dolor es que tantos de Mis sacerdotes no Me buscan; y peor aún, cuando descubren un alma inflamada de divino Amor por Mí, que se complace en Mí y no en el mundo, prefiriéndome a Mí por encima de todas las pasiones mundanas y que está enamorada de Mi Presencia, su resentimiento crece aún más; las almas dotadas que yo elijo favorecer son pisoteadas por ellos, ya sea por envidia espiritual o por espíritu racionalista; no aceptan el lenguaje con el que os estoy enseñando, porque su carne lo entiende de modo carnal; mientras que yo enseño temas espirituales con espiritualidad; son como dicen de ellos las Escrituras: “una persona no espiritual es aquella que no acepta nada del Espíritu de Dios; lo ve todo como necedad y está más allá de su entendimiento porque sólo puede ser entendido por medio del Espíritu…”1 la ceguera espiritual no dejará nunca que muera su ego para entender la más alta virtud que es la caridad; la caridad es la mayor de las virtudes y por la medida que tengáis de esa virtud, seréis todos juzgados al final;

está bien decir, cuando das testimonio en Mi Nombre, Vassula, que toda fe y esperanza están fundamentadas en esa virtud y que es haciendo el bien, siendo amables de corazón, cariñosos, misericordiosos y mansos de corazón como verán a Dios y heredarán Mi Reino; en otras palabras: los puros de corazón…2 ¡sí! la Palabra de Dios es redención, ayuda salvadora; es el conocimiento de Dios, accesible sólo a aquellos que Nos 3 poseen; es la mismísima Palabra de Dios que es Amor; y por Amor me hice hombre voluntariamente, y voluntariamente llevé Mi Cruz: la visión de muchos se nubló cuando Me vieron Resucitado;

-la caridad es santa, es el símbolo de Mi Imagen y de todo lo que Yo represento;
-la caridad es más que la riqueza; ¡sí!
-la caridad es más esplendorosa que el sol, porque eclipsa todas las demás virtudes, comparadas con la luz;
-la caridad es un tesoro inagotable para la humanidad, porque goza más dando que recibiendo;
-la caridad no tiene interés propio, sino que se da a sí misma a toda la humanidad;

quienquiera que tenga esta virtud gobierna Conmigo; el divino poder es un don que Yo os doy, y se os puede dar según la medida de la caridad que tengáis; considerad lo que está bien y lo que está mal y entrad en razón; razón para esforzarse en morir a sí mismo a fin de obtener caridad, y una vez que la habéis ganado y estáis coronados con ella, os conducirá a una santidad invencible para siempre, ¡porque detenta el triunfo para toda la eternidad!

así que no seduzcáis vuestras mentes con la corrupción y la malicia, ni con una fascinación por hacer el mal; os digo que llevéis una vida sin mancha para que Yo vincule vuestra alma a Mi Espíritu Santo, a Aquel que llamáis Invisible; nunca podréis echar firmes cimientos ni profundas raíces en Mí a menos que tengáis caridad;

-la caridad es como el timón de un barco que os dirige hacia vuestro destino; sin él estáis destinados a ser arrastrados por cualquier corriente y perderos;

– la caridad os conducirá a vuestro verdadero destino, es decir, a Mí; os hará capaces también de reconocerme en vuestro prójimo y amarlo; ¿de qué os servirá si no tenéis amor al prójimo ni celo por Mi Iglesia? Venid pues a respirar en Mí para obtener Mis dones y esas virtudes;

necesito, generación, vuestro total desprendimiento y. día a día, creceré en vosotros mientras menguáis en ego y en voluntad; de ese modo os arrancaré de este mundo corrupto para que entréis en Mi Corazón; benditos seáis todos los que estáis ahora dispuestos a obedecer Mis preceptos; ic


1 1 Co 2,14.
2 Mt 5, 8.
3 La Santísima Trinidad.