5 de octubre de 2008
Vassula Mía, no te preocupes, qué poco conoces Mi Corazón. Que tu amor aumente en Mí; – hija de Mi elección, embellece Mi Iglesia; estate llena de una paz eterna y revélame en todas las Iglesias; muéstrales la magnificencia de Mis Obras; diles cuán dispuesto estoy a perdonarles; que me recen cada mañana esta oración para invocarme:
“Señor Jesucristo,
envía Tu Luz sobre mí
para que me libre de todo pecado;
muéstrame Tu Camino,
la senda que debo tomar;
aquí estoy, como un niño
que necesita refugiarse en los brazos de su madre;
guía mis pasos hacia la Verdad;
Tú eres la Verdad;
concédeme Tus Bendiciones para que me recupere,
sáname con Tu Amor y Tu Ternura,
escucha mi suspiro, oh, Señor
y vuelve a llenar mi alma,
conduciéndola a las aguas de la Vida.
Amén.”
– y Mi respuesta será:
“sígueme porque Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; ¡sígueme!”
pero has de estar reconciliada con el Padre y habitar en Mí; refleja Mi Gloria a través de tus actos de amor, hoy, desde que empieces el día; retribuye el mal con amor, reconcíliate con los que aún tienes algún resentimiento, haz las paces, transmite tu paz, no peques más, ora todo el tiempo; acepta y pon en práctica cada Palabra dada en las Escrituras; sé una guía de los ciegos y una luz para ellos, no juzgues a nadie; sé un modelo de Mi Conocimiento y de la Verdad encarnada en Mi Ley para los no instruidos, pero sin dureza de corazón; no dudes en acudir a Mí en cualquier momento en busca de Consejo; el Amor está siempre a tu lado; ic