Padre Eterno,
que Tu Nombre sea santificado.
Conocerte es Vidaeterna,
conocerte es conocer la Verdad.
Padre de toda Sabiduría,
santifícame con tu Espiritu Santo
para que mi corazón pronuncie palabras llenas
de sabiduría.
Único y Perfecto,
Fuente del Amor Sublime,
Tu Majestad embelesa mi corazón
para alabarte noche y día.
Fuente de Mirra y Aloe,
perfuma mi pobre alma
con Tu delicada fragancia,
para que, cuando me encuentre con Mi Rey
e Hijo Tuyo Bienamado,
Él no aparte Sus Ojos de mí.
Conocerte es estar en Tu Luz,
esa Luz que me enseñará
el Camino,
y me llevará tras los Pasos
de Tu Hijo Bienamado.
Pozo de Agua Viva,
ven, ven, ven y sumerge a Tu hijo
en la Corriente que fluye en abundancia
de Tu Santuario.
¡Oh, Dios! ¡Te amo hasta saltárseme las lágrimas!
Haz que mi alma miserable
anhele todo lo que es Santo.
Haz que mi alma saboree Tu Ternura.
Yahveh, Tú eres mi Dios,
y yo alabo Tu Nombre,
porque has tomado en consideración
mi pobre alma, y la has llenado
con el brillo de Tu Gloria.
Mi corazón Te canta ahora, Padre.
Mi espíritu se alegra en Tu Espíritu.
Oh, Dios, Padre mío,
permite que mi alma sucumba en
Tus Brazos Amorosos,
poniendo Tu Sello en mi corazón,
para que mi amor por
Ti se haga más fuerte
que la Muerte misma. Amén.

2 de marzo de 1993,