2 de marzo de 1993

La paz esté contigo.

Cada minuto de tu vida conságramelo hoy a Mí, el Sagrado Corazón. Vassula Mía, Yo te digo: vive como si fuese tu último día en la tierra. Debes hacer todo lo que puedas por vivir santamente. ¡Cualquier infracción de Mi Ley por tu parte será un horror a Mis Ojos!

¿Lo has entendido bien, Vassula Mía? Un horror… Porque estás sujeta al pecado, no abandones nunca Mis reglas.

Todo ofrecimiento que Me hagas con amor será empleado para la salvación de almas. Porque estás sujeta a la debilidad, apóyate en Mí y confía en Mi Eterno Poder. Arráigate en Mi Sagrado Corazón para obtener fuerza y luz. Fíjate, ¿acaso no te he favorecido al revelarte Mi Rostro y al mostrarte todos los Tesoros de Mi Sagrado Corazón, esa Gloria de Mi Iglesia? Y al revelarte Mi Rostro, lo he revelado también a millones de otras almas. Jesús es Mi Nombre y tú eres Mía para siempre, y ahora te daré un nombre referente a Mi Pasión: Vassula-de-la-Pasión-de-Jesús. Ahora, Vassula-de-Mi-Pasión, ora Conmigo, pues este tiempo de Cuaresma va a ser duro para Mí.

Dirígete al Padre y repite Conmigo estas palabras:

“Padre Eterno,
que Tu Nombre sea santificado.
Conocerte es Vida eterna,
conocerte es conocer la Verdad.
Padre de toda Sabiduría,
santifícame con Tu Espíritu Santo
para que mi corazón pronuncie palabras
llenas de sabiduría.

Único y Perfecto,
Fuente del Amor Sublime,
Tu Majestad embelesa mi corazón
para alabarte noche y día.

Fuente de Mirra y Áloe,
perfuma mi pobre alma
con Tu delicada fragancia,
para que, cuando me encuentre con Mi Rey
e Hijo Tuyo Bienamado,
Él no aparte Sus Ojos de mí.
Conocerte es estar en Tu Luz,
esa Luz que me enseñará el Camino,
y me llevará tras los Pasos
de Tu Hijo Bienamado.
Pozo de Agua Viva,
ven, ven a sumergir a Tu hija
en la Corriente que fluye en abundancia
de Tu Santuario.

¡Oh, Dios!
¡Te amo hasta saltárseme las lágrimas!
Haz que mi alma miserable anhele
todo lo que es Santo.
Haz que mi alma saboree Tu Ternura.
Yahveh, Tú eres mi Dios,
y yo alabo Tu Nombre,
porque has tomado en consideración
mi pobre alma,
y la has llenado con el brillo de Tu Gloria.
Mi corazón Te canta ahora, Padre.
Mi espíritu se alegra en Tu Espíritu.
Oh, Dios, Padre mío,
permite que mi alma sucumba
en Tus Brazos Amorosos,
poniendo Tu Sello en mi corazón,
para que mi amor por Ti
se haga más fuerte que la Muerte misma.
Amén.”

Sé como una fuente, hija Mía, para regar las tierras áridas.

Dios Todopoderoso,
permite que mi alma eche raíces en Ti.
He encontrado la verdadera Paz
en Ti, Padre, Yahveh, mi Señor,
Soberano desde el principio.

De noche, por la mañana, a mediodía,
amo, tengo sed del Santísimo
cuyo Dedo tocó mi corazón,
y con una sola de Sus Miradas
me robó el corazón.
Señor, estoy ahora ante Ti,
lastimosa de ver,
prisionera aún de este desierto.
Ven a mi lado, porque me hacen chantaje
tantos perseguidores…

Sé como un árbol plantado al borde de manantiales de agua. Desatendida no estás. Yo Mismo soy Tu Guardián.

Ahora llamo a gritos a mi Salvador:
¡Jesús!¡Sagrado Corazón!
¡Tú que has sumergido mi alma
en un bautismo de Amor,
no dejes que mi alma Te falle!

Yo soy también tu Guardián1. Se Me conoce por defender a los más pobres y salvarlos de sus opresores. A ti te he pasado Mi Cáliz para que lo bebas Conmigo… ¿Sabes por qué he venido a ti? No tengas miedo, que la paz esté contigo. He venido a ti para derramar Mi Infinito Amor sobre esta generación a través de ti.

También he venido para recordarte que el Príncipe de la Paz está llegando. Regresará por el mismo camino que se fue. Que Yo vendré es tan cierto como el amanecer. He venido también para dar a conocer a todos lo que está escrito en el Libro de la Verdad2 y explicaros con palabras sencillas lo que no habéis entendido.

Mi Padre te ha favorecido para llevar Conmigo la Cruz de Unidad y la Reconciliación y para cruzar Conmigo este desierto, uno al lado del otro. El Todopoderoso ha hecho grandes cosas por ti. Yo haré que Mi Voz se oiga en todas partes, a pesar de las oposiciones.

Escucha, Vassiliki: debido a las profundas heridas que te han infligido tus acusadores, que en realidad son Mis acusadores, tu recompensa será grande en el cielo. No puedo ahorrarte ese favor3. Mi Justicia llegará al colmo con esos traficantes4, porque realmente son ésos los que apostataron de Mi Iglesia y han canjeado la Verdad por una Mentira.

Mis Ojos lo ven todo, y Mis Oídos lo oyen todo. He visto horrores en Mi santuario, perpetrados por esos mismos que te acusan. Ruega por sus almas, hijita Mía. El engaño es el principio por el que rigen su conducta. ¡Oh, no, ellos no se han reconciliado! ¡Nunca se paran a considerar que Yo conozco todas sus maldades! Sus corazones arden cual llama feroz por la excitación que les causa su complot para acabar contigo, junto con Mis Mensajes. Conspiran todos de común acuerdo5.

¡Hija, es sólo su interés personal lo que les hace querer ahogar Mi Voz, que sale de ti! El fraude y la opresión llenan sus bocas. Ya pueden tensar su arco y apuntar hacia ti, pero las armas que han preparado los matarán a ellos, uno tras otro, a menos que se arrepientan y hagan las paces Conmigo.

Yo digo a esos traficantes: “Vuestra riqueza os será arrebatada… y, revestidos de terror, os sentaréis desnudos en el suelo. Si renunciáis a todos los pecados que habéis cometido, seréis perdonados. ¡No queda mucho tiempo! Absteneos de hacer el mal y volved a Mí. ¿Por qué estás tan ansioso de morir, Traficante? No me causa ningún placer rebajarte, a ti que procedes de Mi Casa. ¡Arrepiéntete y vivirás! La Mano del Padre se extiende para bendecir a todos los que Le buscan, Traficante. Suplica enseguida al Padre Su favor y Él te escuchará.”

Y a ti, hija, te digo: mantente firme, sé fuerte y continúa siendo Mi Eco. Sé como una espada de doble filo, y proclama Mi Mensaje con fuerza y celo. Ruega de corazón por la conversión del mundo, para que las naciones reconozcan la Ternura de Mi Espíritu Santo. Que contemplen Mi Amor, Mi Paz, Mi Paciencia, Mi Misericordia y Mi Fidelidad a través de estos Mensajes. No tengas miedo, y ten presente que Yo estoy contigo y delante de ti. Abraza Mi Cruz, que te conducirá al cielo. Vivifica Mi Iglesia y sé la delicia de Mi Alma. Vete en paz y cumple con tus otros deberes menores. Invítame a compartirlos contigo. Yo, Jesús, te bendigo. Bendíceme y alábame.

Bendito sea el Señor. Alabado sea el Señor Jesús.


1 Ahora me contesta Jesús.
2 Entendí que se trataba de las Escrituras.
3 Jesús quiere decir que, al permitir que me ataquen, me hace un favor porque el Cielo me lo recompensará.
4 Traficantes: mis acusadores canadienses en este contexto. Traficantes: perseguidores del Espíritu Santo. Traficantes: en sentido simbólico, “los chacales” que trabajan de “noche”. Traficantes: pueden representar a la segunda bestia de Ap 13, que significa la francmasonería eclesiástica. Traficantes: el espíritu racionalista, apóstata y seco. Traficantes: término bíblico aplicado a una persona que trocó laVerdad por una Mentira. También se refiere al espíritu de rebelión, los falsos maestros y falsos profetas de hoy que Jesús nos avisó que aparecerían en los últimos días. San Pablo dijo: “…nosotros hablamos, no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino aprendidas del Espíritu, expresando realidades espirituales en términos espirituales.” (1Co 2,13)
5 Entendí que pertenecen a un mismo clan.