23 de septiembre de 1996

Señor, te doy gracias por mostrarme a mí,
que soy tan indigna, Tu Gloria.

Tú has hablado, Señor,
pero el mundo no te escucha.
Aunque estás desplegando Tu Gloria por todas partes,
el mundo se niega a ver y creer.

¿Por cuánto tiempo más tendremos que luchar?
No nos faltan Tus Señales,
pero el mundo está empeñado en destruir su alma.

En efecto, he abierto Mi Boca y he hablado, vedlo vosotros mismos… Pero hoy el mundo no tiene ninguna consideración hacia su Hacedor, no tiene corazón para su Creador… No obstante, la falta de fidelidad del mundo no cancelará Mi Fidelidad. Por el Poder de Mi Espíritu, voy a reformar lo informe. Sí, todo lo que se haga por Mi Espíritu, tres veces Santo, se hará para glorificarnos. Seguiré derramando Mis gracias sobre vosotros para desconcertar a los sabios y a los eruditos de vuestros tiempos.

Ningún hombre ha sido capaz de valorar y comprender plenamente a Mi Espíritu Santo. Mi Espíritu obra de diferentes maneras, siempre con un buen propósito. Así pues, estad ávidos de bendecir en el Nombre de Mi Espíritu Santo. Que vuestra conciencia esté ligada, en plena unión, con Mi Espíritu Santo, a fin de que lo que vosotros hagáis sea expresado por Mi Espíritu Santo. Que vuestro espíritu sea invadido por Mi Espíritu. Para esto tenéis que morir a vosotros mismos. Cuanto más humildes lleguéis a ser, más fácilmente encontrará Mi Espíritu su camino en vosotros.

¿Nosotros? IC.