8 de agosto de 1994

Mira, Dios mío,
he sido escogida por Tu gusto
para convertirme en Tu tablilla viviente,
Tu eco y Tu arpa.
Ya que sé, Elí, que Tus pensamientos
están por encima de mis pensamientos
y que Tus caminos están por encima
de mis caminos, igual que los cielos
están por encima de la tierra.
Ven a examinarme a fondo.
Ven a comprobar mi corazón,
pruébame con Tu Fuego
y utiliza Tus flechas libremente sobre mí.
Asegúrate de que no me encamino al desastre.
¡Guía mis pasos por el camino que conduce
a Tus Dominios Eternos,
porque ansío caminar un día
en Tus Atrios Celestiales!

Cómo me encanta tu espíritu… Mi gozo es continuar utilizándote como Mi tablilla, Mi eco y Mi arpa. Por muy débil que sea tu sonido, Yo haré el resto. Te prometo que mostraré Mi gloria a todas las naciones a través de ti. Hazte a un lado y permíteme intervenir.

Te digo que muchos Me reconocerán en estos Mensajes como al Altísimo… Y haré que incluso los paganos Me deseen1. Mi Espíritu, como una brisa suave, les tocará. Iré a países que nunca tuvieron Mi Nombre por Santo. Hablaré a gentes que nunca Me llamaron o invocaron Mi Nombre.

Señor, abre mis labios
y mi boca repetirá sólo las palabras
que Tú me has dado.

¡Sí! Dejaré que el mundo entero Me escuche. Sé sumisa y cumpliré Mi Voluntad en ti. Mientras tanto, continuaré dándote en secreto2 las enseñanzas de Mi Sabiduría, dejando la mente de los filósofos muda de asombro. Devolveré a los orgullosos lo que se merecen… Sí, confundiré a los sabios y los dejaré a todos en tal confusión que no distinguirán su mano izquierda de la derecha. Hoy esos mismos se deleitan en su falsedad y en su torre de Babel. Esos eruditos han comprado este mundo y todo les pertenece…3

¡Señor! ¿puedo atreverme a recordarte que ellos también son hijos Tuyos?

Aún no los he oído decir: “¡No hay otro dios más que Tú, Padre!”

(Esta respuesta entristeció mucho mi alma).

Señor las Escrituras dicen: “Yo soy Yahveh y no hay ningún otro; Yo modelo la luz y creo las tinieblas, yo hago la dicha y creo la desgracia. Yo, Yahveh, hago todo esto…”4

¡Señor!
¡Tú eres el Amo de los cielos y de todo!
Tú eres el Santísimo y, sin duda,
puedes brillar en la oscuridad para llevar la luz,
y eres conocido por Tu Infinita Misericordia.
En fin, yo misma he experimentado
Tu inmensa Ternura.
¿No es cierto que puedes convertir
la desgracia en felicidad?

Llevaré a término lo que he decidido. Haré lo que Me parezca…5

¿Qué más puedo decirte o hacer para convencerte, Amadísimo mío?

Aunque estés cansada de tantos viajes, te concederé una parte de tu petición si continúas viajando por Mí, proclamando todo el Conocimiento que te he trasmitido.

Viajaré por Ti, Señor. No soy digna, pero ¿cómo puedo decirlo? ¿Cómo puedo obtener de Ti la otra parte también?

… Eres demasiado frágil para esto…

¡No, si Tú estás presente en mí! ¡No si San Miguel está a mi lado y nuestra Bendita Madre cubre mi cabeza con Su manto!

Entonces, verdaderamente confías en Mí…6. Resto de Mi Hijo: tu ropa nadará en tu sangre… Esto llevará la salvación y la conversión a muchos. Dentro de poco, derramaré Mi Espíritu sobre ellos como nunca antes, y de su lengua mentirosa haré una lengua íntegra que clamará:

“Pertenezco al Altísimo y Padre de todo.”

Otro7 se titulará con el nombre de Mi Hijo, “cristiano”, y en su frente estará escrito el Nuevo Nombre de Mi Hijo. ¡Oh, Vassula, empuña la hoz y cosecha! ¡Apresúrate, siéntete atraída por el esplendor de Mi Obra, y cosecha! Cosecha vigorosamente Conmigo y nunca te dejes llevar por el mundo.

Mi Voz es dulce, Mi Imagen, perfecta. Ven, ven a los Brazos de tu Padre: polvo y ceniza, pero Mía, con un alma y un corazón.

Ven, Paraskevi8, Yo preservaré tu vista.


1 Esto significa: seguir el mayor Mandamiento de Dios.
2 Dios quiere decir que, cuando viene a darme un mensaje, no hay nadie a mi alrededor, no hay multitudes. Todo se hace en silencio.
3 Escuchando el tono disgustado y en cierto modo amargo de Dios, sentí que podía inflamarse y me atreví a interrumpirle.
4 Is 45,6-7.
5 Is 46,10.
6 Noté un matiz de sorpresa en Yahveh, mi Señor.
7 Es una manera de hablar. No significa necesariamente que se refiera sólo uno.
8 Paraskevi es mi segundo nombre. Paraskevi, en griego, significa Viernes. Este nombre, que es un nombre común en Grecia, fue añadido por mi madre en honor de San Paraskevi, que es el santo que sana los ojos. Cuando nací, tenía los párpados pegados. Mi madre no estaba segura de que tuviera ojos. Rezó a San Paraskevi, haciendo voto de llamarme con su nombre. Al cabo de tres días, mis ojos se abrieron.