31 de mayo de 1994
¿Mi Señor?
Yo Soy. Vassula de Mi Sagrado Corazón, alégrate y date cuenta de cómo vuelvo fructífero un árbol seco, dándole vida con sólo una mirada Mía. Así que alégrate, hija: Yo Soy está contigo. No temas, niña Mía, escucha y escribe:
Cada temporada de Pascua tengo que beber el cáliz de vuestra división puesto que se Me fuerza a ello. Pero tú también, hija, lo beberás. Compartirás Conmigo lo más amargo que brinda la mano humana. Cuanto más tiempo pase sin que unifiquen las fechas de Pascua, tanto más severa será la sentencia que recibirá esta generación.
Mi Retorno es inminente y ¡ay del corazón no arrepentido! ¡Ay del corazón dividido! ¡Ay del corazón no reconciliado! “¡Serán arrojados al infierno!”1 Hoy, cada miembro de Mi Casa que Me provoca y encierra en su corazón la desastrosa abominación, tendrá su nombre borrado del libro de la Vida, por haber blasfemado. Muchos de vosotros, generación, escucháis Mis Palabras, pero permanecéis inactivos, en espíritu de letargo. ¿Por qué permitís que vuestra propia incredulidad os derrote y conquiste?
Vuestra apostasía ha embrutecido vuestros corazones, y la profecía de Isaías sigue vigente hasta hoy y se está cumpliendo: “Escucharéis una vez y otra, pero no entenderéis, veréis una y otra vez, pero no comprenderéis. Porque el corazón de esta nación se ha embrutecido, sus oídos están embotados y han cerrado sus ojos por miedo de ver con sus ojos, oír con sus oídos, entender con su corazón y ser convertidos y sanados por Mí”2 ¡Arrepentíos! porque el Reino de los Cielos está al alcance de la mano.
Mirad alrededor vuestro y ved: Una parte de Mi Iglesia ha sido cegada por causa de su mente racionalista, un espíritu de pereza se estableció en ellos. Hoy estoy hablando por bocas de Insignificancia, para mostrar Mi Infinita Misericordia a toda la humanidad, pero sólo un puñado pueden oírme y verme. Al resto no se le permitió oír o ver a Mi Espíritu Santo de Verdad3. Pero, como a los que escucharon a Mi Espíritu de Gracia, también a ellos los amo. Y por eso estoy conteniendo, hasta el día de hoy, la Mano de Mi Padre, para que no caiga sobre ellos.
No, hija, no se les permitió oír ni ver el esplendor de la Verdad y nunca lo podrán hacer hasta que se renueve su mente por una revolución espiritual. Mientras sigan su curso intelectualmente, permanecerán en la oscuridad y ajenos a Mis signos y maravillas. Mientras recurran a su propio espíritu, seguirán interrogando severamente a Mi Santo Espíritu de Verdad sin reconocerle, a Él, que les está hablando ahora. Con ojos que no ven y oídos que no prestan atención, continuarán proclamando sus leyes en vez de Mi Ley. Intentarán cambiar tiempos y palabras y, a causa de su infidelidad, contrarrestarán Mi Tradición con analogías humanas, sin la Verdad que está en Mí.
Alardearán de sus aciertos, pero serán sólo aclamados y alabados por el mundo corrupto, no por los Míos que Yo he sellado. Sí4, la gente del mundo se alegrará y celebrará este acontecimiento, hasta el punto de intercambiar regalos entre sí. Pero los Míos derramarán lágrimas de dolor y se vestirán de saco, lamentándose, para que esa iniquidad, esa abominación de la desolación, no dure para siempre.
Moisés escribió: “Los que guarden la Ley obtendrán vida de ella”. Y hoy Yo os digo: “Los que guarden Mis Tradiciones obtendrán vida de ellas”, y cuando confeséis que Yo, Jesús, soy Señor, resucitado de entre los muertos, entonces seréis salvados.
¡Cuando con todo vuestro corazón digáis Mis Palabras de Institución sobre la Eucaristía y Consagración, seréis salvados! Por eso, en Mi Amor Infinito, os estoy llamando a todos a que tendáis vuestras manos sólo a cosas celestiales. Pedid que Mi Espíritu os guíe y no estaréis en peligro de ceder a la tentación. Dejaos dirigir por Mi Espíritu y ninguna tentación podrá tocar vuestro espíritu… Así, habéis leído cómo fue escrito que Mi Iglesia sufriría y estaría bajo persecución, bajo la Ley del Ilegítimo, traicionada desde dentro. Ahora seréis testigos de esto y todas las visiones se harán realidad.
¿Por qué tenía que venir todo esto, Señor?
¡Ay! Muchos de vuestros pastores están dormidos y Mis corderos están desparramados, con tan pocos para reunirlos.
Señor, ¿es porque algunos de Tus pastores desprecian Tus avisos? ¿Es porque lo toman todo como una amenaza?
Es porque expongo su desnudez. Mis Ojos son demasiado puros para posarse sobre el pecado y la apatía, y ya no puedo soportar más la iniquidad. Óyeme, ¡su incredulidad acerca de los dones de Mi Espíritu Santo se interpone en Mi camino! Si tan sólo supieran lo que Yo, Dios, les estoy ofreciendo, ellos hubieran sido los que pedirían más prodigios. Ahora bien, ¿no has oído: “con la misma medida con que vosotros midáis, seréis medidos, y se os dará con creces, porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”?5 El aliciente de las riquezas6 entró en esa gente y ahogó Mi Palabra7, y así ellos no producen nada. Por consiguiente, les será quitado Mi Reino y será dado a un pueblo que supo producir su fruto.
Yo, Jesús, te bendigo, hija. Recibe Mi Paz y acaríciame con tu amor. IC.