9 de mayo de 1987

(Al ver un documental sobre el “Milagro de Fátima”, pensaba que, a pesar de ello, mucha gente seguía escéptica, nombrándolo de distintas formas, como hipnosis colectiva, etc. En la antigüedad, un milagro de esta clase se habría creído y habría sido escrito en la Sagrada Biblia; pero hoy día tendrían que pasar años antes de ser aceptado.

Me temo que Tu mensaje no será reconocido como Tuyo, porque no habrá ninguna prueba física ni predicción en él. Cualquier alta jerarquía, si es que llega tan lejos, ni siquiera prestará atención a Tu llamada, ¡y yo sé que Tu Cáliz de Justicia ya está lleno! El mundo Te ofende muchísimo. No Te escucharán.)

¿Hay jerarquía más alta que vuestro Dios?

No, Dios mío, ninguna. Pero…, ¿y si ellos no escuchan? Algunos de ellos podrían pensar que se trata de una propaganda a favor de la Iglesia. Me refiero a que tienen gran autoridad y están en contra de la Iglesia, ¡podrían pensar que todo esto es un invento! ¡Un invento de la Iglesia!

Vassula, Yo soy el Altísimo y toda autoridad viene de Mí.

¿Y si no creen?

No voy a escribir lo que sucederá si se niegan a escuchar en su obstinación. ¿Tienes miedo de Mí, pequeña?

(Dios debió sentir en mí un temor que me atravesó en el momento que Él escribía la palabra “sucederá”: sentí una punzada de tristeza en el Corazón de Dios.)

Sí, ¡de Tu ira!

Yo soportaré y perdonaré vuestros pecados, pero no soportaré vuestro odio contra Mí. Yo soy vuestro Creador, y vuestro aliento viene de Mí. Sostengo toda Mi creación en Mi Mano.

Detesto el paganismo1.

Vassula, déjame que te guíe. Ven, hijita Mía, descansa en Mí.

(Más tarde:)

Tu suspiro, prometida, es como un millón de palabras de amor para Mí. Sí, hablo del suspiro que Me dedicaste esta mañana.

(Es verdad. Esta mañana pensé en Jesús con amor; quería decirle muchas cosas, pero no podía siquiera hallar las palabras oportunas. Sólo di un suspiro, pero Él pareció comprender muchas cosas con ese suspiro.)

Vassula, ámame ciegamente y déjame utilizarte como desee. Sé absolutamente nada para que, al ser tú nada, Yo pueda serlo todo y así completar Mis Obras. Crearte fue una delicia para Mí.

Dios mío, tengo miedo de decepcionarte siéndote infiel. Para empezar, no sé siquiera si te he sido fiel alguna vez. Así que, ¿cómo puedo hablar de seguir siendo fiel si no sé si lo he sido nunca?

Desde toda la eternidad he sabido que eres débil y miserable, pero te amo. He tomado Mis medidas para que sigas siendo fielmente Mía. ¿Imaginabas que Yo no sabía todo eso? Lo sabía todo, y es por eso, precisamente, por lo que te escogí. Te dije que tu inefable debilidad y miseria Me atraen. Ven, esta enseñanza restablecerá Mi honra. Me lleno de gozo al pensar cómo va a remediar vuestras injusticias.

Vassula, ¡coróname de palabras cariñosas!

¿Mis palabras, Señor? ¿Qué valor pueden tener para tan Majestuosa Presencia?

Toda palabra tierna y cariñosa, aunque venga de ti, se vuelve divina en Mi Presencia. Se hace grande a Mis Oídos.

No te canses nunca de escribir, Mi pequeño instrumento. Todo lo que haces viene de Mí; Yo te detengo con Mi Fuerza y te llamo cuando lo deseo. Te amo, ama tú también a tu Señor.

(Sentí de nuevo que Su Grandeza me aniquilaba completamente. Era como si me sumergiera en el océano más profundo. ¡Un sentimiento maravilloso de querer ser poseída por Dios y estar contenta de serlo!)


1 El ateísmo.