30 de junio de 1993
Señor, estoy dispuesta a aprender.
¡Ven entonces y aprende! La Sabiduría es tu Educador.
Vassula, ruega por tus sacerdotes1. Eleva tu alma hacia Mí y vive en Mí, en Mi Amor. Siente Mi Amor. Hoy, el Pastor está llamando. Hoy, el Pastor está buscando Sus ovejas perdidas y dispersas. Muchos oyen Su Voz2, pero no todos reconocen Su Voz, algunos incluso se escandalizan de Su Voz. Todos los que son Míos volverán a Mí. Todas las ovejas que Me pertenecen escucharán Mi Voz y se alegrarán al sonido de Mis Pasos.
Aquellos que no reconozcan Mi Voz, no son Mis ovejas. Yo había contratado hombres para guardar Mi rebaño hasta Mi Regreso, pero apenas Me había ido, apenas había salido, los hombres contratados se dirigieron a las ciudades en busca de altos puestos. ¿No has leído:3 “¡La desgracia llega al pastor inútil que desierta el rebaño!”. Por eso os estoy recordando continuamente que Mi Reino está entre todos vosotros. No he cesado nunca de recordaros las verdades que Yo Mismo os he dado. Ahora bien ¿no voy a ocuparme de que se haga justicia a Mis ovejas? ¿A las ovejas que están muriendo por falta de pastos? No se puede rechazar la Escritura y Mi Palabra es algo vivo y activo. pero, en tu corazón apóstata, has apostatado de Mi Palabra en ti, pastor.
¿Quién es fiel en Tu Casa, Señor?
Los que no pretenden que ven4, son fieles. Aquellos que, desde el principio, nunca abrieron sus ojos ni pretendieron ser como dioses, conocedores del bien y del mal5, son fieles y sinceros. Los pastores que atendieron Mis ovejas y permanecieron con ellas, con un cayado en la mano, y no se han puesto vestiduras imponentes6, ni se han sentado en Mi Trono7 con un cetro, pretendiendo que son Dios8, son fieles. Los que entregaron su vida por Mis ovejas son Mis verdaderos pastores, que pueden reclamar lo que les da el Espíritu. Los reconocerás por las heridas en su cuerpo, heridas que recibieron en casa de sus amigos9. Pero pronto no habrá más traficantes cuando llegue Mi Día.
