28 de mayo de 1992

(Detroit, Michigan.)

Vassula, no dejes que nadie te arrebate el premio que Yo te he dado. Ante ti, Yo Soy.

Ora por los orgullosos que juzgan Mis Obras1. No hay en ellos ningún amor por Mí. Hija, hónrame proclamando Mis Mensajes en todas esas asambleas. Queda muy poco tiempo. Estos son los últimos días de Mi Misericordia, así que permanece despierta, permanece vigilante. No des pie a Satanás. No permitas que tu espíritu juzgue prematuramente. Líbrate del espíritu de crítica mezquina, para que no seas juzgada en el Día del Juicio.

Yo soy la Luz del mundo. Estad preparados, porque puedo entrar en vuestra casa en cualquier momento. Desde el Cielo, desde Mi Trono real, descenderé pronto a vuestra espantosa noche, hijitos. Quedaos en Paz, os doy Mi Paz. Tened paciencia sólo durante un poco más de tiempo y continuad glorificándome con vuestro amor. Yo os amo a todos. Os amo con todo Mi Corazón.

Sois, todos, Mi semilla. Os bendigo dejando el Suspiro de Mi Amor en vuestras frentes.


1 Jesús hace alusión a la oposición que surgió en Detroit. Un pequeño grupo me acuso de pertenecer a la secta “Nueva Era”. Fueron a cada una de mis reuniones para boicotearlas, distribuyendo entre la gente octavillas con un artículo contra mí.