24 de diciembre de 1991

(Nochebuena)

¿Señor mío?

Yo Soy. Apóyate en Mí, hijita.

(Vi con los ojos de mi alma el Santo Rostro de Jesús. Parecía un niño con grandes ojos inocentes).

Tremendas reparaciones han de hacerse para cicatrizar las heridas de esta tierra. Heridas y lesiones causadas por la maldad y el pecado. Deleita los Ojos de tu Salvador y expándete.

Que se haga

que Mi Mensaje se vuelva tan amplio, tan vasto, dando testimonio por sí mismo, que la Maldad, la Apatía y el Ateísmo se sobrecogerán y se arrepentirán. ¡Hijita! Agárrate a la orla de Mis vestidos y extiéndete1 aún más ahora, desde un extremo al otro de la tierra. Entra en Mis Santuarios, si te acogen en Mis Santuarios.

Si los hombres te proscriben, no dejes que eso te aflija ni te ocasione tristeza. No te desesperes. Tus opresores volverán a ver esas escenas el día de la Purificación y llorarán recordando su rechazo. Se darán cuenta de que estaban rechazando a Nuestros Divinos Corazones, y no a ti. Nuestros Dos Corazones que estaban profetizando.

Hija, sigue Mis Huellas teñidas de sangre y pronuncia Mi Santo Nombre en cualquier reunión. Ha llegado el momento en que no debes vacilar más. Planta Viñedos por todas partes y en cualquier lugar que puedas. Haz jardines de los desiertos. Yo he bendecido Mis Mensajes para que prosperen y echen raíces. Por lo tanto, ánimo, hija.

(De repente sentí una “espada de fuego” que me atravesaba y grité: ¡Señor! ¡Te añoro!)

Me añoras porque viste Mi Gloria… Escribe: Ciudadela tras ciudadela está siendo sitiada por el Rebelde. Hoy vengo a ofrecer Mi Paz a toda la humanidad, pero muy pocos escuchan. Hoy vengo en términos de paz y con un Mensaje de Amor, pero la tierra blasfema de la paz que estoy ofreciendo y, en esta Víspera de Mi Nacimiento, se mofan y burlan del Amor que les estoy dando. La humanidad está celebrando estos días sin Mi Santo Nombre. Mi Santo Nombre ha sido abolido y ellos toman el día de Mi Nacimiento como un gran día de ocio, adorando ídolos.

Satanás ha entrado en los corazones de Mis hijos, encontrándolos débiles y dormidos. Yo he avisado al mundo. El Mensaje de Fátima dice que, en Mi Día, haré ponerse el sol al mediodía y oscureceré la tierra a plena luz del día. Permitiré que el Dragón muerda a esta generación pecadora, y lance un Fuego que el mundo jamás ha visto antes ni jamás

volverá a ver, para quemar sus innumerables crímenes.

Preguntaréis: “¿Perecerán todos los habitantes, tanto los buenos como los malos?”. Yo os digo: los vivos envidiarán a los muertos. De cada dos hombres, uno será tomado. Algunos preguntarán: “¿Dónde están Elías y Moisés que debían venir?” Yo os digo, generación malvada: Nosotros2 no hemos estado hablando en parábolas todos estos años. Elías y Moisés ya han venido y vosotros no los habéis reconocido, sino que los habéis tratado a vuestro antojo.

No habéis escuchado a Nuestros Dos Corazones, al Inmaculado Corazón de Mi Madre y a Mi Sagrado Corazón, generación sin fe… Nuestros Dos Corazones no os han estado hablando en parábolas ni con acertijos. Todas Nuestras Palabras eran Luz, y Nuestros Corazones, como Dos Lámparas, brillan uno al lado del otro con tal resplandor que todos los pueden ver. Pero vosotros no habéis entendido. Nuestros Corazones, como Dos Olivos3, uno a la derecha y el otro a la izquierda, trataron de reviviros durante muchísimos años. Como Dos Ramas de Olivo derramaron aceite4 para sanar a tu generación enferma y para cicatrizar sus heridas, pero vuestra generación ha tratado a Nuestros Dos Corazones a su antojo. Nuestros Dos Corazones están ungidos5 y viven. Son como una espada afilada, de doble filo6, profetizando, pero el espíritu de rebelión de esta generación está volviendo a crucificar Mi Palabra7, la espada de doble filo, y están rechazando a Nuestros Dos Corazones que os hablan hoy. Lo mismo que Sodoma y Egipto rechazaron a Mis mensajeros.

La obstinación de esta era ha sobrepasado la del Faraón, porque sus pretensiones de conocimiento se han convertido en un campo de batalla contra Mi Conocimiento8. Verdaderamente, Nuestros Dos Corazones se han convertido en una plaga para la gente del mundo9. Pero pronto, muy pronto ya, Mi Voz se escuchará de nuevo. Os visitaré con truenos y fuego. La Justicia está al alcance de la mano. Y Nuestros Dos Corazones, que habéis combatido, prevalecerán al final10. Y el reino del mundo se convertirá en Mi Reino11. Todo esto está muy cerca ya.

Abrid los ojos y mirad a vuestro alrededor. Os estoy dando a todos los signos de los Tiempos. Y vosotros, vosotros que estáis trabajando para sacar a la luz la devoción a la Alianza de los Dos Corazones, no perdáis el ánimo. El Libro del Apocalipsis habla de esta Verdad, al igual que el Libro de Zacarías. No temáis, propagad esta devoción con confianza y con valor.


1 Jesús se refiere a ampliar el ámbito de difusión de Su urgente mensaje.
2 Cristo se refiere a los Dos Corazones que son los dos testigos en Ap 11,1-13 y Zc 4,1-14.
3 Ap 11,4 y Zc 4,3.
4 Zc 4,12.
5 Zc 4,14.
6 Ap 1,16.
7 Alusión a Ap 11,8-10.
8 Alusión a Ap 11,7.
9 Ap 11,10.
10 Alusión a Ap 11,11.
11 Ap 11,15.