18 de enero de 1990
Señor Jesucristo, Hijo de Dios,
ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios,
ten piedad de nosotros.
Yo te digo que a cualquiera que Me rece este Rosario1 se le abrirá el Cielo y Mi Misericordia lo salvará. Haced las paces Conmigo, haced las paces Conmigo. Imploradme cada día: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”.
Hija, enseña esta oración a tus hermanos2. Enséñales a estar en soledad y en silencio cuando recen este Rosario. Embellece Mi Iglesia, hija.
Ven, avanza en pureza de corazón.