26 de septiembre de 1989
¿Señor mío?
Yo soy. Nunca lo dudes. Recuerda que soy Yo quien tiene las llaves de muchas puertas. Las abriré una tras otra, cada una a su debido tiempo. ¿Comprendes esto, hijita Mía?
No tienes que preocuparte, no tienes que apresurarte. Yo, el Señor, plantearé cada cosa a su debido tiempo.