16 de diciembre de 1988

¿Señor?

Yo soy. He aquí mi mensaje para la reunión de hoy.

Pediré a Mis flores lo siguiente: Flores Mías, os pediré a todos que aprendáis a orar. Cuando oréis, orad con el corazón. Necesito oraciones que salgan de vuestro corazón y no de vuestros labios. No oréis con prisas. Recogeos y orad más lentamente, mirándome a Mí. Yo estoy Presente, que vuestras oraciones Me lleguen.

Aprended a estar en constante oración. No quiero decir con esto que tengáis que estar de rodillas horas y horas, no. Pero con sólo recordar Mi Presencia estaréis en constante oración. Vuestra mente se elevará a Mí. Todo lo que digáis o hagáis o penséis, será para Mí. Yo necesito devoción y fidelidad. Amadme sin medida y deseadme.

Yo soy vuestro Salvador y vuestro Consuelo. Venid, pues, a Mí, sin vacilar. Os consolaré a todos, os daré esperanza. Por tanto, no disminuyáis vuestras oraciones y sacrificios; aumentadlos estando en constante oración. Yo, el Señor, concluiré Mi Mensaje dándoos un lema para 1989:

“Vivid santamente
y retribuid el mal con amor.
Amaos los unos a los otros
como Yo os amo”.

Yo soy la Paz y el Amor, y os bendigo a todos.