21 de noviembre de 1988

¡Gloria a Dios, bendito sea nuestro Señor!

¿Señor mío?

Yo soy. Siente cómo es Mi Sagrado Corazón.

(El Sagrado Corazón de Jesús es el más tierno, cálido e indulgente de todos los corazones.)

¿Cómo podría yo resistirme a Ti?

(Mensaje para nuestra reunión:)

Yo soy Amor. Yo soy la Fuente Suprema del Amor, por lo tanto, no os resistáis a Mí. Venid a Mí, sumergíos en Mí, porque Yo soy un Océano de Ternura y de Paz. Extraed todos de Mi Sagrado Corazón para llenar vuestros corazones. Yo os embelleceré, Yo os perfeccionaré. Venid y comed de Mí y viviréis eternamente1, porque ¡Yo soy el PanVivo, el Pan deVida!2

Amadísimos, no dudéis de Mis Llamadas Providenciales. Sigo estando entre todos vosotros. Estoy en vuestras reuniones, presente y asistiendo. Sentid Mi Presencia. Yo soy el Sumo Sacerdote que habla en vuestros corazones y os anima a todos a acercaros a Mí. Estoy tratando más que nunca de atraeros junto a Mí. ¡Ah, cómo anhelo teneros a todos entre Mis brazos, para abrazaros a todos con gran Ternura! ¡Cómo anhelo que os acerquéis a Mí y que os hagáis íntimos Míos! Yo soy vuestro Sumo Sacerdote, pero también vuestro Santísimo, vuestro Hermano, vuestro Compañero, vuestro Esposo. Yo soy vuestro Creador y todos vosotros sois Mi simiente…

Vassula, estoy y estaré siempre en estas reuniones. Tus discursos vendrán de Mí, tus palabras saldrán de Mi Boca3. ¿No te he dicho que voy a dar agua a Mi huerto y a regar Mi jardín? Me extenderé sobre todos vosotros como la bruma de la mañana, dejando sobre todos vosotros Mi Rocío de Paz y Amor. Por tanto, no os resistáis a Mí. ¡Pienso embellecerte, creación! Benditos los que se abran a Mí y dejen que Mi Rocío de Paz y Amor penetre en ellos. Benditos los que Me son fieles y Me aman, porque Yo los acercaré aún más a Mí y los cubriré de Mi Amor.

Estáis creados a Mi Imagen y estáis llamados a vivir según esta Imagen, una Imagen que muchos de vosotros habéis olvidado. Pero Yo, El Sumo Sacerdote, os recordaré Mi Divinidad y Mi Santidad, os recordaré que Yo soy Santo.

¿Jesús?

Yo soy. Os recordaré a todos que Yo soy Santo, a fin de que viváis en santidad. Yo soy Amor y por Mi Amor Infinito os doy avisos y señales en diferentes lugares, alrededor de todo el globo. ¿No he dicho que el Abogado, el Espíritu Santo que el Padre enviará en Mi Nombre, os enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho?

(Santa María:)

Flor, recibe Mi Paz. Ten cuidado ahora, sé obediente y no tendrás nada que temer. ¡Oh, Vassula! Jesús te ama sin medida. Él cuida de ti. Tú y Él estáis compartiendo Su Cruz. Jesús no te abandonará jamás, jamás.

Sí, Yo soy. Ven, tómate un descanso. Yo estoy contigo. ¿Nosotros?

(Más tarde:)

¿Jesús?

(Continuación del anterior mensaje para el encuentro de oración.)

Yo soy. Yo soy vuestro Señor, el Crucificado. Hijos de Mi Alma, bienamados de Mi Corazón, el Amor sufre profundamente.

Comprended cómo Me siento. Me siento abandonado, olvidado y traicionado por los Míos. Hoy estoy clavado en Mi Cruz y en Mi segunda Pasión. La tierra está más seca que nunca y vosotros, amadísimos, sufrís las consecuencias. Sois las víctimas. A muchos de vosotros os matan de hambre, a otros os engaña constantemente el Maligno. ¡Qué lástima Me dais todos! Mi Corazón sangra al ver todo esto desde Mi Cruz, y Mis Ojos están llenos de Lágrimas de Sangre.

Os estoy dando a todos tantas señales y sin embargo muy pocos se fijan en ellas. Venid a Mí en vuestras oraciones. ¡Yo estoy Presente y os escucho! Venid a los Brazos de vuestro Salvador. Entregadme vuestras faltas y Yo os purificaré y os sanaré. Os divinizaré, porque Yo soy la Divinidad. ¡Yo os perfeccionaré! Venid a Mí tal como sois, no Me temáis. Yo soy un Dios Cariñoso, estoy lleno de Misericordia hacia los miserables. ¡Soy un Dios lleno de Compasión! Dirigidme vuestras oraciones. Habladme. ¡No lo dudéis! Os estoy esperando con impaciencia…

Mi Amor por todos vosotros es tan Grande que, Yo, que soy el Santo de los Santos, el Eterno y el Soberano de toda Mi Creación, Me inclino hasta vosotros, para poder tocaros y sanar vuestras enfermedades. Estoy siempre entre vosotros y lo estaré hasta el fin…

¡Benditos los que expongan Mi Mensaje de Paz y Amor! Benditos los que vengan a Mí y Me consuelen. Sed uno Conmigo. Permaneced en MiAmor para siempre.

Queridísimos hijos, Yo soy vuestra Santa Madre, Yo soy la Madre de toda la Humanidad. Amadísimos Míos, Jesús está sufriendo por encima de toda expresión humana. ¡Está ahora en Su Segunda Pasión! Sentid cómo sufren Nuestros Corazones…

Hoy se está librando una gran batalla. Satanás está atacando ferozmente, y San Miguel le está combatiendo con los ángeles de Dios. La tierra siente las vibraciones de esta gran batalla. Necesito vuestras oraciones, bienamados, no dejéis nunca de orar… Orad, amadísimos Míos, sed como ángeles resplandecientes de luz en esta oscuridad. Orad por la redención de las almas. Orad, amadísimos Míos, por la conversión de las almas. Yo cuento con cada uno de vosotros…

Comprended, por favor, lo que una madre siente al ver a sus hijos dirigirse a un fuego eterno, y lo que siente cuando ve a algunos de sus bienamados caer en ese fuego eterno…

Meditad esto y Me comprenderéis mejor.

Concluiré Mi Mensaje bendiciéndoos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Venid a consolar a Jesús…

¿Señor mío?

Yo soy. Me alegro siempre mucho cuando te veo hacer grandes esfuerzos por agradarme, reviviendo los Misterios al rezar el Rosario. Hija bendita, enseña también a los demás a rezar más lentamente el Santo Rosario. No sirve de nada rezarlo deprisa y de labios afuera. Cada oración debe salir del corazón. Tenéis que sentir lo que decís, por lo tanto, tomaos el tiempo necesario para meditar cada Misterio.

Gracias, Señor.


1 Jn 6,51.
2 Jn 6,35.
3 Significa que Dios me dará las palabras adecuadas.