26 de enero de 1988

Vassula, ¿quieres trabajar con tu Santa Madre? Somos inseparables.

Sí, Jesús.

Te amo. Estoy siempre junto a Ella.Tu Santa Madre te enseñará ahora.

(Jesús estaba con Santa María. Me dio a entender que, aunque yo no La vea con Él cada vez, no quiere decir que no esté a Su lado. Están siempre juntos.)

Hija Mía, Yo he estado siempre contigo, te protejo y te ayudo.

(Entonces comprendí que Santa María me está ayudando a entender ciertas cosas. Me está ayudando en este camino que Dios ha escogido para mí.)

Te ayudaré hasta el final.

(Por una locución interior, Santa María me ha dado a entender que deberíamos leer Ap 12.)

Ven, te explicaré que, cuando Satanás perdió, juró perseguir al resto de Mis hijos y combatir contra ellos. En su furor desenfrenado, juró devorarlos, porque sabe que sus días están contados y por eso quiere llevarse consigo al mayor número posible de almas. Sí, es el dragón y, con su cola, trata de arrastrar la creación de Dios a la destrucción1. Vassula, hijita Mía, como él es la Vanidad misma, recrimina las obras del Todopoderoso, queriendo demostrar a Dios que ha fracasado en Su creación y que Nuestros hijos están hechos para seguir sus malvados caminos.

Vassula, voy a decirte algo, algo que alegrará a todos aquellos que Me aman. Este año será para Mi gloria2. No, no lo entiendes bien. Mi Corazón Inmaculado triunfará3. Haré volver muchas almas a Jesús.

(Santa María atrajo mi atención sobre Sus apariciones.)

Igual que Me aparecí en Lourdes y en Fátima, Me aparecí también en Garabandal, dando un Mensaje semejante. Garabandal es la continuación del Mensaje de Fátima. Pero, una vez más, Satanás ha arrojado polvo a los ojos de las autoridades eclesiásticas, para confundirlas. Ha sembrado sus semillas en su corazón4 para que nieguen Mis apariciones e impidan que Mi Mensaje se haga universal. Vassula, Nuestros Corazones están sangrando, heridos por las espinas que les han clavado. ¡Cuánto lloro por vosotros, hijos! Os amo, Vassula. ¡Mi Corazón herido se desgarra al ver que sois barridos por la cola del dragón!

(Santa María estaba llena de dolor.)

Vassula, te voy a decir algo al oído, escucha. (…) Sí.

(Santa María me susurró un secreto al oído. A veces pienso que estoy soñando y que acabaré por despertarme.)

Vassula, es porque Jesús te ha puesto un velo delante de los ojos. Levantará ese velo en el momento oportuno. Quiero que confíes en Él, hija. Permítele guiarte de este modo. No te aflijas, flor, estoy siempre contigo. ¿Recuerdas cómo Me aparecí delante de Mi Iglesia, en Turín?

¡Sí!

(Santa María se apareció a mi prima bajo el aspecto de una estatua enorme, para indicarnos dónde se encontraba Su Iglesia.)

Sí, Me aparecí para llamaros. Quería que entrarais en Mi iglesia, hijita bienamada. Me aparezco en diferentes sitios y a muchas almas, para llamar a Mis hijos. ¡Si tan sólo supierais cuánto os amo a todos! Quiero abrazaros a todos y atraeros a todos junto a Mi Corazón.

(Un triste pensamiento cruzó mi mente. Podría ser que la enormidad de esta revelación fuera la razón por la que las autoridades religiosas estén dudando. Una vez más, está más allá de su sabiduría, como Jesús ha dicho ya dos veces. Dudas, dudas, dudas, escepticismo, escepticismo, escepticismo…)

Hijita, ¿por qué te olvidas de cómo lo pasó Jesús cuando estaba encarnado en la tierra? Fue perseguido, ridiculizado, y los fariseos no Le creyeron. Hoy día, hija, ellos5 no creen en muchas de las Obras celestiales de Dios. Hija Mía, vuestra época ha caído tan bajo como Sodoma. Jesús te avisó de que tus opresores serían muchos, pero Yo te estoy protegiendo de lo peor que podría haber ocurrido.

Vamos, Vassula, no olvides el acontecimiento del Lugar más Sagrado de Dios. Te digo esto para recordarte que Dios te ha colocado en Su Sagrado Corazón. Te ha permitido penetrar en Su Luz, sí, “el Sol”6. Has visto el Lugar más Sagrado de Dios.

Santa María, ¡no me di cuenta entonces de que esa enorme ‘Bola de Luz’ era la misma de Fátima!

Tú no lo sabías entonces. El Amor te levantó y te puso en Su Corazón. Hará otro tanto con el resto de Nuestros hijos. Estamos llamando a Nuestros hijos. Dios perdonará sus pecados, les enseñará a arrepentirse y a reparar. Les enseñará Sus Caminos. Los alimentará de Integridad y se convertirán.

Ven, hónrame, Vassula, trátame como a tu Santa Madre, tú eres Mi hijita.

Si, Santa Madre, ahora tengo una Santa Familia. Te amo.

(Me preocupaba por el mañana.)

No te preocupes, Yo te susurraré al oído Mis palabras. Yo, Vassula, soy la Madre de todos. Ven.

(Sentí Su Corazón: Nuestra Santa Madre está tan herida como Jesús.)

Sí, Vassula Mía, estoy herida por el repetido error que cometen las autoridades eclesiásticas al rechazar Mi Mensaje de Garabandal. Garabandal es la amplificación del Mensaje de Fátima.

Vassula, descansa ahora. Te llamaré mañana…

Sí, Santa Madre, bendita seas.

Hija, ven a Mí cuando lo desees.


1 Nuestras múltiples maneras de olvidar a Dios.

2 Yo no lo entendía.

3 Ahí comprendí.

4 Entendí “entre ellos”.

5 Muchas autoridades eclesiásticas.

6 Yo la llamo “El Sol”.