12 de diciembre de 1987
¡Dios mío! Tiene que haber llegado a Tus oídos, Señor, de qué me acusan ahora. Es la tercera vez que me acusan los Testigos de Jehová. Anteriormente dijeron dos veces que esto era obra del diablo –sin haberlo leído–. ¡Esta vez, que desciendo de los ángeles caídos del pasado! ¿Por qué, Señor? ¿Por qué los cristianos son tan diferentes los unos de los otros? ¿Qué es lo que se torció?
Nunca ha sufrido Mi Iglesia tanta confusión. Recuerda las palabras de tu Santa Madre:
“La confusión de Garabandal fue dada como ejemplo, para mostrar cuán confusa está Mi Iglesia de hoy. En ella reina la confusión”.
Dios mío, estoy tan triste… Tan triste, Señor…
Sufres porque Me sientes. Me estás empezando a conocer. Cómo Me alegro cuando reconoces por qué sufro. Vassula, los amo también a ellos, pero han sido tan engañados por Satanás… Él los cegó y, una vez ciegos, los condujo por otro camino. En su error, no sólo desacatan a Mi Madre como Reina del Cielo, sino que desprecian también a Mi Pedro y la autoridad que Yo Mismo le he dado sobre todos Mis corderos. Persiguen también a Mis flores y condenan todas Mis Obras Celestiales de hoy. Satanás les ha condicionado a denigrar todo lo que no entienden, impidiéndoles percibir la Verdad. Su doctrina se ha infiltrado entre vosotros, bienamados, y es una de las que os he prevenido en contra1. Les gusta calificar las gracias que doy a Mis hijos como “trabajos de Satanás”, rechazando a vuestra Santa Madre.
Vassula, no sería nunca de tu incumbencia acusarlos. Aprende a decir en cambio: “Que el Señor sea el Juez y los corrija”.
Bienamada, el Fin de los Tiempos está al alcance de la mano. He dicho que os daría señales y advertencias. Sufro al verlos2 burlarse de Mi fundación3 y no seguir más que su propia doctrina. Son esos Caínes, peligrosos para Mis Abeles, un obstáculo para los que quieren crecer en Mi Casa, una antorcha engañosa que extravía a Mi pueblo, una roca endurecida. Se han rebelado contra Mi fundación. ¿Cómo voy a ofrecerles un reino en la tierra, cuando en su interior han aceptado doctrinas que proceden de Caín?
Yo os resucitaré y vuestra alma vendrá a Mí, a refugiarse en Mis Brazos. No sois más que una sombra pasajera en la tierra, una mera mota de polvo que será barrida con las primeras gotas de lluvia. ¿Acaso no os he dicho Yo Mismo estas palabras, que en la Casa de Mi Padre hay muchas moradas y que os prepararé una, para que donde Yo estoy podáis estar también vosotros? ¡Es a Mí, a Mi Casa, adonde vendrán las almas!4
Vassula, están conspirando contra Mi fundación. Están tratando de desarraigar Mi dominio. Te amo. No llores, flor.
(Cuando siento a Jesús triste, yo también me entristezco.)
Te pondré Mi Corona de espinas …Y la lanza está entre ellos, ¡están conspirando contra Mi Casa, de reunión en reunión, para acabar con Pedro!
¡Oh Dios, no! ¡No, Señor!
Congregaos, amados Míos. Reforzad Mi Iglesia. Uníos, bienamados. Reuníos de nuevo. Sed uno solo. Flor, permanece alerta.
El Amor os redimirá, amadísimos Míos. Ven, flor, ábrete, ábrete y deja que vierta sobre ti Mi savia, que te levantará y te fortalecerá para que puedas pisar a Mis enemigos. Acuérdate: Yo, el Señor Jesucristo, estoy delante de ti.
(Este Mensaje me alarmó mucho.)
¡Estoy deseando que lo oigan! ¡Es urgente!