17 de mayo de 2021
¡hija, te doy Mi Paz!1
sabes, dulce Yahveh, que Te busco durante todo el día; disfruto hablando de Ti a mis amigos, pero también en las asambleas, diciéndoles lo paternal que eres, lo suave que eres, que tienes un amor incondicional, que Tu amor es mejor que la vida misma, recordándoles que no hay descanso para nuestras almas sin aceptarte a Ti en nuestros corazones;
¡guía a cada criatura a la Verdad, enséñales suavemente como hiciste conmigo y guárdales lejos de la tentación!
hija Mía, presto oídos a los pobres de espíritu y a los humildes; ¡Me deleito en esos corazones! ¡ciudadela! ¡ciudadela Mía! no te dejes descorazonar por la situación actual, todas las naciones se encuentran ahora a Mi Merced; Mi cólera está pasando sobre ellas; eleva a tu espíritu, permíteme exhalar Mi cólera sobre esta generación perversa, permite que Mi Mano pese duramente sobre ellas, porque Me han agraviado y han amontonado pecado tras pecado sobre sus cabezas;
¡ésta es Mi Justicia, que está siendo ejecutada!
tanto la Misericordia como la Justicia Me pertenecen, porque soy Poderoso para perdonar y para derramar la ira; Mi Misericordia es grande, pero Mi severidad es igual de grande…
mirad, en un día o dos2 pasaré junto a vosotros, generación, y Mi Voz resonará en todo el universo, para que se oiga el estallido de los truenos mientras que muchas estrellas caerán rodeándoos de nubes negras; todos verán y oirán destellos de relámpagos, incluso hasta en los lugares más remotos; ¡basta ya! he contenido Mi cólera hasta ahora, esperando, observando; pero no, no se ha oído ningún sonido de arrepentimiento ¡nada!
esta tierra fue preparada y entregada a vosotros como un don de Mi parte, a fin de que fuerais felices y vivierais juntos en armonía, pero mirad, ¡desgracia, desgracia y desgracia! el mal ha atraído una nube abominable sobre vosotros; no estoy contento con vosotros, generación; los buenos y los malos sufrirán por igual; ¡esta generación no renuncia nunca a sus caminos tortuosos! ¿acaso no sois los engendros del pecado? libertinaje y fútiles asesinatos de infantes, y todo esto continúa, ¿y Me llamas para que aplaque Mi cólera? vengaré la sangre de los infantes asesinados, vengaré su sangre; ¿has visto cómo se han realizado las predicciones anteriores?
y ahora os estoy presagiando que justo a la vuelta de la esquina, Mi Hijo, Jesucristo está ya preparado para visitar esta tierra; se mostrará Él Mismo y traerá la Justicia a esta generación; aplastará a ras de tierra a todos aquellos que han provocado la guerra contra Mí; y una vez más la verdadera Justicia se establecerá en esta tierra; el tiempo de redención os llegará pronto…
La Historia se repite: cuando los habitantes de esta tierra practicaban sólo el perjurio, la matanza, el robo, el adulterio y la impiedad, Tú interviniste para su propio bien…
Yo soy un Dios de Misericordia y se me conoce también por perdonar los crímenes;
entones ten piedad de esta generación, porque sabemos lo que Te encanta mostrar Tu Misericordia; sabemos que no quieres que veamos una imagen de Ti sujetando un rayo en Tu Mano, preparado para lanzarlo sobre nosotros y golpearnos.
deja que te interrumpa; si tan sólo, si tan sólo supieras como sangra Mi Corazón… si tan sólo pudieras ver el dolor de Mi Rostro y como sufro por esta generación… ¡y qué pena Me dan todos esos desdichados!
En el Libro de Ester está escrito que el rey, tenía un corazón frío y despiadado hasta el punto de que Ester le tenía mucho miedo, especialmente cuando tuvo que encontrarse con él para pedirle un favor; está escrito en capítulo 4, versículo 11: “Pero Dios cambió el corazón del rey” … Así que, ves, eres capaz de cambiar los corazones y por tanto ¡puedes cambiar los corazones de los que te ofenden!
dije al hombre: ¡la Sabiduría es el temor del Señor, el Entendimiento, evitar todo mal!; redimiré a los miserables por su propia miseria; y utilicé la aflicción para abrir los ojos del rey…
¡Te amo, Yahveh, y sé que algo bueno nos llegará!
¡siempre Me deleito con el sonido de tu corazón! lleva a cabo tus deberes y deja esos asuntos para Mí; lo que necesito de ti es que ores; ¡recuerda a Mi pueblo que las oraciones son el arma para triunfar del mal!
¡te doy Mis bendiciones, hijita!
