7 de enero de 2008
Anoche nuestra Señora me tuvo despierta desde las 3.10 de la madrugada hasta las 4.00 para darme un mensaje que debía anunciar. Nuestra Bendita Madre me dio a entender que en este momento Cristo está siendo atacado más que en ninguna otra hora. Nuestra Bendita Madre me habló sin pedirme que me levantara para escribir Su Mensaje. Me preocupaba que se me pudiera olvidar, pero Ella me tranquilizó diciéndome que me lo recordaría más tarde cuando fuera a escribirlo.
He aquí el Mensaje de Nuestra Bendita Madre:
La primera parte del mensaje me concernía a mí, el resto era para el público. En la primera parte de Su mensaje a mí era de tranquilidad y consuelo. Nuestra Señora me dijo que está siempre a mi lado, especialmente en estos tiempos difíciles en que Satanás está desatando su cólera contra mí, pero también contra el mundo entero. Que Dios está siempre muy cerca de mí y me quiere, y que el Cielo no está ciego a las dificultades y los ardientes sufrimientos que estoy atravesando, pero que Dios necesita esas inmolaciones y esos sacrificios; que Dios es fiel a Su Palabra y que a Ella le encantaría oírme rezar el Rosario con más constancia… Luego dijo: “recógete más en tus oraciones… (recogeos más en vuestras oraciones…)”
La segunda parte de Su Mensaje es la siguiente:
Que estamos muy cerca de los acontecimientos que han sido predichos, a los que debe enfrentarse la humanidad y que están ante nuestra puerta; acontecimientos provocados por la maldad, el egoísmo, la falta de amor del mundo; acontecimientos que son el resultado del rechazo del mundo a la Palabra de Dios, de su rencor, hipocresía e impiedad. La tierra está en peligro y padecerá por el fuego. La ira de Dios no puede contenerse por más tiempo y caerá sobre ellos porque el hombre se niega a romper con el pecado. Que la Misericordia de Dios todos estos años era para atraer a Él al mayor número posible de almas, extendiendo Su Brazo para salvarlas, pero sólo unas pocas lo entendieron y escucharon. Que Su Tiempo de Misericordia no durará mucho más y que está llegando el momento en el que todos serán puestos a prueba y la tierra vomitará de sus entrañas ríos de fuego, y la gente de la tierra comprenderá su insignificancia y su impotencia al no haber tenido a Dios en sus corazones.
Dios es firme y fiel a Su Palabra; ha llegado el momento en que los de la Casa de Dios serán puestos a prueba, y los que rechazaron Su Misericordia probarán el Fuego de Dios; (Aquí pregunté sobre las personas de la Iglesia que nos persiguen y están ciegas a Sus Obras de Misericordia) Nuestra Bendita Madre contestó que éstos también sufrirán su merecido.
Nuestra Bendita Madre continuó hablando del sacrificio. Me pidió que recordara a todos que Dios nuestro Creador nos pide que nos comprometamos más con Él y que estar convertido no es suficiente sin sacrificio y oraciones constantes; si alguien dice que se ha convertido y ha encontrado a Dios a través de “La Verdadera Vida en Dios”, debería ofrecer más sacrificios como acto de inmolación. Hay varias maneras de demostrar a Dios nuestro amor y generosidad; que nadie puede decir: “Somos personas de ‘La Verdadera Vida en Dios’” sin ofrecer un amor expiatorio; que los que aman a Dios de verdad están bendecidos y no deberán tener miedo esos días.
Nuestra Bendita Madre dijo que los que perseveran a través de las dificultades son bendecidos; que está contenta con todos los sacerdotes (el clero) que comparten y promueven estas Obras de Dios (como las de “La Verdadera vida en Dios” que deben permanecer confiados porque han recibido gracias especiales del Espíritu de Dios, y que, a través del Espíritu, se han hecho más fuertes en el Señor y para Sus planes de salvación; que Cristo les concede Su Paz;
Si alguien sirve y se inmola como ofrenda, el juicio que ha de llegar con fuego no será tan severo para él porque estará gozando en su espíritu de la llamada de Dios que le trajo a la vida.
Muchos han caído, pero muchos serán levantados; muchos han fallado en guardar la Palabra de Dios bien afianzada en sus corazones y han transgredido la Palabra que se les dio, no sólo a través de los mensajes de “La Verdadera Vida en Dios”, sino también a través de la Escritura.
Luego Nuestra Señora dijo: “Vassula, quienesquiera que te juzguen, ellos también serán juzgados severamente por Dios. Continúa esperando con entusiasmo recibir la Palabra de Dios en tus oídos y sé feliz, hijita mía, tu madre no te abandonará jamás”
(Después de eso, nuestra Bendita Madre me recordó la visión que tuve de mi matrimonio espiritual con Cristo, cuando aún era muy niña, y con qué alegría me recibió Ella entre sonrisas para arreglar mi vestido de boda, ajustándolo aquí y allá, y arreglándome el cabello para que tuviera un aspecto perfecto para su Hijo, Jesucristo); luego dijo:
“Habla sin miedo; no temas a los que se te opone. El Señor y Yo te bendecimos y te concedemos Nuestra paz y Nuestro amor…”
Esto es todo. Por favor meditadlo y leedlo cuidadosamente.
En Cristo,