26 de enero de 1997

Señor, amo Tu Sagrado Corazón,
que me inunda con Su Amor.
Sí, como una corriente de agua
es el Corazón de mi Rey.
Y ahora, mi Rey me dice:

“¿Por qué me has tenido esperando tanto tiempo?
Las flores ya están a punto de abrirse en la tierra.
Hija tan añorada, ¡ven a Mí!
¡Ven a saborear la dulzura de Mi Corazón!”

Yo soy tu divino Esposo, que abrió tu oído para que escucharas Mi dulce conversación, y encendí en ti un deseo, como una llama. Entré en tu vida para revelarte Mi belleza, a fin de que tu alma sucumbiera a Mi encanto. Vine a preparar tu corazón, despertando tu amor para que bebieras del Manantial de Mi Corazón, que es más dulce que el vino. Luego, tú buscarías Mi resplandeciente perfección y te ofrecerías voluntariamente a Mí. Después, Yo, por Mi parte, celebraría Mi Fuerza y Mi Gloria por haberte vencido1.

Ah, hija-del-Rey2, Yo te llamé ante Mis ángeles para que tú y tu generación saborearais Mi Amor. Y ahora, queridísima, que constantemente tiemblas de temor a ser engañada, tu Señor, Padre y Dios de tu vida, te dice: no temas, porque un corazón asentado en la oración, el amor y la humildad, no se acobardará en el momento crítico de la tentación, sino que ahuyentará a los demonios.

¿No has notado cómo he exhalado sobre ti un perfume como de incienso para atraer tu atención? Y ahora que estás Conmigo, déjame preguntarte: ¿sabes lo que desea Mi Sagrado Corazón?3 Que vengas a Mí como un lirio, para que Yo disfrute de tu corazón después de haberlo englobado enteramente en Mi Sagrado Corazón, amor por Amor, corazón por Corazón. Ven, igual que un océano se traga una gota de agua, así quiero que tú desaparezcas en Mí.

Te amo con locura, y Me gustaría hacerte entrar en la cámara nupcial de Mi Corazón, únicamente para Mí, sólo Yo y tú, a fin de que juntos podamos compartir un retiro, ¿o es una peregrinación lo que quieres? ¿Es esto4 lo que quieres?5 Iríamos por los jardines de Mi Corazón y nuestra amistad sería tal, que incluso Mis ángeles desearían estar en tu lugar.

Ah, si tan sólo supieras, amadísima Mía, el Amor que tengo por ti… Cualquier cosa que elijas, peregrinación o retiro, no tendrás que caminar, Yo te llevaré en Mis brazos y aliviaré tus pies, que te han sostenido por Mí6 durante horas en tu misión, ejerciendo tu ministerio para Mí. ¿Acaso el rocío no alivia el calor? Del mismo modo aliviaré Yo tus pies.

Vassula, ¿has entendido por qué he venido a ti como el Sagrado Corazón? He venido de este modo para que, de este mismo Corazón7, obtuvierais Misericordia… Sí, no sólo tú, sino todos vosotros. Ven ahora, ¿por qué tiemblas? ¿No te he desposado Conmigo con un anillo? ¿No te he hecho vislumbrar las delicias de Mi Corazón? ¿No te he mostrado la bondad de Mi Corazón? Así pues, ¿por qué tantas dudas?

Señor, sencillamente no entiendo lo más mínimo Tus deseos, qué me estás ofreciendo realizar conmigo, este peregrinar o retiro. No lo entiendo.

Amadísima Mía, que resucité y llamé para Mí y para Mi Gloria, ven ahora y regálate en Mí. Yo seré tu alegría y tu sonrisa, seré tu banquete. Te dejaré sacar provecho de los Tesoros de Mi Corazón.

Dirígeme una mirada, dirige una mirada a Mi Corazón… Mira, ¿no he abierto la puerta de Mi Corazón para ti? Mi Real Corazón te ha sido ofrecido. Ven a encontrar tu alegría en Mí.

Si el mundo ha jurado herirte, Yo, a Mi vez, he jurado protegerte de absorber su veneno, y te he designado para Mi Gloria. Si el mundo es traicionero, fue para probarte que sólo Yo soy siempre fiel en Mi Amor y en Mi amistad. Por tanto, tú a quien he alimentado, a ti te digo: no te desalientes por lo que te ha ocurrido. He permitido que ese peso te abrumara para Mi mayor gloria.

Yo estoy dispuesto ahora, Mi queridísimo amor, a hacer cualquier cosa para tu crecimiento espiritual y la santificación de tu alma. Tu compañía Conmigo será completa, y Yo Me sentiré más libre de transportarte en Mis Brazos. Estaré más libre para escaparme contigo y reforzar nuestra unión.

Una vez te dije que incluso tus amigos más íntimos no te comprenderían y te causarían heridas impresionantes, y que al hacer esto, te convertirías en la víctima de su pensamiento, pero que ellos también serían las víctimas de su propia falta. Siempre puedo recompensarles más tarde por todas las cosas buenas que hayan hecho, y no olvidaré sus sacrificios, pero les reprenderé severamente por su dureza hacia Mi elegida, su falta de caridad y amabilidad…

Nunca encontrarás en este mundo, paloma Mía, el corazón perfecto; no, no existe. Yo soy el único Corazón, con el de tu Madre, que somos perfectos y únicos en Nuestro Amor y Fidelidad.

Ven a Mí para que te otorgue el don de Mi Amor. Tengo guardados otros muchos dones para ti, amadísima Mía. Ven a tu Esposo, y permíteme integrarte en Mi Cuerpo en el que puedes tener un pacífico retiro Conmigo. Te tomaré de la mano y te introduciré en la cámara de Mi Corazón, donde nos abrazaremos en nuestro amor. Con Mi Amor, restauraré y consolaré tu alma, con besos de Mi boca,8 te restauraré, fortaleciendo tu amor. Y tú, con ese amor, aunque sea imperfecto, consolarás a tu Consolador, convirtiéndote en un bálsamo para Mis Heridas.

Y mientras Yo, tu Rey, esté descansando en tus brazos, saboreando cada gota de tu amor, te mostraré de cuando en cuando, hermana Mía, Mi Real Corazón, este Corazón que te educó en Nuestros Atrios9. Este Corazón que es Todo. Este Corazón que se da abundantemente a toda la humanidad. Este Corazón que ha compuesto melodías musicales y cánticos para Sus seres amados. Sí, Quien te canta ahora es el Amante de la humanidad, el Esposo de la tierra entera10.

A pesar de que algunos de vosotros no se acuerdan de vuestro Dios, hasta el día de hoy Yo, por Mi Fidelidad y por la grandeza de Mi Amor, vengo a vosotros para ofreceros Mi Corazón. Mayor ofrecimiento que éste no puede hacerse.

Que vuestros ojos se maravillen, pues, de la belleza de Mi Corazón. Es el Corazón del gran Sacrificio. Es el Corazón de la Nueva Alianza. Es el Corazón de la Verdadera Vid. Es el Corazón más próximo al Corazón del Padre. Es el Corazón que brilla en la oscuridad, y que la oscuridad nunca podría vencer. Es el Corazón de la Palabra hecha carne y que vivió entre vosotros. Es el Corazón que vive en vuestro corazón para que todos vosotros os convirtáis en el corazón de Mi Corazón y el corazón de Nuestro Corazón. Es el Corazón de los mártires y de los profetas que, con toda su alma, hicieron la Voluntad del Padre y Le glorificaron con su perseverancia, su docilidad y su perfecta obediencia. Es el Corazón de la completa Unidad, que no hace diferencias entre vosotros, pues todos pertenecéis a ese Corazón. Es el Corazón que rogó al Padre que todos fuerais uno en Nosotros…

¿A qué se parece el Corazón del Señor? El Corazón del Señor es como un océano infinito de Amor y Misericordia. Es como un incomparable e inestimable tesoro que no soltará jamás quien lo posea, sabiendo que en él está la vida eterna.

Mi Corazón es como un horno ardiente de Amor, dispuesto a consumir vuestro corazón en su Amor. Mi Corazón es Luz que eclipsa todas las constelaciones juntas. El tiempo se desliza entre el amanecer y el crepúsculo y todo pasa rápidamente, pero Mi Amor es constante y para siempre.

Venid todos los que tenéis sed, aunque ni siquiera lo sepáis. Venid a reconocer este Corazón de vuestro Dios, para que podáis comprenderme y conocerme como tres veces Santo. Venid a poseer este Corazón para que pongáis vuestros corazones en Mi Reino y en todo lo que es recto. Venid a poner vuestro corazón en Mi Corazón, para que un día pueda Yo deciros verdaderamente:

“Ven, hijo, ven a compartir Mi Trono Conmigo. Yo siempre te he conocido, Mi propiedad, Mi resto, hueso de Mis Huesos, carne de Mi Carne. Ven, parte de Mí. Ven a heredar lo que era tuyo desde la fundación de la tierra. Aliento de Mi Aliento, tú perteneces a Aquel que te mueve en íntima unión con Nuestra Unidad.”

Ah, fruto-de-Mi-Corazón, esto es lo que Yo te mostraría mientras estuviera descansando en tus brazos, como un niño satisfecho. Prométeme, Vassula Mía, amada Mía, dejar que tu Esposo descanse tranquilo en tu corazón11.

Aprende de tu Amado: Yo soy suave y humilde de Corazón, y en Mí, tu alma encontrará siempre su descanso. Déjame encontrar lo mismo en ti, déjame hallar suavidad y humildad.

“¡Yo no quiero
despertar a mi Amor, ni desvelarlo
hasta que le plazca despertarse!”12.

Por lo tanto, enséñame a ser
como Tú quieres que sea,
para que yo pueda ser de Tu agrado.

Mi dulzura, sentida en tu corazón, será el recuerdo de Mi Santa Presencia, descansando en tu corazón. Pero recuerda también que sólo necesitas decir: “Me estoy resbalando” y Mi Amor inmediatamente te sostendrá, colmándote con miles de consuelos, amadísima Mía.

Yo te bendigo, dándote Mi beso de Amor. Yo, Jesucristo, estoy siempre contigo. ¿Nosotros? IC.


1 Se refiere al mal en mí.
2 Vassiliki también significa “hija del Rey”.
3 No lo pude adivinar.
4 Se refiere a lo último.
5 Yo suspiré , no sabiendo lo que quiere mi Señor ya qué se refiere.
6 Jesús dijo esto acabando en un tono de emoción, sacudiendo ligeramente Su divina Cabeza.
7 Jesús estaba señalando Su Corazón con Su dedo índice.
8 Ct 1,1.
9 La Santísima Trinidad.
10 Alusión a Is 54,5.
11 Comprendí que si yo no tenía paz en mi corazón, eso perturbaría el silencio que a mi Salvador le gustaría encontrar.
12 Ct 2,7.