13 de febrero de 2016
Mi paz te doy; ¿quieres anotar Mis Palabras?
Sí, Señor…
esta generación es difícil de doblegar; debilitada por sus pecados, depositan su confianza en Satanás, construyendo su esperanza en él; aunque Me haya presentado ante cada uno para que Me viera, pocos se han dado cuenta; sus dirigentes se han vuelto crueles, y la muerte aguarda a muchas naciones por mano de ellos; ¡cuánto he llorado sobre ti, generación! tú, cuya vida se precipitará ahora hacia la muerte; luego, cuando las llamas, como lenguas, laman a tus habitantes, estallando en el aire, Yo preguntaré a esta generación: ¿dónde encontrarás alivio? ¿y en quién? ¿en Satanás? ¿en tu ego y tu yo?
ha llegado la hora de poner por obra Mi Justicia, porque el castigo de esta generación infiel está a vuestras puertas; ejecutaré Mis órdenes a la letra; cuando oigáis el estallido del trueno, se oirá Mi Voz, retumbando en vuestros oídos, resonando hasta los confines de la tierra; sabed entonces que el mundo y todos los que viven en él oirán la Voz de la Justicia: el mal traerá la muerte a muchas naciones… la ruina se infiltrará en cada ciudad;
¿habéis oído que ‘el Ángel de Yahveh cercará ciudades y naciones’ llamando a cada uno al arrepentimiento? éstas son las cosas que sucederán en los días venideros;
por lo tanto, vosotros que habéis entrado en Mis Atrios y creído en Mis palabras, orad y no tengáis aprensión ni miedo; pero vosotros que os habéis burlado de Mis palabras durante años sin fin, golpeando a mis profetas con vuestra lengua, ¡cuidado! porque habéis utilizado mentiras para justificar vuestras mentiras, habéis enterrado ciertamente Mis Palabras en vuestra propia tumba; sí, en efecto, habéis estado retorciendo Mis Palabras; pero vuestros pecados han creado un abismo entre vosotros y Yo; y ahora la Justica no será retenida; os lo digo, más amargos serán vuestros días venideros, cuando Yo me enfrente a vosotros… ¡orad y no permitáis que se os cierren los párpados por el sueño!
he aquí como debéis orar:
“Yahveh, Dios mío, que mi plegaria llegue hasta Ti,
escucha nuestro grito pidiendo misericordia y ayuda,
perdona a los que no tienen fe en Ti, Dios mío,
ni tampoco confianza en Tu poder para salvarnos;
no extingas las luces de nuestros días,
haciendo con ello que la tierra se marchite en un instante;
antes bien, por Tu Compasión Paternal,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
no permitas que el maligno derrame nuestra sangre
como si fuera agua;
perdona nuestra culpa, reprime Tu ira,
acordándote de nuestra flaqueza;
contén a Tus ángeles del desastre,
dándonos una oportunidad más de probar
que somos dignos de Tu Bondad;
pongo mi confianza en Ti; amén;”
con qué alegría recibiré entonces esta oración; ¡esta oración que Me hará ceder! hija, bendeciré a todos aquellos que digan sinceramente esta oración; que se escuche esta profecía; ‘el día y la hora me pertenecen a Mí, vuestro Dios’; ¡esto es lo que dirás a aquellos que te pregunten por el tiempo y la hora de Mi Justicia! el Amor te ama;