28 de noviembre de 2009

Señor, he aquí a Tu sirvienta; lávame de mis faltas, porque sólo Tú puedes detectar mis defectos;

hijita Mía, la paz esté contigo; déjame a Mí, tu Dios, hablarte ahora; – apóyate en Mí; cuando hablo convoco a la tierra; tus amigos que se dedican a este ministerio son Mis amigos; de nuevo hoy renuevo Mi llamada a todos ellos; les recuerdo que su Maestro y su Dios está a sus puertas, esperando;

lo que se necesita hoy es un espíritu ferviente, un corazón de embajador, que no ofenda a nadie en nada, que tenga un corazón manso, mucha tolerancia en las tribulaciones, que sea sensible hacia los desdichados y un enriquecimiento para los agnósticos; necesito una lengua de discípulo, y Yo pondré Mi Espíritu en su interior y les daré un corazón nuevo; entonces multiplicaré el fruto de esta Viña; ¿sí?

como sabes, Señor, tenemos oposiciones;
nuestra labor es continuamente atacada;
se nos calumnia constantemente;
contempla a mis enemigos;
porque no dejan de multiplicarse en número;
algunos me odian de verdad, con un odio injusto;

los inocentes y justos han seguido Tus instrucciones;
sí, hay algunos que se han convertido en embajadores
porque han creído en Tu Llamada;

Señor, en el pasado
has salvado a muchos de sus opresores;
¿cuánto tiempo hemos de esperar?
me has puesto a prueba a mí y a otros,
nos has examinado con fuego
y hemos caminado todos con fe;
estamos a Tu servicio,
siempre dispuestos a escuchar Tu Voz
para transmitir el maravilloso Logos 1

Vassula, hijita Mía, ¿acaso tu paciencia se está agotando?

no lo sé; quizás…

Vassula, Mi tabernáculo, confía en Mí, ningún enemigo triunfará jamás sobre ti;

creo que nunca me he rendido
y me he comportado ante mis perseguidores
como si fueran mis amigos;
no estoy pidiendo recompensas ni honor,
pero Te estoy pidiendo refuerzo, Señor;

arpa Mía, durante tus sufrimientos te embellezco: confundo a tus perseguidores a la vez que reprimo su tono;

pues que sigan confundidos; que se sientan confusos;

el refuerzo lo conseguirás; te enviaré a Mi Ángel para ahuyentarlos; escúchame: te sostendré con Mi Mano; seguiré poniendo Mis Palabras en tu boca; en cuanto a ti, ora por ellos; pídeme que les otorgue la luz y Mi Verdad, así que ahora, hija, inclina tu oído, escucha los latidos de Mi Corazón; estoy disgustado con Mi pueblo 2 que celebrará otra vez la Navidad sin Mi Santo Nombre; muchos se han desviado, todos están contaminados por igual; ¿acaso no han leído: “Dios dispersa los huesos del apóstata, están deshonrados, porque Dios los rechaza”?; 3 el mundo no tiene nada que ofrecer; su amor está basado en la falsedad, está basado en el amor propio, la lujuria, el amor sensual, el amor a Mammón, la pasión por promover una moral errónea; ¡altivos criterios! sus tumbas serán su morada eterna; su residencia perpetua; y sin embargo se Me parte el Corazón al ver colapsarse esta generación y marchitarse; siempre tratando de imaginar nuevos proyectos de rebelión, resistiéndose constantemente al Espíritu Santo;

el Día del Juicio convocaré a quienes alteraron Mis Palabras dirigidas a ti, malinterpretándolas, haciendo de ellas una burla cuando Yo Me estaba comunicando contigo; Yo te he confiado Mis Palabras de Vida para que se las transmitas a Mis Iglesias; ellas, a su vez, se negaron a escucharme; se mofaron de ti y, amenazándote, te arrinconaron;

Yo pregunto a Mis Iglesias: ¿habéis sabido de algún profeta que vuestros antepasados no hayan nunca perseguido? Os he puesto un débil instrumento a cargo de Mi Casa, un instrumento procedente de Egipto para ocuparse de Mis Intereses, saliendo del desierto como señal de la desolación actual en Mi Iglesia, para proclamar Mi Reino y reunir a Mi pueblo alrededor de un solo Altar;

a ojos de muchos he demostrado Mi Poder y Mis logros; he despertado naciones como te había predicho y, hasta el día hoy, las he reunido bajo Mi Nombre, del Este al Oeste, al Norte y al Sur;

dichoso el hombre que se ha humillado y ha demostrado su pobreza de espíritu; han comprendido la multitud de Mis Mercedes y el suministro de alimento espiritual que he estado dando en abundancia a esta generación hambrienta.

– dirígete a Mí, Vassula, de este modo:

“Padre Tierno,
no descargues tu ira sobre esta generación,
no sea que perezca por completo;
no descargues sobre Tu rebaño
la aflicción y la angustia,
porque las aguas se secarán
y la naturaleza se marchitará;
todo sucumbirá ante tu ira
sin dejar huella tras de sí.

¡el ardor de Tu Aliento inflamará la tierra
transformándola en un yermo!
desde el horizonte se verá una estrella;
la noche será asolada
y las cenizas caerán como la nieve en invierno,
cubriendo a Tu pueblo como fantasmas;

ten Piedad de nosotros, Dios,
y no nos evalúes duramente.
¡acuérdate de los corazones
que se regocijan en Ti y Tú en ellos!
¡acuérdate de Tus fieles
y no dejes que Tu Mano
caiga con fuerza sobre nosotros!
antes bien, por Tu Misericordia, levántanos
e implanta Tus preceptos en cada corazón.
Amén”;

cuando censure a esta generación, mi cólera arderá contra los apóstatas; puedo perdonar sus delitos y sus pecados, pero aún hay que hacer grandes reparaciones; ahora el Altísimo ha proclamado Sus Palabras una vez más y el Veredicto anunciado dependerá de vuestras oraciones, generación, de vuestras obras de misericordia, de vuestro amor y de vuestro compartir;

Ven, Vassula, interprétalo para Mí; el Amor te ama ic


1 Palabra de Dios.
2 Los cristianos.
3 Sal 53 (52), 5-6.