8 de noviembre de 1995

Señor,
Rey desde el principio
y Amo de todas las cosas,
yo soy carne de Tu Carne,
hueso de Tus Huesos,
Tú estás en mí y yo en Ti.
¡Qué alegría, qué delicia saber que Te poseo
y que Tú me posees!
¡Te pertenezco,
y Tú mi Rey, me perteneces!

Tú eres la verdadera Viña
y yo soy uno de tus sarmientos,
soy el resto Tuyo.
¡Qué alegría ser uno contigo!
Y me propongo permanecer en Ti
para que Tú permanezcas en mí.
¡Oh, qué don de Tu Espíritu!
¡Aleluya!

Establece Tus Planes oh, Señor,
y aceptaré lo que me ofrezcas.

Ahora estoy siendo osada, pero
¿es sufrimiento lo que quieres de mí?
Aceptaré cualquier cosa que me des,
¡Todo resulta tan hermoso cuando viene de Ti!

¡Ven! Ven a reinar en mí.
¡Tú eres la Fuente de mi felicidad!
¿Me estás invitando a compartir Tu Cáliz?
¿Un Cáliz del que bebieron Tus Divinos Labios?
¡Dios mío! Dios mío, tiemblo de emoción y deleite.
¡Oh, Amor me has seducido!

Mi Propio Corazón se ensancha de emoción por haberme invitado a tu mesa de este modo… Confía en Mí, Yo soy del Cielo y ninguna criatura podrá sobrepujarme en ti. Yo estoy plenamente vivo en ti. Nadie que viva los reinos mundanos, ni aquel1 que reina sobre ellos, será capaz de derribar Mi Reino en ti.

Yo soy Dios, tres veces santo, de modo que no temas. ¿Recuerdas lo que te dije una vez? Te dije que se Me conoce por derrocar reyes y reinos cuando son un obstáculo en Mi camino. Todo lo que pido de ti, ahora, es fidelidad. Permanece fiel a Mí. No mires a tu izquierda ni a tu derecha. Yo te ayudaré. Alégrate, amiga Mía, porque te he honrado invitándote a compartir Mi Cáliz, el Cáliz de vuestra división y de la falta de sinceridad de vuestros corazones.

Ahora, tú y Yo nos estamos acercando al décimo aniversario de ‘La Verdadera Vida en Dios’. Cobra ánimo, hija Mía, y no te des por ofendida cuando el mundo2 te prive de honores. Permanece en perpetua disciplina hacia Mi Iglesia y disfrutarás de Mi favor. Estate siempre dispuesta a responder a Mis llamadas diciendo: “Aquí estoy, Señor”, y tu Creador resplandecerá sobre ti.

Elección de Mi Padre, no caigas en la tentación. Aprende dónde se encuentra el conocimiento, dónde la perseverancia, dónde están la sabiduría y la vida. En tu silencio encontrarás todas esas cosas y más, en Mi Espíritu Santo. Disfruta moviéndote en Mi Espíritu, como pez en el agua. Fuera de esta agua morirás y te secarás. De modo que permanece en Mi Espíritu, respira en Mi Espíritu y vivirás.

¡Sé feliz! Yo te he amamantado y te he criado para que Me traigas multitud de almas. Muchas de ella aún no quieren volver a Mí… ¡Qué lástima Me dan! Me angustio y sufro al verlas tan totalmente inconscientes de los peligros que las rodean.

¡Ah… Vassula!, únete a Mí en Mis sufrimientos, únete a Mí en Mis angustias, consuélame y descansa en Mí…

Te amo, Señor, ¿qué más puedo hacer?

Ámame, eso Me consuela. Ante ti hay serpientes deseosas de golpear y que te esperan. Pero, aunque han adoptado una transparencia tal que uno no puede distinguirlas inmediatamente, Yo te daré ojos para verlas. No temas porque Yo estoy contigo y ninguna podrá atacarte. ¡Al final una serpiente se tragará a la otra!3 !Sí!, como en la visión que te di.

Ven, te amo y te bendigo.


1 Satanás.
2 Varios periódicos me calumniaron.
3 Como en mi visión del 29 de enero de 1989.