22 de octubre de 1990

Vassula, bienamada, Yo soy el Santísimo y estoy en tu habitación. Soy Yo, Jesús. ¿Estás contenta de Mi Visita?

¡Muchísimo! ¡Bendito seas… muchísimo, Señor!

Aférrate a todas las enseñanzas que te estoy dando. No dejes que nadie te engañe. Recoge progresivamente Mi cosecha de bondad y ternura. Voy a aumentar tus visiones para que puedas testificar en Mi Nombre. Te daré palabras para que seas capaz de dar testimonio. Hija Mía, recuerda al mundo Mi Gran Amor. Este será el mensaje para todos los tiempos: La paz esté con vosotros. Yo soy Jesús, vuestro Redentor. Yo soy el Santo de los Santos que os habla.

En verdad os digo: Derramaré gracias especiales sobre los que han aceptado este testimonio, porque al aceptar este testimonio de Amor, están dando fe de la veracidad y del Amor Infinito del Altísimo, puesto que todo lo escrito viene de Mí. Amadísimos, Yo doy Mi Espíritu sin reserva. Doy Mi Espíritu para recordar al mundo, una y otra vez, Mi afecto y el gran amor que os tengo. Doy Mi Espíritu sin reserva para recordaros a todos Mis Cinco Llagas y Mi Pasión.

Hijo Mío, tú que Me lees o Me escuchas, mira a tu alrededor, la Aurora te llegará pronto… y no tendrás que consultar las sombras de la noche que susurran y murmuran, ni tendrás que caminar en la aflicción y la oscuridad, pues vuestros hechiceros, que blasfemaron de Mi Santo Nombre y sustituyeron la luz por las tinieblas, serán barridos.

Amadísimos, la Aurora os llegará pronto y, en cuanto haya luz, florecerán vuestros semilleros. Los traficantes que se infiltraron en Mi Iglesia quedarán consternados, y todos los compradores descorazonados. Todo mercader que se haya enriquecido, se desmayará, deslumbrado por Mi Gloria y por Mi Luz. Quedará desconcertado y aturdido ante Mí. La señal está siendo enarbolada sobre los tejados de vuestras casas. Mis embajadores están siendo enviados ahora a sus puestos, para esperar Mi señal. Mi Retorno es inminente. Por lo tanto, vosotros que sois Mis mensajeros, apresurad el paso. Subid a cada colina para anunciar que pronto caerá la sentencia sobre esos traficantes, ¡porque se han convertido a Mis Ojos en una abominación! ¿No habéis leído anteriormente que debéis estar despiertos y alerta, para que cuando veáis la desastrosa abominación de la que habló el profeta Daniel, erigida en Mi Santuario, sepáis que ésa es la señal del fin de los Tiempos, indicada por el profeta? ¿Cómo es posible que no podáis leer los Tiempos? Los ladrillos de Mi Santuario se han derrumbado y estáis viviendo en medio de esta gran apostasía de vuestra era.

Ahora, Mis opresores piensan que dominan la situación, y los traficantes creen que seguirán comerciando en Mi Santuario. Pero Yo les digo: “Vosotros que habéis corrompido vuestra sabiduría, trocando Mi Imagen por una estatua sin vida, un falso dios, un ídolo, vosotros que lucháis por erigir esa desastrosa abominación y abolir Mi Sacrificio Perpetuo, beberéis hasta el fondo el cáliz de Mi Justicia”. La figura pintarrajeada de varios colores, esa figura que los traficantes están intentando haceros reverenciar y seguir, no soy Yo. Es una invención de la pervertida habilidad humana para degradar el concepto de Mi Santidad y de Mi Divinidad, es un falso ecumenismo, es un desafío a todo lo que es santo.

Estoy sufriendo a causa de los pecados de esos traficantes. Orad por esos sacerdotes que se han convertido en traficantes, porque su pecado es grave. Orad para que Yo pueda infundir Mi Espíritu de Verdad en ellos, y hacerles observar Mis Leyes y respetar sinceramente Mi Divinidad. Amadísimos Míos, vosotros que he marcado en la frente como Míos, no permitáis que estos traficantes os obliguen a seguir esa falsa imagen. Estad alerta.

Os estoy diciendo todo esto con anterioridad, porque quiero que tengáis confianza en Mí, vuestro Dios, cuando os lleguen los tiempos de gran dolor. Me propongo visitaros. Ya está llegando la hora de Mi Gran Retorno, y ¡ay de esos traficantes que están luchando por erigir su desastrosa abominación dentro de Mi Santuario y abolir Mi Sacrificio Perpetuo, forzándoos a comer sus alimentos profanados! ¡Ay de esos traficantes que conspiran para arruinar Mi Palabra, racionalizándola! ¡Ay de los blasfemos que blasfemaron diez veces de Mi Santo Nombre! ¡Ay de los seguidores de la Bestia que tallaron imágenes blasfemas1 contra Mis siete Espíritus! ¡Su ciudadela será reducida a un montón de polvo, con el Aliento de Mi Boca!

A ti, hijo Mío que Me lees o Me escuchas, cuya tumba visité e hice que Mi Aliento entrara en ti, Yo te digo: sigue las marcas de Mi Sangre que dejo tras de Mí, como señal para ti. Y si en tu camino te detiene un transeúnte y te pregunta, dile que eres Mi alumno y que Yo soy tu Maestro, y que vas de camino a dar testimonio de un Cristo crucificado, un Cristo resucitado. Si te detiene un mercader, ten cuidado con su deshonestidad, ten cuidado de que no te cambie la Cruz que te he dado por una corrupta y pretendida sabiduría. Sin un sonido, sin una palabra, abraza con mayor fervor que nunca el madero que cruza tus hombros y sigue las marcas de Mi Sangre que te conducirán a Mí. Y si alguno de éstos empieza a proceder contra ti, no te cubras la cara contra el insulto o el golpe, ofrécele también tu espalda para que te reconozcan por tus heridas. Deja que éstas sean una imitación perfecta de Mis Llagas, pues te las infligirán los mismos que Me golpearon a Mí, tu Maestro.

Entonces, la Señal del Hijo del Hombre aparecerá en los cielos y se verá una gran luz en vuestra oscuridad, pues Yo, el Santísimo, Me propongo salvaros en atención a Mi Nombre.

Ven, hijo Mío, tú que Me escuchas o Me lees. Con este testimonio he mostrado de nuevo Mi Amor por ti. No digas que estoy demasiado lejos para amar, pues en este mismo instante Mis Ojos están sobre ti, con una ternura especial y un afecto que nunca podrás entender plenamente. Si tuviera que volver sólo para redimirte a ti, ¡vendría sin la menor vacilación a repetir Mi Pasión, sólo por tu bien! ¿Me crees ahora cuando te digo que no puede haber mayor amor en un hombre que dar la vida por sus amigos?

Te digo todo esto para que puedas encontrar tu paz en Mi Sagrado Corazón, para que puedas encontrar la verdadera vida en Mí, para que puedas encontrar el amor verdadero y el descanso en Mí, tu Dios. Sé que eres débil, hijo Mío, pero tu debilidad atrae Mi Omnipotencia.

¿Puedes comprender lo que digo? Te digo: ¡La paz esté contigo! Yo soy la Víctima del Amor, que te está hablando. Yo soy Aquel que te ha dado este testimonio de Amor como recuerdo de Mi Amor. Absórbeme y permíteme invadirte. ¡Siente cómo suspira Mi Corazón por una respuesta de amor! No te resistas a Mí, ven a Mí tal como eres, ven a beber del caudal de Mi Corazón y tendrás sed de más. ¡Oh, cuántos de vosotros os habéis extraviado de la Verdad y habéis ido de un lado para otro! La Verdad es AMOR. Yo soy la Verdad. Sed testigos de la Verdad. Recibid el Espíritu Santo de Verdad. Recibid el Espíritu Santo de Gracia.

Os bendigo a todos, dejando Mi Suspiro de Amor en vuestras frentes.

Sed uno bajo Mi Santo Nombre.


1 Falso Cristo. Falsas enseñanzas. Enseñanzas racionalistas y naturalistas.