3 de junio de 1988
¿Señor mío?
Yo soy.
Vassula, no te desanimes nunca. Acuérdate de Mi Amor por ti, alma queridísima. Yo te amo con tu debilidad. Eres frágil. Permite que te guíe Mi Espíritu. Anonádate en Mí, en Mi Fuerza. Disuélvete en Mí, y déjame hacerlo todo para que vean que todo este trabajo lo hago Yo. Tú no eres nada. Sigue siendo nada y deja espacio para que Mí Espíritu crezca en ti. Sí, déjame respirar en tu nada, déjame deleitarme en ti. Permíteme utilizarte de este modo para redimiros y uniros a todos.
Sí, Señor.
¿Flor? Estos días te estoy enseñando a distinguir las revelaciones y visiones verdaderas de las revelaciones falsas, doctrinas falsas y visiones falsas. Todo lo que es falso viene de Satanás. Siembra semillas de confusión para mancillar la Verdad, como en Pescara1. Siembra cizaña entre el trigo para confundiros a todos. Furioso por las apariciones de Medjugorje, trata de confundiros a todos, intentando encasillar esas Obras Divinas como no provenientes de Mí.
Hija Mía, cuando leas una revelación que expresa abiertamente una desunión con Mi Iglesia, negando a Pedro, negando a vuestra Santa Madre, has de saber que no viene de Mí, el Señor tu Dios. Viene de Mi adversario, que se manifiesta asumiendo Mi Imagen para llevar a cabo sus designios, que consisten en separaros lo más posible. Has de saber que Yo, el Señor, no quiero que Mis corderos estén dispersos. Os quiero unidos bajo Pedro, todos en un solo rebaño. Deseo que estéis reunidos todos juntos. Repito de nuevo que Yo, Jesucristo, el Señor, vuestro Salvador, he escogido a Pedro para alimentar y guardar Mis Corderos y Mis ovejas hasta Mi retorno. Este Pedro, que actualmente es Juan Pablo II. Escuchad lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
Vassula, Satanás sabe que sus días están contados, y por eso el dragón rojo trata de arrastrar consigo a tantas almas como pueda. Ha introducido en muchas mentes, esas mentes que deberían haberse llenado de espiritualidad y santidad, toda clase de desviaciones que os apartan de la Verdad y de todo lo que es santo. Mira a tu alrededor, amadísima Mía, y lo entenderás. Todas esas desviaciones han sido introducidas entre vosotros, hijos, como en tiempos de Sodoma y Gomorra, a fin de llenar vuestro espíritu y no dejar espacio para lo que es santo, no dejar espacio para Mí, vuestro Creador y Dios.
Si, Vassula Mía. Me siento rechazado2. Me siento olvidado y no amado. Yo que he muerto en la Cruz por amor a vosotros, Yo que soy el Espíritu de Amor… ¿Ves cómo Me tratan? ¿Merezco Yo esto?
Dios mío, me siento destrozada por dentro. ¡Señor, por qué ocurre así! ¡Señor, oh Señor, haz un milagro, por favor! No debería pedir milagros, pero Te amo y no quiero verte más herido, Señor.
Vassula, ora, ora, ora por esa conversión. Satanás está intensificando sus obras en Mi creación, para arrastraros con él a la Fosa. ¡Oh, creación! ¡Qué débil eres! ¡Qué terriblemente débil eres! Toda revelación que niega la Sagrada Eucaristía, llamándola un “ritual”3, o que niega el Corazón Inmaculado de vuestra Santa Madre, no viene de Mí. Yo, el Señor, os amo infinitamente y deseo preveniros una vez más, contra esos falsos profetas.
¡Gracias, Señor!
¡Ámame!
¡Te adoro, Señor!
¿Nosotros?
Si, Señor.