IV encuentro ecuménico iberoamericano de la VVED
12 a 17 de mayo de 2006, Begues (Barcelona), España

Las asociaciones y grupos de oración de la Verdadera Vida en Dios en el mundo entero tienen como objetivo la difusión de los Mensajes que el Señor mismo ha dado a nuestra generación. Esta tarea está guiada y apoyada por el Espíritu Santo que llama hoy al mundo a la unidad: en las familias, en las comunidades, en cada país y en Su Iglesia, entre católicos, ortodoxos y protestantes. Los lectores de la VVED se reúnen para orar intensamente por que llegue esa unidad, poniendo en práctica lo que la Sagrada Escritura y los mensajes nos enseñan. Las peregrinaciones y retiros ecuménicos de la VVED que se han organizado tienen como finalidad descubrir y compartir las riquezas de las diferentes denominaciones cristianas, cada una de ellas presentando a las demás el rito y la liturgia de su tradición. Clérigos y laicos católicos, ortodoxos y protestantes se reúnen para experimentar un diálogo ecuménico vivo, en un espíritu de humildad, reconciliación y amor- dentro de la espiritualidad Trinitaria de la VVED.

El principal evento internacional de la VVED en el año 2006 tuvo lugar en Begues (Barcelona), el pasado mes de mayo. Después del gran éxito de la peregrinación ecuménica internacional de la VVED al Líbano, Siria y Jordania, en mayo de 2005, se encomendó a España la tarea de organizar este año el encuentro ecuménico iberoamericano que se celebra anualmente. Los encuentros anteriores tuvieron lugar en Puerto Rico, México y Colombia.

Monseñor González Agapito, Delegado para el Ecumenismo de la Archidiósesis de Barcelona y párroco de Santa María de Montserrat de Pedralbes, alojó la reunión pública de Vassula en Barcelona.

Todo voluntario de la VVED sabe muy bien que, sin una gracia especial de Dios, se es incapaz de organizar un encuentro o retiro de la VVED. Apenas haya comenzado, se encontrará con innumerables obstáculos, incluso a veces con implacables persecuciones. Por ello, desde muchos puntos de vista, el IV Encuentro Ecuménico Iberoamericano fue a la vez un prodigio, una bendición y un testimonio concreto de la VVED-España, en favor de la Unidad de los cristianos.

Evidentemente la preparación del encuentro empezó con varios meses de antelación. Puesto que el encuentro iba a ser ecuménico, lo primero que la VVED-España debía hacer era invitar a miembros de la jerarquía de diferentes denominaciones cristianas, sin cuya participación activa no hubiera sido posible dicho encuentro. Gracias a Dios, unos treinta sacerdotes y obispos de siete denominaciones cristianas, algunos viniendo de muy lejos, aceptaron la invitación y nos honraron con su presencia.

Sin embargo, el verdadero ecumenismo no puede realizarse al margen de la Iglesia local, en este caso concreto sin la participación de la Iglesia católica del lugar. Por ello, la VVED-España nunca hubiera imaginado el caluroso apoyo que recibió de la diócesis de Sant Feliu, segregada recientemente de la de Barcelona, contrariamente a la diócesis de Madrid, como inicialmente la VVED-España había previsto y hubiera preferido por razones logísticas.

Unos 180 amigos de la VVED, provenientes de toda España, Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Portugal, Uruguay y Venezuela, pero también de Alemania, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Suiza y Estados Unidos, se unieron a los 30 sacerdotes y obispos, representando a nueve denominaciones cristianas diferentes en este encuentro. Este grupo de fervientes lectores de la VVED fueron acogidos en la Casa de Espiritualidad Josep Manyanet, un oasis de paz en el pueblo de Begues, provincia de Barcelona. Durante cinco días, la casa de retiro en las montañas que rodean la ciudad de Barcelona estuvo literalmente a tope, no sólo de gente sino, sobretodo, de una atmósfera de unidad y un espíritu misionero. El tema del encuentro era: “Sed uno bajo Mi Santo Nombre”. El día de la inauguración, el sábado 13 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Fátima, el obispo de la diócesis, Monseñor Agustín Cortés, nos hizo el honor de venir a presidir la celebración de la Sagrada Eucaristía.

De izquierda a derecha: Obispo Felix Toppo (India), P. Vincent Cosatti (Suiza), Pr. Milheiro (Portugal),Archimandrita Ieronim Cretu (Rumania), Obispo Riah Abu El-Assal (Iglesia Anglicana de Jerusalén), Vassula, Arzobispo Serafim Kykkotis (Sudáfrica), Obispo Agustín Cortés (España), P. Josep Sanuy (España), Obispo Julio Terán (Ecuador), Diácono Manuel Arozamena (España), P. Jose Antonio Martínez Puche (España), P. Joan Pere Pulido (España), P. Josep Roca (España)

Debido a la presencia de tantos obispos, el programa de los cinco días de encuentro fue lógicamente muy rico en mensajes y experiencias. En general hubo cuatro o cinco conferencias diarias, pronunciadas por los obispos, sacerdotes y pastores representantes de las distintas iglesias, y por Vassula. Los conferenciantes invitados fueron los siguientes:

Iglesia Católica

S.E. Mons. Felix Toppo, S.J. – Obispo de Jamshedpur, Jarkhand (India)
“La llamada del Amor a la creación para la conversión”

S.E. Mons. Georges Kahhale – Obispo Exarca de Venezuela
Iglesia Greco-Católica Melquita en Venezuela
“La colegialidad en las Iglesias católicas orientales”

S.E. Mons. Julio Terán, S.J. – Obispo de Ibarra (Ecuador)
“Permanecer en Cristo”

Mons. Jaume González- Agápito, Delegado de Ecumenismo de la Archidiócesis de Barcelona –
“El ministerio cetrino en el tercer milenio de la Iglesia”

Rev. P. René Laurentin, Teólogo, miembro de la Academia Ponti-ficia Mariana
“Nuestra relación esencial con las Tres Personas Divinas”

Rev. P. José Antonio Martínez Puche, O.P., Director de la Editorial EDIBESA (Madrid)
“María, Madre de la Unidad”

Rev. P. Teófilo Rodríguez, Misionero y Fundador de la Fraternidad de los Sagrados Corazones de Jesús y María –
Anterior Vicario de la diócesis de Colón (Panamá)
“Testigos de los últimos tiempos y Nueva Evangelización”

De izquierda a derecha: Pastor Eliseo Vila (Iglesia Evangélica), Obispo Aris Shirvanian (Iglesia Ortodoxa Armenia),

Arzobispo Serafim Kykkotis (Iglesia Ortodoxa Griega), Obispo Jeremias Ferens (Iglesia Ortodoxa Ucraniana), Obispo Julio Terán Dutari (Iglesia Católica Romana), Archimandrita Ieronim Cretu (Iglesia Ortodoxa Rumana), Obispo Felix Toppo (Iglesia Católica Romana) Iglesia Ortodoxa S. Emª Seraphim Kykkotis–Arzobispo Metropolita de Johannesburgo y Pretoria Patriarcado Greco-Ortodoxo de Alejandría y Toda África
“Aspectos de la espiritualidad en la tradición ortodoxa”

S.E. Dom Jeremias Ferens – Obispo Eparca de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania en América del Sur (en Curitiba- Brasil). Patriarcado Ecuménico de Constantinopla
“La unidad cristiana en torno a la Eucaristía”

S.E. Rvma. Aris Shirvanian – Obispo de la Iglesia Armenia en Jerusalén
Director de Relaciones Ecuménicas del Patriarcado Armenio
“El lugar de María en la Iglesia ortodoxa Armenia”

Rev. Archimandrita Nikolaos – Iglesia Ortodoxa Griega
“Jesús, el Logos encarnado”

Rev. Archimandrita Ieronim Cretu – Representante del Patriarcado de la iglesia Ortodoxa Rumana en Jerusalén
“La Iglesia ortodoxa rumana y la unidad entre los cristianos»

Rev. P. Vladimir Zelinsky – Iglesia Ortodoxa Rusa en Brescia (Italia)
“El sacramento del corazón»

Iglesia Anglicana y Evangélica

S.E. Rvma. Riah Abu El-Assal – Obispo de Jerusalén de la Iglesia Anglicana en Jerusalén
“La Verdadera Vida en Dios en relación con los cristianos de Tierra Santa”

Rev. Francisco Javier García – Pastor de la Iglesia Evangélica
Director para Europa del Movimiento ÁGAPE (Organización inter-nacional que agrupa a cristianos
de todas las denominaciones)
“Sal y luz del mundo”

De izquierda a derecha: Pastor Eliseo Vila (Iglesia Evangélica), Obispo Aris Shirvanian (Iglesia Ortodoxa Armenia), Arzobispo Serafim Kykkotis (Iglesia Ortodoxa Griega), Obispo Jeremias Ferens (Iglesia Ortodoxa Ucraniana), Obispo Julio Terán Dutari (Iglesia Católica Romana), Archimandrita Ieronim Cretu (Iglesia Ortodoxa Rumana), Obispo Felix Toppo (Iglesia Católica Romana)

Encuentro público de Vassula en la Iglesia de Santa María de Montserrat de Pedralbes

El domingo 14 de mayo, la asociación de la VVED-España organizó una reunión pública en la bellísima iglesia de Santa María de Montserrat de Pedralbes, Barcelona. Monseñor González-Agápito, párroco de esa iglesia y delegado de Ecumenismo de la Archidiócesis de Barcelona, recibió personalmente a Vassula y a los ilustres miembros del clero que la acompañaban. Vassula debía dar una conferencia sobre los Mensajes a una audiencia de quinientas personas que incluía a muchos sacerdotes y religiosos. La jerarquía de las distintas denominaciones, con el atuendo tradicional propio de su rango, fue aposentada en lugar preferente, delante del magnífico altar mayor, pudiendo vivir así un anticipo de la unidad que ha de llegar. Vassula habló extensamente sobre el ardiente deseo del Señor de ver a Su Iglesia unificada y siendo de nuevo UNA SOLA.

El martes 16 de mayo, todos los participantes del encuentro fuimos en peregrinación al Monasterio de Montserrat, uno de los más conocidos monasterios benedictinos del mundo, dedicado a la Madre de Dios de Montserrat, la muy venerada patrona de Cataluña. El ascenso en autocar a la montaña, al noroeste de Barcelona, nos condujo a través de formaciones rocosas espectaculares al monasterio donde los monjes benedictinos custodian la famosa imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús, del siglo XII, y tutelan este concurridísimo lugar de peregrinación.

Encuentro público de Vassula en la Iglesia de Santa María de Montserrat de Pedralbes

Los participantes del encuentro asistieron a una solemne Eucaristía con toda la comunidad de monjes benedictinos y muchos otros peregrinos. Los obispos y sacerdotes católicos fueron invitados a concelebrar en el altar, mientras que las jerarquías de las otras denominaciones se sentaron en los sitiales del coro, detrás de los demás monjes. El grupo de laicos de la VVED ocupó los primeros bancos, reservados para ellos. La bellísima liturgia eucarística se celebró en latín, castellano y catalán, recordándonos la rica herencia cristiana de España. A lo largo de los siglos, España fue una gran defensora de la fe: sus misioneros cruzaron los mares para cristianizar el mundo y sus grandes santos impulsaron la vida de Iglesia en Europa.

El gozo del Espíritu Santo impregnaba la atmósfera. Los participantes ortodoxos, clérigos y laicos, pudieron comprobar la gran devoción de los católicos a su querida Theotokos (Madre de Dios). En un gesto espontáneo, el obispo armenio ortodoxo Shirvanian se puso en pie al concluir el acto y, vuelto a la asistencia, entonó un himno de alabanza en armenio que resonó por toda la basílica. Le siguió inmediatamente el obispo ucraniano ortodoxo Ferens que cantó en su lengua, y luego el archimandrita Nikolaos que lo hizo en griego. Esto es frecuente en las reuniones de la VVED, gracias a Dios, ¡pero fue realmente una première en esa espléndida basílica!

En la casa de retiro, el encuentro empezaba cada mañana en la capilla, con cánticos de alabanza y adoración al Señor resucitado: “¡Resucitó!”, en español, “Cristos anesti”, en griego, para dar testimonio de la alegría de la gran familia de la VVED, tanto católicos como ortodoxos y protestantes, durante el tiempo pascual, y para mostrar su firme voluntad de acabar con la secular división entre la Iglesia de oriente y la de occidente, orando y trabajando con todas sus fuerzas por la unificación de las fechas de Pascua. Ese mismo día tuvimos el honor de contar entre nosotros al P. René Laurentin que, a pesar de su avanzada edad, hizo el esfuerzo de viajar desde Paris para pasar únicamente el día entre nosotros y ofrecernos una magnífica conferencia sobre la Sma. Trinidad que despertó la admiración de todos. Al orar y celebrar juntos la Sagrada Eucaristía, todos los participantes, aunque pertenecieran a distintas denominaciones, experimentaron realmente la bendición de Dios de ser UNO alrededor del mismo altar y el poder extraordinario de estar unidos en una sola voz y un solo corazón:

“…orad para que la casa de Oriente y la de Occidente se unan, como dos manos que se unen para la plegaria; un par de manos similares y llenas de belleza al señalar juntas hacia el cielo, cuando están en oración. Que esas dos manos, pertenecientes al mismo cuerpo, trabajen juntas y compartan su capacidad y sus recursos la una con la otra… que esas dos manos me eleven juntas…” 15 de junio de 1995

Alabando al Señor. Arzobispo Serafim Kykkotis, Pastor Felipe Cardona (Iglesia Evangélica de Cataluña), Vassula, P. Martínez Puche (Editor de la VVeD), P. Josep Sanuy (Director de la Casa de Retiros Josep Manyanet)

Si tan sólo los cristianos de todo el mundo pudieran comprender lo poderoso que sería su testimonio si fueran uno en el Señor, sin hacer diferencias entre ellos, y hasta qué punto su unidad podría hacer que el mundo creyera que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios… (cf. Jn 17, 21)

Los miembros de la familia de la VVED que viven en distintas partes del mundo están llamados por Dios a compartir la misión más urgente e importante de Vassula: restablecer la unidad de TODOS los cristianos, la unidad que los primeros discípulos de Cristo solían disfrutar mientras Él estuvo entre ellos. Mientras la Iglesia de Cristo, hoy, Su Cuerpo Místico, el pueblo de Dios, continúe dividido en estos tiempos, el último mandamiento de Cristo a Sus discípulos (Mt 28, 19-20), que también se dirige a todos Sus seguidores hasta el fin del mundo, no podrá cumplirse jamás. Por eso ha venido Cristo a Su Iglesia, a través de los mensajes de la VVED, para enseñar a Sus seguidores a arrepentirse, a vivir en santidad y a ser uno solo de nuevo. En una palabra, a ser verdaderos discípulos Suyos y a llevar Su Cruz de Paz y de Unidad en nuestros días. Cada miembro de la familia de la VVED no busca otra cosa que convertirse en un auténtico discípulo de Cristo, en un creyente que sigue a Cristo cada día, que pertenece a Cristo y sirve a Dios y a su prójimo como Cristo ha enseñado en el Evangelio. Esto es lo que ocurrió en el IV Encuentro Ecuménico Iberoamericano, en Begues. Así como Cristo prometió a Sus discípulos de todos los tiempos que Él estaría con ellos, todo el difícil trabajo de organización, realizado únicamente por unas pocas personas antes y durante el encuentro, demostró que verdaderamente ha resucitado de entre los muertos, que está vivo y que está con los voluntarios de la VVED-España.

Para promover la unidad de los cristianos, un solo encuentro de la VVED, por muy grande que sea o por mucho éxito que tenga, no es suficiente: “Mi mensaje salva y hay poco tiempo. Bendigo lo que habéis comenzado. Dad de comer a esta generación Mi Pan de entendimiento, y a beber el agua de la sabiduría. Mi mensaje los alimenta y sacia su sed” (4 de julio de 1994). Desde luego, hace falta organizar más encuentros de la VVED en distintas partes del mundo, lo antes posible. Por lo tanto, la VVED-España quisiera animar a los miembros de la VVED, de otros países, a hacerlo, y quiere expresar su profundo agradecimiento a todos aquellos que asistieron al reciente encuentro en España, especialmente a los sacerdotes y obispos que nos dieron ejemplo compartiendo abiertamente sus propios testimonios con los demás.

Obispo Shirvanian y Archimandrita Cretu