por el Arzobispo Felix Toppo, SJ
Introducción
Queridos hermanos,
En nuestro mundo dividido y fragmentado por la guerra, la violencia y la incomprensión, merece la pena reflexionar sobre nuestra experiencia humana de misericordia, compasión y amabilidad. Puesto que los participantes de esta asamblea provienen de tres tradiciones religiosas distintas, hago uso de mi limitada experiencia de esas tradiciones para esclarecer la profunda experiencia de misericordia que debe unirnos a todos nosotros para conducirnos a una adoración común de Dios.
El Cristianismo, el Islam y el Budismo tienen cada uno su propia manera de conceptualizar y practicar la misericordia. Mientras que puede haber cierto margen de interpretación, las tres confesiones coinciden en que la misericordia es central en su devoción común a Dios.
Reflexionando sobre Misericordia en el cristianismo, el islam y el budismo
El concepto cristiano de misericordia describe el carácter empático e indulgente de Dios. Se interpreta como evidencia de la misericordia de Dios y su voluntad de salvar a los pecadores que se desvían de su camino. Los cristianos creen que la muerte de Jesucristo en la cruz y su resurrección demuestran la gracia de Dios y conceden la salvación a todos los que ponen su confianza en Él.
En la teología islámica, la benevolencia de Dios o “Raham” es central en el concepto de Alá. Por lo que podemos ver, lo abarca todo en el universo. Los musulmanes creen que la compasión de Alá no tiene límites y que lo manifiesta de muchas maneras. Se insta a los musulmanes a buscar el perdón de Alá, sometiéndose a Su voluntad y arrepintiéndose de sus pecados.
El concepto budista de “Karuna”, que se traduce por “Misericordia”, hace referencia a la compasión y al deseo de aliviar los sufrimientos de todos los seres. Se trata de un rasgo esencial de carácter que los budistas se esfuerzan en desarrollar en el camino hacia la iluminación. Para los budistas, la clave de la iluminación y de la liberación del ciclo de las reencarnaciones y de los sufrimientos reside en la cultura y en la expresión de la compasión hacia sí mismo y hacia los demás.
En resumen, podemos decir que la Misericordia es un reflejo del carácter de Dios y un principio director para los creyentes en su relación con Dios y con los demás.
La experiencia humana de la Misericordia como factor de Unidad
La experiencia humana de la misericordia también puede ser un factor de unificación. Porque sobrepasa los dogmas y los rituales, la misericordia puede considerarse como una experiencia humana normal; puede ser vista como un común denominador de todas las confesiones del mundo. Abajo se muestran algunos ejemplos de cómo la bondad puede servir de concepto unificador entre las religiones.
Primero: La llamada universal a aliviar el dolor y dar prueba de compasión hacia los necesitados sirve como fuerza unificadora para personas de todas las confesiones y orígenes.
Segundo: Todas las religiones consideran que el Perdón y la reconciliación son cruciales para alcanzar la paz y la sanación. La misericordia estimula a las personas a perdonarse unos a otros y a esforzarse por reparar las relaciones rotas.
Tercero: Todas las religiones reconocen el hecho de que las personas no son perfectas y cometen errores. La doctrina de la misericordia reconoce la fragilidad humana y exhorta a sus seguidores a mostrar bondad y tolerancia los unos hacia los otros.
Cuarto: Para muchos creyentes, la gracia divina y la salvación están intrínsecamente unidas al concepto de compasión.
Quinto: Muchas confesiones incluyen normas morales y éticas que subrayan la necesidad de ser bondadosos, compasivos y justos hacia los demás.
En resumen, podemos decir que, aunque muchas tradiciones religiosas puedan tener diferentes creencias teológicas y doctrinales, la noción de misericordia puede servir como hilo conductor que fomente el respeto mutuo, la compasión y la armonía.
La Misericordia de Dios y la Fuente de la Misericordia Humana
Es un hecho que la misericordia de Dios es la fuente de la misericordia humana. Podemos verdaderamente afirmar que nuestra limitada experiencia de perdón, compasión y misericordia proviene de Dios, cuya Misericordia es ilimitada. Las perspectivas cristianas, musulmanas y budistas sobre la Bondad de Dios pueden ser descritas brevemente como sigue:
Para los cristianos, la bondad de Dios es fundamental. El amor, la compasión y el perdón infinitos es como entienden que se muestra la misericordia de Dios. Para ellos Jesucristo es la última manifestación de la misericordia d Dios, puesto que Él expió por los pecados del mundo y ofrece la salvación a todas las personas de buena voluntad.
Como ya hemos indicado, la fe islámica enfatiza la Bondad de Dios o “Raham” como una de las más esenciales características de Dios. Los musulmanes consideran que Alá es benevolente y cuida de todo lo que existe. La compasión de Alá es ilimitada e incluye tanto a creyentes como a no creyentes.
Como religión no teísta, el budismo pone un gran énfasis en la virtud de la compasión. Entienden que la compasión es un rasgo humano básico y que a través de cultivarlo en uno mismo y en los demás, uno puede liberarse del sufrimiento y alcanzar la iluminación.
En resumen, podemos decir que la fe es un poder o un principio superior que infunde misericordia, compasión y dirección a la humanidad para vivir una vida armónica. Para los creyentes de esas diversas religiones, estos ideales de misericordia son las fuentes de la fe, el consuelo y las orientaciones éticas.
Conclusión
En conclusión, yo diría que la Misericordia de Dios nos vincula en la Unidad para Adorar y Exaltar a Dios
Estamos reunidos en alabanza y adoración al Absoluto o Dios, a causa de Su, Benevolencia y Bondad. La Gracia de Dios reúne a todas las personas de buena voluntad; ayudándolas a dejar de lado sus diferencias y a alegrase de su herencia común como seres humanos. La Gracia de Dios tiene la capacidad de cambiar los corazones y las mentes de los hombres, suscitando reacciones de agradecimiento, humildad y adoración. Al alabar a Dios por Su Misericordia y Su Bondad, los creyentes de todas las religiones pueden acercarse más los unos a los otros y renovar su amor al mundo, al pueblo de Dios. Gracias a la Misericordia de Dios, somos capaces de juntarnos en el culto y la adoración, cosa que es a la vez hermosa y potente. ¡Gracias por vuestra atención!