por el Arzobispo Georges Khawam
Metropolita Melquiita de Latakia y Tartus

Nota: la «ch» de las palabras hebreas y griegas debe pronunciarse como la «j» del castellano..

El tema de la misericordia divina desvela una de las facetas por las que Dios es parcialmente conocido, añadiéndole un pilar significativo en la revelación sagrada. Así como atributos como la soberanía, el dominio, el conocimiento y la sabiduría iluminan el camino para que los adoradores se acerquen a Dios, también lo hace la misericordia. Confiere al culto una dimensión que une a la humanidad en su conjunto – «a cada individuo y a toda la humanidad»- cuando se encuentran ante el Todopoderoso.

1. Vocabulario de la Misericordia

Podemos enumerar 164 casos de la palabra «misericordia» en la Biblia, dividida en sus dos partes: la Torá y el Evangelio. Este número se distribuye, por supuesto, entre varias formas derivativas unidas a la palabra, incluyendo el sustantivo «misericordia», el verbo «tener misericordia» y el adjetivo «misericordioso».

El término aparece 116 veces sólo en la Torá, distribuidas entre los cinco libros (Torá de Moisés), los libros históricos (primeros profetas), los libros proféticos (profetas menores) y los libros sapienciales (los escritos). Su uso destaca especialmente en el Libro de los Salmos, donde aparece 51 veces, lo que supone aproximadamente un tercio del total de sus apariciones. En el Evangelio, el término se utiliza 48 veces, La mayoría se encuentra en la Carta a los Romanos, donde se repite 12 veces. Sin embargo, puede encontrarse en todos los demás libros, excepto en los Evangelios de Marcos y Juan, así como en el Apocalipsis.

Por otra parte, los autores inspirados de la Biblia utilizaron tres términos hebreos para expresar «misericordia»: «chen», «chesed» y «racham». Sin embargo, emplearon otras expresiones para transmitir conceptos relacionados, como «tsedaká» y «yashá». Con estas palabras, pretendían significar diversos aspectos de la disposición de Dios hacia las criaturas débiles de Su Naturaleza (el significado raíz de «chen»), o denotar los «celos» y el amor «ferviente» de Dios por la criatura (el significado raíz de «jesed»). Por último, pretendían destacar la posición de la creación en relación con Dios, que la abraza dentro de Su propio ser (el significado de la raíz de «racham»). Cada uno de estos tres términos conlleva, desde perspectivas distintas, el significado de compasión y ternura, atributos que el Todopoderoso asume con frecuencia cuando trata con la humanidad.

Cuando los judíos de Alejandría tradujeron sus escrituras sagradas al griego, a principios del siglo III a.C., no encontraron mejor término que «eleos» para expresar la «misericordia» divina. Sin embargo, también emplearon otros términos, como «charis» (gracia, favor) y «diakiosyne» (rectitud, bondad). De este modo, enriquecieron la connotación familiar original con una implicación social, en la que la misericordia divina se convirtió en un modelo para la misericordia entre los humanos.

Por último, en latín antiguo se utilizaba la palabra «misericordia». La distinción de este término es que hace hincapié, sobre todo, en el estado existencial de la humanidad: un ser desdichado que merece la compasión del Creador.

2. El Marco Histórico

Es raro encontrar el término en los libros de los profetas que fueron enviados después de la construcción del Templo de Salomón y antes de que el pueblo experimentara la calamidad del exilio babilónico. Si el término aparece en la Torá, la razón radica en la influencia del entorno sacerdotal que reinterpretó estos textos tras el regreso del exilio.

El pueblo perdió su reino y el templo cuando fue exiliado a Babilonia. Era profundamente angustioso ver cómo las tribus se enfrentaban entre sí en medio de una intensa animosidad. Las lecciones de estos acontecimientos históricos se convirtieron en herramientas didácticas que los eruditos prominentes se esforzaron por enseñar a sus congregaciones.

Encontramos ecos de estas enseñanzas en la literatura sapiencial: Sirac, Proverbios, Eclesiastés y los Salmos (Zabur). El tema de la misericordia se convirtió en parte integrante de la educación social, donde el significado de misericordia llegó a significar apertura de corazón, perdón, pasar por alto el mal, benevolencia hacia los demás y actos de caridad.

3. El Marco Teológico

Los sabios dirigentes del pueblo consideraron el exilio como la peor catástrofe de su historia: no había libertad, ni monarquía, ni futuro, ni herencia, ni culto, ni lengua. Al reflexionar sobre su situación, se dieron cuenta de que el pecado, en sus diversas formas, estaba en el centro de su calamidad. Era natural que relacionaran el estado de confusión de sus adversidades con su falta de complacencia a Dios. Si no fuera por el pecado, los babilonios no los habrían sometido a la esclavitud y al exilio. Ahora que se encontraban atrapados en este ciclo, y que les había sobrevenido el desastre, la única salida era el arrepentimiento.

La misericordia de Dios desciende sobre los arrepentidos, los que vuelven a Él. Por un lado, está la autocrítica y, por otro, el remordimiento y la petición de misericordia. A través de estos dos medios, el alma encuentra la conexión inicial que tenía con Dios. Porque el alma que se ve a sí misma como justa, ¿cómo puede pedir misericordia a Dios?