31 de julio de 1995

Yo Soy está contigo, así que permíteme utilizar ahora contigo Mi don, que honrará Mi Nombre. Porque, hijita Mía, por medio de este don he hecho regresar muchos a Mí. Por tanto, ¡la paz esté contigo! ¡Sí! Recibirás Mi respuesta a tu petición.

En cuanto al Japón1, todos vosotros habéis compartido juntos el poder de sanación, con Mis gracias para todos, a través de los Mensajes que he dado.

Soy Yo quien establece las asociaciones de la Verdadera Vida en Dios. Ofrezco oraciones al Padre por vuestra asociación en los Mensajes que estoy dando. Todos vosotros tenéis un lugar en Mi Corazón, puesto que todos estáis compartiendo y defendiendo Mi Obra.

Satanás, por su envidia, desea cribaros a todos como el trigo: para que fracaséis. Por tanto, manteneos firmes, con la oración como arma. Sed compasivos y generosos unos con otros. Sed pacientes unos con otros como Yo soy paciente con vosotros. Sed tolerantes unos con otros como el Padre es tolerante con esta generación. ¡Perdonaos unos a otros con tanta prontitud como Yo perdono cuando se pide perdón!

Os había advertido que al trabajar para Mí, es seguro que llegan las penalidades, y eso es lo que habéis descubierto cada uno de vosotros. Pero no perdáis el ánimo, Yo estoy con vosotros, siempre y cuando permanezcáis fieles a Mí. Así que contad Conmigo, Yo seguiré dándoos fuerza, valor y esperanza.

Ahora, escuchadme y comprended: Mi Espíritu Santo ha llamado explícitamente a esta Obra “La Verdadera Vida en Dios”, pero algunos de vosotros habéis escuchado a espíritus engañosos y les habéis cedido el paso… Cuidad de toda la Obra Divina que se os ha confiado y volved la espalda a disputas que os llevarán a división. ¿Es que no lo veis? ¿No podéis discernir cómo está trabajando el Maligno? Deberíais aplicar vuestras mentes más atentamente que antes a lo que el Espíritu ha ofrecido, a fin de no dejaros arrastrar lejos de Mi Gracia. Con esto a la vista, haced todo lo que podáis por trabajar con armonía y paz, gentileza y comprensión.

Queridos amigos Míos, recordad: no arruinéis la Obra del Espíritu Santo permitiéndoos dar pábulo a habladurías dañinas. Yo os digo: alegraos en el Espíritu y buscad Sus Caminos en los que Él os mantendrá devotos, unidos y felices en medio del reflejo de Su Amor.


1 La Asociación del Japón de la Verdadera Vida en Dios.