19 de junio de 1995
La paz esté contigo…Venda Mis Heridas con amor a Mi Espíritu Santo. Busca siempre a Mi Espíritu Santo. Ven y aprende:
Para preservar tu alma de cualquier mala disposición y de las tentaciones, pide a Mi Espíritu Santo, el Dador de Vida, que te gobierne en santidad y te ayude a crecer en gracia y sabiduría, a fin de que tú no seas también arrastrada por los errores que se promulgan cada vez más en Mi Iglesia.
Pide a Mi Espíritu Santo de Conocimiento que no caigas en las distorsiones que se hacen de Mi Palabra, sino que llegues a conocernos como tres veces Santos1, y conociéndonos, te conozcas a ti misma en Nuestro Reflejo, en Nuestra Imagen. Digo “tú también”, porque muchos de los que he resucitado han aflojado o han caído… Han desertado de Mis santas reglas que Yo les había confiado. Me han fallado porque han cedido a sus impulsos… No Me han puesto en primer lugar2, han puesto primero sus intereses, no los Míos.
Pide a Mi Espíritu Santo de Sabiduría que busques Mis Viñedos Celestiales, para que tu alma aspire a sus frutos. Ven a implorar a Mi Espíritu Santo de Sabiduría que te visite en tu pobreza. En tu pobreza, Él no huirá. Te ofrecerá su amistad y te cortejará. Y, con Su pura emanación, hará que tu espíritu gire sólo en torno a cosas celestiales, pidiéndonos3 lo que es santo e imperecedero.
Mi Espíritu Santo de Sabiduría te mostrará Nuestro4 Reino, un Reino de piedad reservado para el hombre recto y santo. Por tanto, no seas como ésos que Me parten el Corazón diariamente y afligen sin cesar a Mi Espíritu, volviéndose unos rebeldes constantes, unos Caínes sin misericordia. Endereza tu corazón, y Mi Espíritu de Sabiduría será tu guía y tu director para conducirte hasta Nuestro Reino, que ha sido preparado para ti desde la fundación del mundo.
Implórale, y Mi Espíritu Santo de Entendimiento descenderá a tu nada, como un sol brillante, con rayos sanadores para tus ojos, y todo lo que parecía oscuro y fuera de tu alcance, te será desvelado. Y, en tu nada, Mi Espíritu Santo de Entendimiento te conducirá hasta el misterio de la Verdad Divina.
No dejes que Mi Espíritu te encuentre mal dispuesta o rebelde. Deja que Él ilumine tu mente y, en contraste con tu nada, Mi Espíritu Santo de Entendimiento será Todo aquello de lo que careces. Compañero y Amigo, no te ocultará ningún misterio, sino que te ofrecerá enseñanzas que ninguna mente ha entendido, cosas que superan la mente de la humanidad, entrando en lo impenetrable y lo imperecedero, alcanzando las profundidades de Dios.
Por tanto, no seas como los eruditos y los filósofos de tu tiempo, que justifican su filosofía al modo de su propio espíritu racionalista. La carne y la sangre no pueden revelar lo que viene del Espíritu. Yo puedo ofrecerte Mi Reino, y Mi Espíritu puede conducir tus pasos hasta Mi Reino. Ven, pues, y hereda lo que dura para siempre, permitiendo que Mi Espíritu de Entendimiento ilumine tu mente y tu cuerpo con Su Luz Divina, permitiéndole alentar tu alma hacia la intimidad que deseamos de ti con Nosotros5.
Hijos Míos, hijas Mías, venid a Nosotros en vuestro silencio, para obtener los dones que os podemos ofrecer. Nuestro Nombre es tres veces santo. No sigáis una filosofía basada en la mente del hombre, porque la víbora anidará en vosotros. En vez de ello, venid a Nosotros para obtener los Dones del Espíritu, que puede transfigurar vuestra alma en Nuestro Cielo. Pedidnos de corazón y obtendréis. Reconocednos en Nuestra Santidad Trinitaria y seréis llamados “Hijo Nuestro, de Nosotros”, pues haremos de vuestra alma un vivo retrato de Nuestra Santidad, una imagen visible del Invisible, una atracción por todas las cosas sagradas que os han sido manifestadas para vuestra salvación desde el principio del Tiempo.
Escucha y comprende: ¿Quieres ser allegado del Espíritu Santo de Consejo y asegurarte de que ganarás el Cielo? Reconócenos en Nuestra Santidad Trinitaria y serás elevado por Nuestros ángeles para descubrir a Aquél-que-es. Pide consejo y serás aconsejado para hacer el bien todos los días de tu vida.
El Reino está preparado para ti que haces el bien. Aprende a devolver el mal con amor. Conoces los Mandamientos, y también sabes que de los dos principales penden toda la Ley y los profetas. No tienes que ser rico para entrar en Mi Reino, ni tampoco sabio. Mi Reino se da a los pobres de espíritu y a los que gritan: “Dios, ten misericordia de mí, pecador”. Mi Reino se da a simples niños y a los humildes que saben clamar “¡Abba!”.
Buscadme a Mí, vuestro Señor, Yo soy Amor. Buscad el Amor, todos vosotros, los humildes de la tierra, que obedecéis Mis Mandamientos. Pedid Mi Espíritu de Consejo, para que os haga desear la integridad, la humildad, la lealtad y la bondad, a fin de que no os falle el paso y hagáis el mal.
Infaliblemente, Mi Espíritu de Consejo te dará a conocer Su Ley y te aconsejará, diciendo: “No iguales a nadie con Dios; sirve la causa de la justicia; levanta al oprimido; no hagas daño a nadie, sino amaos y ayudaos mutuamente; no aflijas ni hostigues a la viuda o muestres dureza con el huérfano; practica la bondad y no seas como los villanos y los malvados que pierden sus almas arruinando al desvalido; no te rebeles nunca contra tu Dios, antes bien, inclina tu cabeza y dobla tu rodilla ante Su Santa Presencia; no sustituyas nunca Su Sacrificio Perpetuo, ni siquiera por todos los reinos del mundo y su esplendor.”
Estate alerta a estos consejos y emitirás fragancia, y tu felicidad será como un río dividiéndose en varios riachuelos, anunciando y aconsejando a otros a buscar el Reino de los Cielos y la gloria de Nuestra Santidad Trinitaria, que puede adornar tu espíritu con Nuestro Esplendor para siempre jamás.
¿Acaso no tengo Yo fuerza para salvar? Yo bendigo y salvo con una palabra. Por tanto, no te quedes desvalido. Yo te puedo dar Mi Espíritu de Fortaleza. No sólo se da a Mis ángeles sino también a ti. Abre tu corazón y escucha. Pide y se te dará. Puedo hacerte predicar Mi Palabra y Mi Tradición, tres veces bendita, al máximo de tu capacidad, por el poder de Mi Espíritu de Fortaleza. Dichoso tú, que obtendrás Mi Don6 y, por medio de este Don, conseguirás fuerza para vivir en obediencia a la fe, con rectitud, alegría y paz. Por tanto, no te quedes desvalido ni tengas miedo. Yo te digo: no temas los improperios de los hombres, ni desfallezcas por sus insultos, pues la polilla se los comerá como a los tejidos, ya que desde el principio han estado en comunión con el maligno. Yo seré tu Fuerza y ya no caminarás solo. Yo y tú, tú y Yo aguantaremos juntos las cruces que se te dan para tu santificación.
Mi Espíritu de Fortaleza puede revestirte de Mi Fuerza para que des testimonio de la Verdad, del Alfa y la Omega, con celo y valor. Mi Espíritu Santo de Fortaleza puede ayudarte a vencer todos los obstáculos que se pongan en tu camino y que te impidan alcanzarme. Con el poder de Mi Espíritu te volverás un guerrero lleno de valor y fuerza. Fortalecido por Su poder, fortalecerás Mi Santuario frente al enemigo y la transgresión. Como el sol, brillarás en Nuestra Presencia tres veces Santa. Como un fuego, tus palabras llamearán igual que una antorcha. Como una espada que corta y atraviesa, tus profecías asestarán golpes, derribando los reinos de este mundo hasta su destrucción.
Con el poder de Mi Espíritu, obtendrás lo inaccesible, lograrás lo inalcanzable. Cada uno de tus logros mostrará Nuestra magnificencia en Nuestra Gloria Trinitaria. Por tanto, no digas: “¿Dónde hallaremos suficiente poder y fortaleza para glorificar a Dios?”. Mis maravillas se encuentran en el Espíritu, Invisible, y sin embargo visible a través de Su acción poderosa. Inaccesible al tacto, y sin embargo a todo vuestro alrededor y dentro de vosotros.
¿Quién puede intentar comprender el modo de moverse de Mi Espíritu? Pide que Mi Espíritu Santo de Fortaleza te conceda Su radiante Fuerza para Mis Intereses, y Yo, Yo te comunicaré sin reservas poder suficiente para unirte a San Miguel Arcángel en la batalla de vuestros tiempos, y combatir el mal y la blasfemia, la distorsión de Mi Palabra y la rebelión contra todo lo que es santo.
Dígnate pedirme que te conceda el Espíritu de Fortaleza para que puedas tender tu mano a la copa que voy a ofrecerte. Éstas son las cosas que deberías pedir a Mis Santos y a Nuestra Santidad Trinitaria. Entonces, tú también practicarás la resistencia en la batalla del Gran Día7, para ser el defensor de la Verdad, y llevar a todos a reconocernos como tres veces Santos pero Uno Solo, en la unidad de la esencia. Y Nosotros invitaremos a cada uno a entrar en el misterio del Verdadero Conocimiento de Nuestra Santidad Trinitaria, revistiéndole de gracia y belleza y vestiduras de ceremonia, Nuestros más ricos vestidos:
—La Divinidad, que emana de Nosotros, conduciéndoles a la Vida Eterna.
—La Luz tres veces Santa, resplandeciendo en sus almas y sus cuerpos para que vivan en Nosotros para siempre jamás.
—La Verdad y el Amor, para conocer al Dios Verdadero tres veces Santo.
—La Fe, victoria sobre el mundo entero, cosecha de la Vida Eterna.
Ven, ven tú que dices: “Yo no puedo obtener la redención porque no he recibido la piedad para entrar en el Reino de Dios”. Pide de corazón el Don de Piedad y lo obtendrás. Di:
“Espíritu Santo, Dador de Vida,
Espíritu Santo, Tres veces Santo,
concédeme que yo también pueda
crecer en amor para conocer a Dios
y obtener Su Reino.
Concédeme el Espíritu de Piedad
a fin de que mi espíritu crezca
en los principios de los Santos
y que mis pensamientos se conviertan
en Tus Pensamientos,
mis actos en Tus Actos
que son todos puros y divinos.
Espíritu Santo de Piedad, Amigo de Dios,
enséñame a alcanzar la perfección
y el control sobre cada parte de mí, que es tan vil,
para que pueda obtener la Vida Eterna.
Espíritu de Piedad,
tan hermosamente revestido, ven a mí
y reviste mi espíritu de pureza,
para que yo también
pueda ser agradable a los Ojos de Dios.
Reviste mi alma con un Espíritu viviente
para servir a la Santísima Trinidad
con honor y gracia.
Que yo muera a mis principios,
que yo muera a mi parcialidad,
mi tibieza, mi letargo y mis ambiciones.
Ven a revivirme con Tu Pureza.
Proveedor del fruto del Árbol de Vida,
Alegría Eterna, concédeme también Tu Espíritu
para ser allegado de la Santísima Trinidad
y heredero8 de Tu Reino.
Que mi lengua pruebe lo que sea más puro
a la Luz de Dios, tres veces Santo,
y que consuma a Aquel que dijo:
‘Yo soy el Pan de Vida’.
Espíritu Santo de Vida, tres veces Santo,
concede a mi espíritu lograr la perfección
en la Ciencia del Espíritu de Piedad,
para aprender cómo contemplar con temor
lo que es verdadera Carne y verdadero Alimento,
lo que es verdadera Sangre y verdadera Bebida,
a fin de que pueda vivir en el Padre, en el Hijo
y en el Espíritu Santo, Trinitario pero Uno,
en la unidad de la esencia.
Haz que mi alma trabaje por Tus intenciones,
que son santas y redentoras,
y del mayor agrado a Tus Ojos.
Al entrar en mi alma, Tu Espíritu de Piedad
me convertirá en un siervo devoto y fervoroso.
Luz estelar de mi alma,
comunícame la piedad de Tus Santos
para guardar santas Tus Leyes,
y muéstrate benévolamente a mi mísera alma
para recordarme que la incorruptibilidad
me llevará junto al Dios Trino,
Poderosísimo y Santísimo,
y que, desde entonces,
nada impuro podrá hallar entrada en mí.
Amén. IC.”
El Espíritu de Piedad te conducirá a convertirte en:
—Una delicia de la Delicia del Padre.
—Una fragancia de mirra en Mi Presencia.
—Un lirio de Mi jardín.
—Un orgullo9 para Mis ángeles.
—Un festival de alegría permanente en Mi Corazón, y una copia de Mí. Mismo.
¡Sólo tendrás que quererlo y Yo levantaré tu alma lastimosa! No Me faltan medios para mostrar Mi Poder o Mi Soberanía.
Ven y búscame con sencillez de corazón. No permanezcas en deuda por tu pecado, pide perdón y Yo te perdonaré. Pide el Espíritu de Temor a fin de corregirte para guardar Santo Mi Nombre.
Que Mi Espíritu te revista de honor y reverencia —un don y un raro tesoro, un signo de amorosa fidelidad— Aprende a inclinar tu cabeza para que Yo pueda ser visto. Aprende a bajar tu voz para que puedas empezar a oír Mi Voz y descubrir Mis intenciones, Mis deseos y Mi Voluntad. Aprende a levantar tu voz únicamente en alabanza por Mi Presencia Gloriosa. Aprende a levantar tu cabeza únicamente para buscarme a Mí y todo lo que es celestial… Muchos hombres influyentes han sido humillados, porque ni Me han honrado ni Me han mostrado ninguna reverencia.
¿Quieres saber lo que significa “El Temor del Señor”? El Temor del Señor es el principio de la Sabiduría. El Temor del Señor es la corona de la Sabiduría, es aquel que Me recibe de buena gana, reconociéndonos como Tres veces Santos con reverencia, lealtad y honor. Temerme es humillarte a ti mismo en Nuestra Presencia, rogándome que te perdone, a fin de que haga de ti un altar imperecedero donde colocar todo Mi Conocimiento, Mis Preceptos y Mi Ley.
Yo colocaré sobre tu Santo Temor Mi confianza, Mis tesoros, con sabios proverbios que revelen Mis misterios y Mis secretos. Yo te mostraré los misterios de Mi Corazón, esos tesoros escondidos en tu Santo Temor, y entonces aprenderás que Yo soy Dios, en quien puedes obtener Vida Sempiterna, Alegría Perpetua y Paz. De Mi Espíritu de Temor aprenderás que la sumisión Me seduce. Aunque pueda parecer severo, es La Abertura para que Yo entre en tu corazón y haga Mi Voluntad.
Yo recibiré tu sumisión con tu Santo Temor, igual que uno recibe una corona real de esplendor. Y Nosotros, el Dios Trino, por Nuestra parte, te revestiremos de Nuestra invencible Santidad, a fin de que cualquier rastro de ilegalidad que permanezca en ti se disipe como bruma matutina. Nacida y renovada por Mi Espíritu, tú que, a Mi gran pesar, habías dejado de existir, de nuevo existirás. Muchos de los muertos te mirarán, sin comprender que tú, en otro tiempo muerta pero ahora viva, te comportas como Nosotros deseamos que te comportes, sagazmente y con Santo Temor.
Aprende que el Señor de Todo ofrece gracia y misericordia a aquellos que le temen y temen Su Nombre. Yo seré honrado si tú alabas Mi Nombre tres veces Santo, por dondequiera que vayas. Y ese incienso10 que Me ofreces de corazón, en Mi Nombre, es como una ofrenda pura para Mí. Es hora de buscar ese don de Mi Espíritu de Temor,
—un arma para combatir la rebelión,
—un elemento para impedirte caer y un cetro de Mi Reino.
—inclínate ante Mí y Yo te levantaré amorosamente. Abájate para que, en Mi Misericordia, te levanten Mis brazos. Como quien levanta un niño y lo acerca a su mejilla, así te levantaré Yo, te acariciaré y te amaré, y nunca Me separaré de ti.
En estos días y en vuestro tiempo, Me veo confrontado por la culpa de aquellos que Me golpean, y por la maldad de los que practican el engaño. Yo digo: “No cometáis esa abominación de la que habló el profeta Daniel”, pero vuestros pasos siguen persistentemente el Engaño. Tu era está retando Mi Poder.
Muy bien, pues, dado que tus intenciones, generación, son pisotear Mi Sacrificio Perpetuo y abolirlo, Yo te digo: Te haré lo que hice con Sodoma y Gomorra, pero cien veces más, para igualar tus pecados. ¿Ves esas diez Torres que has construido para ti como Logias? Pues bien, nunca vivirás en ellas. Tu imperio se derrumbará contigo. ¿Y esas piedras preciosas que has atesorado? Nunca las poseerás porque Yo voy a pasar entre vosotros para recordaros que, desde el Principio, Mi Nombre, tres veces Santo, debía ser honrado y conservado Santo, y que tu deber hacia Mí era temerme.
¡Ven, tú que aún andas errante por este desierto, indeciso y débil! Ven a pedir estos siete dones de Mi Espíritu Santo, y Yo, el Autor de cielo y tierra, la Palabra y Dios, te prodigaré Mis dones. Te ofreceré, para salvarte, Mis siete dones. Para hacerte prosperar como una deliciosa viña, te enseñaré templanza y prudencia, justicia y fortaleza.
Ven a Mí, que soy tres veces Santo. Ven, y con el poder de Mi Aliento, te convertiré en un espejo impoluto, para reflejar sobre ti y en ti Nuestra Divinidad. Y vivirás en Nosotros, tres veces Santos, por siempre jamás.
¡Alma!11, expuesta ahora a la injusticia del mundo, obtén Nuestra Paz y Nuestro Amor. Yo Estoy contigo. ¿Estás aún dispuesta a trabajar por la paz, la unidad y el amor?
Estoy dispuesta a trabajar por la paz, la unidad y el amor, sí.
Observa, pues, Mis reglas… Sé paciente y recuerda, recuerda lo que Yo he soportado. Estate contenta con lo que ya te he dado, y no busques más. Continúa siendo concienzuda en tu trabajo.
Dije al principio de Mi Mensaje: “Venda Mis Heridas con tu amor”. Estoy herido hasta ser irreconocible. Levanta tus ojos al cielo y verás llorar a Mis ángeles… ¡Ah, generación! Estás atizando la ira de Mi Padre. Estás atizando Su ira, que se encenderá y estallará en llamas. Y cuando esto ocurra, Él vendrá sobre ti como una llama de fuego devorador y te convertirá en cenizas, junto con tu iniquidad y tu rebelión, con todo el mal disfrazado hoy de bien.
¡Ay de vosotros, los que estáis disfrazados de servidores de la rectitud12 y que servís en Mi Iglesia, pero que no sois más que servidores falsos sirviendo las reglas de la Bestia! Yo os digo: a menos que os arrepintáis, atraeréis sobre vosotros la ira de Mi Padre y acabaréis también en llamas. Estáis descontentos con el que se sienta en la Silla de Pedro y que os recuerda constantemente que conservéis santas Mis reglas, puesto que son sagradas. Estáis descontentos por sus llamadas a la Tradición de la Ecclesia y a vivir diariamente una vida Eucarística. ¡Os acongojáis cuando se trata de acercar la Iglesia de Oriente a la de Occidente y llevar a cabo la unidad!
¡Generación pervertida y sin fe! ¿Por cuánto tiempo más he de tolerar tu rebelión? Pero Yo te digo: todo lo que temes se hará realidad, todo lo que te asusta ocurrirá. Mi Iglesia se unirá al fin y será Una, y Mi Plegaria al Padre se cumplirá. ¿Vas a seguir persistiendo ahora en tus malos propósitos? Un día, servidores de la Bestia, junto al Falso Profeta, alias la segunda Bestia, cargaréis con el peso de vuestras faltas, y serán tan graves como la Muerte.
Todavía hoy, en secreto, vosotros13 estáis apuntando a la Silla de Pedro, utilizando a vuestra gente a la que habéis colocado en altos cargos para enmascarar la Verdad con liberalismo y todo lo demás. Estáis saqueando Mi sagrada Ley y devorándola, para eliminar Mi Tradición. Por eso Mi Padre os despojará de todo lo que poseéis, prendiendo fuego a vuestras diez Torres, y dejando al descubierto sus cimientos. Todas vuestras piedras preciosas serán hechas pedazos y vosotros mismos seréis consumidos por el fuego. A menos que oiga de vosotros vuestro grito de arrepentimiento, ejecutaré todas estas cosas en un tiempo muy corto. ¡Ecclesia revivirá!
Flor, Yo estoy contigo y ante ti permanezco y te bendigo. Cada esfuerzo, cada paso hacia delante hecho por la unidad, está bendecido tres veces, por el Padre, por Mí Mismo y por el Espíritu Santo. Haz que se sepa esto, y di a todos que trabajen y oren por la unidad. Y si alguien viene a ti y te pregunta qué es lo que Me agradaría más, diles:
“La fiesta del reino de Dios está al alcance de la mano; por lo tanto, estad preparados para dirigir vuestras plegarias a Dios por la salvación de las almas extraviadas. Reuníos y orad para que Ecclesia sea una. Orad con convicción y Dios os escuchará. No hay nadie que haya orado, ofrecido sacrificios y ayunado por el reino de Dios, que no haya sido escuchado o recompensado cien veces más en su tiempo presente y en el mundo futuro; tampoco que no haya heredado la Vida Eterna.”
Dales esta palabra y pídeles que recuerden Mis palabras en las Escrituras14: “Las palabras del hombre salen de lo que llena su corazón. Un hombre bueno saca buenas cosas de su provisión de bondad; un hombre malo saca cosas malas de su provisión de maldad. Así que os digo esto: que de cada palabra infundada que pronuncien los hombres darán cuenta en el día del Juicio, pues por vuestras palabras seréis absueltos y por vuestras palabras seréis condenados.”
Expón Mi Santidad y sé tan entusiasta de servirme como ahora. Te amo, Yo, tu Maestro, pero también tu Amigo y Bienamado de tu corazón. Recibe Mi Paz y Mis bendiciones.
Esto es todo por ahora. Yo Soy está contigo. Ven. ¿Nosotros? Jesús es Mi Nombre, consérvalo santo.