12 de mayo de 1995

Las Escrituras dicen:
“Si una propiedad no está cercada,
será saqueada”1.
Señor, que Tus brazos sean mi cerca,
protégeme, porque soy Tu propiedad.
No permitas que el Saqueador
entre dentro de Tu propiedad
y haga en ella una devastación,
¡de lo contrario acabaré en llamas!

Yo, Jesús, seré siempre tu protección2. No pierdas la Paz que te he dado… Tu alimento es hacer Mi Voluntad. Por gracia, te he levantado para que seas Mi mensajera, y por gracia completarás tu trabajo Conmigo. No te asombres del modo en que he extendido Mi Mensaje. Abre tu oído, hija, y escucha el sonido de Mis Pasos. No estoy lejos de ti3. Trabaja para Mi Iglesia. Yo, Jesucristo, te preparé agua para beber y aliviarte. Sé que es duro cruzar este desierto inclemente, bienamada, pero Yo estoy contigo…

(Ahora habla el Padre Eterno.)

Yo, tu Padre Celestial, te bendigo. Cada palabra que pronuncias sobre Mí Me glorifica. Cada corazón conquistado mientras hablas, te santifica… Cada crítica lanzada contra ti injustamente purifica tu alma, acercándola más a Mí. Aunque todos, incluidos tus amigos más queridos, te abandonaran, Yo nunca te abandonaré. Tú eres Mi delicia. Guiarte es también una delicia para Mí. Te he confiado Mi Obra, por tanto, consérvala encendida y brillando como una lámpara.

Tu era es oscura, hijita Mía, pero utilizando lo que te he predicado y enseñado, muchos verán el Camino y comprenderán que Yo soy su Fuente de Vida; muchos se sentirán atraídos y disfrutarán de la luz que les estoy dando, y, bajo esta luz que estoy derramando sobre ellos, aprenderán la única Verdad, es decir:

Que Yo soy el único Dios verdadero, y Jesucristo, Mi único Hijo, Señor de Señores, es el Mesías. Mis enseñanzas les darán un conocimiento mejor de Mi Palabra. Te he dicho todo esto para que puedas encontrar paz y consuelo en Mí. Recuerda también, hija Mía, que en tiempos de peligro, Yo te levantaré. Te garantizo que llegarás al final del camino que he trazado para ti. Aunque seguirás siendo una señal de contradicción, cumplirás tu misión Conmigo, y Me glorificarás.

(Habla Nuestra Señora:)

“Pethi mou”4, los designios del Todopoderoso son tan profundos, en Su Mensaje, que muchos serán sanados.

Mi Hijo está contigo. Yo también estoy contigo. He venido a asegurarte Mi apoyo…

Añade una cara sonriente a todos tus dones5. Sigue complaciendo a Dios, profetizando y mostrando a cada nación lo que Él te ha revelado verdaderamente, a fin de que todos los que te escuchen puedan reconocerle como el Salvador y como el Amor…

Continúa atrayendo a cada alma hacia la intimidad con Dios. Atrae a Mis hijos al Divino Amor de Dios. Y tú, hija Mía, crece en Su Espíritu, y nunca te sientas deprimida. Extiende Su Mensaje como lo haces ahora, y tranquilízate: Dios-está-contigo…

(Ahora habla San Miguel Arcángel:)

Vassula, ¿no has leído: “Como un joven que se desposa con una virgen, así se desposará contigo El que te formó…? ¿Y como el esposo se alegra en su esposa, así se alegra en ti tu Dios”? Que sepas esto, Vassula: Cada vez que un alma se despierta y encuentra a Dios, todo el Cielo se alegra y lo celebra. Igual que los hombres se alegran y celebran cuando los invitan a una boda, lo mismo ocurre cuando el Cielo celebra… Quiero decirte que muchas veces has hecho que aumente Nuestra alegría en el Cielo, cuando, en tu nulidad, glorificas al Todopoderoso, trayendo almas para amar a Dios… Por tanto, no tengas miedo;

Y ahora escribe de nuevo lo que fue inscrito hace tiempo en una tablilla y en un libro, pero permaneció para ser un testimonio para siempre, a fin de poder servir en el tiempo futuro: “Éste es un pueblo rebelde, son hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar las órdenes de Yahveh. Dirán a los videntes: “No tengáis visiones”; a los profetas: “No nos profeticéis la verdad, decidnos cosas halagüeñas, contemplad visiones ilusorias, apartaos del camino, dejad la senda, quitad al Santísimo de nuestra vista”6. Dentro de poco tiempo, muy poco tiempo, el Santísimo vendrá como una llama de fuego devorador y sorprenderá a los arrogantes, pero los humildes se alegrarán de haber puesto su esperanza en Él.

La Salvación viene de lo alto, la Soberanía se inclina desde el Cielo para ser benévola con vosotros. Por tanto, todo aquel que escuche Sus Llamadas y se prepare, arrepintiéndose, será como el hombre sensato que construyó su casa sobre roca. El Señor es vuestra Roca. Yo soy el guardián de vuestra casa7 y el Señor los cimientos de vuestra casa…

Y ahora, hija del Altísimo, un consejo: permanece enraizada en Dios, en Su Amor, y ningún ataque podrá sacudirte. Sigue unida a la Santísima Trinidad y zarandearás a tus acusadores con tu firme resistencia a las tentaciones. Permanece en la Santísima Trinidad y tendrás en ti la fuerza necesaria para esta batalla, para resistir hasta el final, sin ceder nunca. Obtendrás gracia suficiente del mismo poder glorioso de Dios, de manera que cumplas tu misión. Todo se hará en perfecta armonía, y aprenderás a soportar tus pruebas con sorprendente alegría.

Gloria a Él que está derramando sobre ti Sus Gracias para mantenerte en Su Luz, Su Misericordia para sustentar Su Justicia, Su Fuerza para hacerte vivir de acuerdo con Sus Mandamientos. Yahveh es justo y bueno, lleno de piedad para sus hijos, fiel y veraz siempre, y ofrece pródigamente Sus dones y comparte Sus Tesoros, atrayendo a cada alma a Su Corazón.

No tengas miedo, Yahveh-está-contigo.

San Miguel,
Arcángel de Dios, Yahveh.


1 Si 36,25.
2 Jesús empleó la palabra “protección” en lugar de ‘protector’.
3 Jesús se refiere a Su Retorno.
4 En griego: “Hija Mía”.
5 Nuestra Señora estaba sonriendo al decir estas palabras y tenía un ligero tono de broma debido a mi cara tan alicaída. Inmediatamente, mientras me estaba diciendo esto a mí, no sólo mi cara resplandeció, sino que me encontré riendo
6 Is 30,9-11.
7 La palabra ‘casa’ se puede entender como ‘alma’. “En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe, que defiende a los hijos de tu pueblo…” (Dn 12,1).